COMO PODEMOS LEER EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA: “Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Familia Sagrada de José y María. La Iglesia no es otra cosa que la familia de Dios" (nº1655) "Desde sus orígenes, el núcleo de Iglesia estaba a menudo constituido por los que con toda su casa, habían llegado a ser creyentes. Cuando se convertían deseaban también que se salvase toda su casa. Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente” (nº1656) *********************************************************************************************************************** En nuestros días, en un mundo fuertemente extraño e incluso muchas veces, hostil a la Iglesia, las familias creyentes tienen una importancia primordial, como faros en la oscuridad, alumbrando el camino que Jesús nos marcó. En este sentido, el Papa Juan Pablo II, gran propagador de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, y al que se debe la aprobación y la orden de publicación del correspondiente Catecismo de la Iglesia Católica, destacó la importancia de la herencia familiar. En efecto, a los siete años de su Pontificado, escribió una carta a todos los jóvenes del mundo, con ocasión del Año Internacional de la Juventud, donde destacaba la importancia de la herencia familiar (Carta a la juventud de Juan Pablo II dada en Roma el 31 de mayo de 1985): “La historia de la humanidad pasa desde el comienzo, y pasará hasta el final, a través de la familia. El ser humano forma parte de ella mediante el nacimiento que debe a sus padres: al padre y a la madre, para dejar en el momento oportuno este primer ambiente de vida y amor y pasar a otro nuevo. Al dejar al padre y a la madre cada uno y cada una de vosotros contemporáneamente, en cierto sentido, lleva dentro con sigo, asume, la herencia múltiple, que tiene su comienzo directo y su fuente en ellos y en su familia. De este modo, aun marchando, cada uno de vosotros permanece; la herencia que asume lo vincula establemente con aquellos que se la han transmitido y a los que debe tanto….La herencia familiar se extiende de este modo, y a través de la educación familiar participáis también en la historia de vuestro pueblo o nación”************************************** Sin duda la Iglesia Católica, iluminada por la fe, siente la necesidad perenne de anunciar el Evangelio, en particular a aquellos hombres y mujeres que tienen vocación para formar una familia porque en un mundo en el que el paganismo amenaza con ser cada vez más intenso y profundo, es necesario proclamarlo, es preciso y vital una Nueva Evangelización, que reconduzca, a la sociedad hacia la verdadera y única liberación, como han asegurado, durante los últimos siglos, los representes de Cristo sobre la tierra. Por otra parte, la Iglesia debe recordar a los jóvenes cuya vocación es formar una familia cristiana que: “Remontarse al principio del gesto creador de Dios es una necesidad para ella, si quiere conocerse y realizarse según la verdad interior no sólo de su ser, sino también de su actuación histórica” (Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II, Familiaris Consortio 1981) ************************************* Son palabras importantes de un Papa santo, que sin duda, hizo reflexionar a la humanidad sobre el papel fundamental de la familia, en aquellos momentos de la historia, que ya pertenecen al siglo pasado, pero que siguen teniendo total vigencia en el siglo actual, si cabe en mayor medida. Este Pontífice fue un gran intercesor y paladín de la familia; había recibido un hermoso ejemplo sin duda, de la suya propia, y lo demostró constantemente a través de sus Cartas, Homilías, Catequesis y un largo etc. Así, por ejemplo, en el año 1994, estando ya muy cercano un nuevo siglo, pronunciaba palabras, llenas de sabiduría y afecto, dirigidas a las familias durante la celebración de la fiesta de la Presentación del Señor: “Entre los numerosos caminos para la Iglesia de Cristo, la familia es el primero y el más importante…Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida. La Iglesia, con afectuosa solicitud está junto a quienes viven semejante situaciones, porque conoce bien el papel fundamental que la familia está llamada a desempeñar. Sabe, además, que normalmente, el hombre sale de la familia para realizar, a su vez, la propia vocación de vida en un nuevo núcleo familiar”************************************************************************************************************* Vivir dentro de una familia propia, es importante para los niños y por eso, la familia es la roca sobre la que se forma y sostiene la sociedad humana y así, cuando la roca, no es tal roca, sino que está constituida por una montaña de arena, finalmente ésta se desmoronará, se vendrá abajo, causando con ello un gran daño, no sólo a los hijos, sino a los padres y al resto del entorno familiar… Ciertamente este es un tema que preocupa enormemente a la Iglesia desde hace muchos siglos, durante los cuales se ha ido fraguando el derrumbamiento de las bases que sustentan la familia: amor, templanza, paciencia, comprensión y sobre todo sentido moral y cristiano de la vida******************************************************************************************************************* Como antes hemos recordado, en los últimos siglos la evolución de la sociedad ha tendido hacia un comportamiento paganizado. Se puede observar en muchos aspectos de la vida diaria, tanto en el campo de las costumbres cotidianas, como en el mundo de la moda o de la recreación y con ello la sociedad se va alejando cada vez más de Dios. Estos síntomas ya fueron observados a comienzos del siglo pasado por hombres juiciosos e insignes como el premio Nobel de la literatura, D. Jacinto Benavente, el cual en su obra de teatro -Cuando los hijos de Eva no son de Adán- estrenada el año 1931, hacia hablar así, a un padre desconsolado por el rumbo que había tomado su familia: “Hemos sido superiores a todos. Hemos vivido libremente. Ni religión, ni moral, ni preocupaciones sociales, ni matrimonio, ni familia, ni siquiera un hogar. Nuestros hijos entre extraños, y extraños entre ellos… Quizás nos hemos anticipado a lo que quiere ser la humanidad futura, y quizás hemos vuelto a lo que era la humanidad en la antigüedad… ¿Por qué no ha de serlo al fin del mundo, que se muere de viejo y de podrido…? Un mundo que se ha olvidado de Dios…como nosotros lo hemos olvidado ¿Pensamos en Él nunca? ¿Nos ha importado nunca ninguna ley divina ni humana? Hemos vivido libremente, libremente…”*********************************************************************************************************** Ya a principios del siglo pasado, el divorcio era una cosa relativamente frecuente entre las parejas aún católicas y la infidelidad matrimonial, era considerada como algo inevitable y en muchos casos hasta deseable, normalmente en los ambientes sociales más refinados y pudientes. El modernismo había calado hondo a todos los niveles sociales, tal como habían denunciado con anterioridad todos los Pontífices de la Iglesia católica. A finales de siglo XX, el Papa san Juan Pablo II entristecido por los problemas de las familias, como consecuencia de estos y otros hechos acecidos durante el mismo, se expresaba en los siguientes términos (Carta Apostólica, dada en Roma el 31 de marzo de 1985): “Hoy en día los principios de la moral cristiana matrimonial son presentados de un modo desfigurado en muchos ambientes. Se intenta importar a ambientes y hasta sociedades enteras, un modelo que se autoproclama progresista y moderno.No se advierte entonces que en este modelo el ser humano, y sobre todo, quizás la mujer, es transformado de sujeto en objeto (objeto de manipulación específica), y todo el gran contenido del amor es reducido a mero placer, el cual, aunque toque ambas partes, no deja de ser egoísta en su esencia. Finalmente, el niño, que es fruto y encarnación nueva del amor de los dos, se convierte cada vez más en una añadidura fastidiosa. La civilización materialista y consumista penetra en este maravilloso conjunto conyugal-paterno y materno, y lo despoja de aquel contenido profundamente humano que desde el principio llevó una señal y un reflejo divino”************************************************************************* Preocupación extrema era para este Papa en una sociedad tan materialista el tema de la defensa de cualquier vida, y particularmente la del niño no nacido (Cruzando el umbral de la Esperanza. Ed. Círculo de lectores): “La cuestión del niño concebido y no nacido es un problema especialmente delicado, y sin embargo claro. La legalización de la interrupción del embarazo no es otra cosa que la autorización dada al hombre adulto -con el aval de una ley instituida- para privar de la vida al hombre no nacido y, por eso, incapaz de defenderse. Es difícil poder pensar en una situación más injusta, es de verdad difícil poder hablar aquí de obsesión, desde el momento en que entra en juego un fundamental imperativo de toda conciencia recta: la defensa del derecho de la vida de un ser inocente e inerme. Con frecuencia se presenta la cuestión como derecho de la mujer a una libre elección frente a la vida que ya existe en ella, que ella ya lleva en su seno: la mujer tendría el derecho a elegir entre dar la vida y quitar la vida al niño concebido. Cualquiera puede ver que esta es una alternativa aparente. No se puede hablar de derecho a elegir cuando lo que está en cuestión es un evidente mal moral, cuando se trata simplemente del mandamiento de ¡No matar!”************************************ Los hombres de buena voluntad saben que este mandamiento dado por Dios, impreso en lo más profundo de sus corazones, no prevé excepción alguna, sabe, que un niño concebido en el seno de la madre jamás es un agresor injusto, es por el contrario un ser indefenso que espera ser acogido con amor en el seno de una familia. Familia, que Nuestro Señor Jesucristo ha elevado a niveles extraordinarios, viniendo a nacer y crecer en el seno de una de ellas, la familia de Nazaret. Sin embargo, algunos hombres y mujeres inducidos, por las dificultades económicas, por un afán de modernismo mal entendido, o lo que es peor, por una escucha indebida del padre de la mentira, Satanás, han sido avocados a utilizar leyes que justifican comportamientos malvados con los niños concebidos en el seno de su madre, y que son ya hombres o mujeres en toda la extensión de la palabra, como prueban las técnicas más modernas de análisis que ya se utilizan por los médicos para hacer el seguimiento del embarazo de la mujer****************************************************************************************************************** Todo lo relacionado con este tema supone un gran dolor para las familias cristianas y es que: “La Revelación cristiana conoce dos modos específicos de realizar integralmente la vocación de la persona humana al amor: el matrimonio y la virginidad. Tanto el uno como el otro, en su forma propia, son una caracterización de la verdad más profunda del hombre, de su ser imagen de Dios. En consecuencia, la sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte. La donación física total sería un engaño si no fuese signo y fruto de una donación en la que está presente toda la persona, incluso en su dimensión temporal; si La persona se reserva algo a la posibilidad de decidir de otra manera en el futuro, ya no se donaría totalmente. Esta totalidad exigida por el amor conyugal, corresponde también con las exigencias de una fecundidad responsable, la cual, orientada a engendrar una persona humana, supera por su naturaleza el orden puramente biológico y toca una serie de valores personales, para cuyo crecimiento armonioso es necesaria la contribución perdurable y concorde de los padre************************************************************************************* La institución matrimonial no es una injerencia indebida de la sociedad o de la autoridad, ni la imposición intrínseca de una forma, sino una exigencia interior del pacto conyugal (entre hombre y mujer) que se confirma públicamente como único y exclusivo, para que sea vivida así la plena fidelidad al designio de Dios Creador. Esta fidelidad lejos de rebajar la libertad de la persona, la defiende contra el subjetivismo y el realismo, y la hace partícipe de la sabiduría creadora” (Exhortación Apostólica, Familiaris Consortio; Papa Juan Pablo II. Dada en Roma el 22 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, del año 1981).Verdaderamente el Papa san Juan Pablo II ha sido uno de los Pontífices de la Iglesia católica que mejor han analizado la problemática del ataque sistemático por las fuerzas del mal al sagrado Sacramento del matrimonio y por tanto a la familia, tratando de desprestigiar, si pudieran, ambas instituciones de Cristo. La Iglesia católica consciente de que el matrimonio y la familia son valores muy importantes de la humanidad quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia trata de vivirlo fielmente, busca la verdad, y a todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el proyecto familiar. Sosteniendo a los primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia (Con. Ecuménico Vaticano II. Gaudium et Spes, 52) *************************************************************************** El Papa Benedicto XVI comparte con su querido predecesor en la Silla de Pedro, Juan Pablo II, el amor y el interés por la familia, así como por el Sacramento del Matrimonio, demostrándolo en distintas ocasiones en sus escritos, homilías, catequesis, etc. En una ocasión respondió a una pregunta en este sentido, recogida en el capítulo III del libro:El amor se aprende. Las etapas de la familia. Romana Editorial, S.L. 2012: “La mayoría de los jóvenes dudan hoy en día entre contraer matrimonio o convivir al margen de rígidos vínculos jurídicos. A nivel estatal, se advierten tendencias a equiparar las uniones de hecho y la relación de pareja homosexual, al matrimonio. Es necesario, por tanto, preguntarse: ¿Por qué tiene que ser el matrimonio la única forma aceptable de unión entre dos personas?...Cuando dos personas se entregan mutuamente y, juntas, dan vida a los hijos, también ahí se implica lo sagrado, el misterio del ser humano, que va mucho más allá del derecho a disponer de uno mismo. En cada ser humano está presente el misterio divino. Por eso la unión entre hombre y mujer desemboca de forma natural en lo religioso, en lo sagrado, en la responsabilidad asumida ante Dios… Por eso, cualquier otra forma de unión es una vía de escape con la que esquivar la propia responsabilidad frente al otro y frente al misterio de su persona, introduciendo una labilidad que acarreará sus propias consecuencias. Muy diversa es la cuestión de las relaciones por parte de parejas homosexuales. Pienso que cuando en un matrimonio, en una familia, ya no cuenta que el fundamento sea un hombre y una mujer, sino que se equipara la homosexualidad a esa relación, se está hiriendo gravemente la tipología básica que configura la estructura de la naturaleza humana. Por esta vía cualquier sociedad está llamada a encontrarse con graves problemas”************************************************************************************************************* Podríamos preguntarnos ¿Cuáles pueden ser las causas de estos graves problemas que nos anunciaba el Papa? La respuesta no parece sencilla porque son muchas y numerosas las constatables en este momento de la historia del hombre. Muchos matrimonios, acosados por dificultades económicas o de otro tipo, han decidido conformarse con un bajo número de hijos. Al fin y al cabo, aunque ésta no es la solución ideal para países con bajo índice de natalidad, no puede decirse que al menos no exista buena voluntad en estos matrimonios por crear una familia en toda la extensión de la palabra. En cambio, ya es otra cosa cuando ni siquiera está en la intención de los conyugues, sacrificarse un poco, en aras del nacimiento de unos hijos. Por otra parte, la influencia ejercida por ejemplos de vida, que constantemente se muestran, con gran entusiasmo, en la prensa llamada del corazón, hacen aparecer el matrimonio como algo muy lábil y necesariamente agotado al cabo de un tiempo más o menos corto, ello, unido al ansia de liberación del hombre y de la mujer en los tiempos de modernidad que corren, hacen preguntarse a muchos jóvenes y no tan jóvenes con frecuencia: ¿Por qué el Sacramento del matrimonio tiene que implicar la permanente unión, hasta la muerte? A esta pregunta respondió en su momento magníficamente el Papa Benedicto XVI en el libro mencionado anteriormente (Ibid): La dignidad del ser humano tan solo viene plenamente respetada a condición de hacer de sí mismo un don total, sin reservarse el derecho a poner en discusión ese don ni a revocarlo. El Sacramento del matrimonio no es un contrato temporal, sino un ceder incondicionalmente el propio "yo" a un "tú".
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martes, 11 de agosto de 2020
LA IGLESIA NO ES OTRA COSA QUE LA FAMILIA DE DIOS
COMO PODEMOS LEER EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA: “Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Familia Sagrada de José y María. La Iglesia no es otra cosa que la familia de Dios" (nº1655) "Desde sus orígenes, el núcleo de Iglesia estaba a menudo constituido por los que con toda su casa, habían llegado a ser creyentes. Cuando se convertían deseaban también que se salvase toda su casa. Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente” (nº1656) *********************************************************************************************************************** En nuestros días, en un mundo fuertemente extraño e incluso muchas veces, hostil a la Iglesia, las familias creyentes tienen una importancia primordial, como faros en la oscuridad, alumbrando el camino que Jesús nos marcó. En este sentido, el Papa Juan Pablo II, gran propagador de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, y al que se debe la aprobación y la orden de publicación del correspondiente Catecismo de la Iglesia Católica, destacó la importancia de la herencia familiar. En efecto, a los siete años de su Pontificado, escribió una carta a todos los jóvenes del mundo, con ocasión del Año Internacional de la Juventud, donde destacaba la importancia de la herencia familiar (Carta a la juventud de Juan Pablo II dada en Roma el 31 de mayo de 1985): “La historia de la humanidad pasa desde el comienzo, y pasará hasta el final, a través de la familia. El ser humano forma parte de ella mediante el nacimiento que debe a sus padres: al padre y a la madre, para dejar en el momento oportuno este primer ambiente de vida y amor y pasar a otro nuevo. Al dejar al padre y a la madre cada uno y cada una de vosotros contemporáneamente, en cierto sentido, lleva dentro con sigo, asume, la herencia múltiple, que tiene su comienzo directo y su fuente en ellos y en su familia. De este modo, aun marchando, cada uno de vosotros permanece; la herencia que asume lo vincula establemente con aquellos que se la han transmitido y a los que debe tanto….La herencia familiar se extiende de este modo, y a través de la educación familiar participáis también en la historia de vuestro pueblo o nación”************************************** Sin duda la Iglesia Católica, iluminada por la fe, siente la necesidad perenne de anunciar el Evangelio, en particular a aquellos hombres y mujeres que tienen vocación para formar una familia porque en un mundo en el que el paganismo amenaza con ser cada vez más intenso y profundo, es necesario proclamarlo, es preciso y vital una Nueva Evangelización, que reconduzca, a la sociedad hacia la verdadera y única liberación, como han asegurado, durante los últimos siglos, los representes de Cristo sobre la tierra. Por otra parte, la Iglesia debe recordar a los jóvenes cuya vocación es formar una familia cristiana que: “Remontarse al principio del gesto creador de Dios es una necesidad para ella, si quiere conocerse y realizarse según la verdad interior no sólo de su ser, sino también de su actuación histórica” (Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II, Familiaris Consortio 1981) ************************************* Son palabras importantes de un Papa santo, que sin duda, hizo reflexionar a la humanidad sobre el papel fundamental de la familia, en aquellos momentos de la historia, que ya pertenecen al siglo pasado, pero que siguen teniendo total vigencia en el siglo actual, si cabe en mayor medida. Este Pontífice fue un gran intercesor y paladín de la familia; había recibido un hermoso ejemplo sin duda, de la suya propia, y lo demostró constantemente a través de sus Cartas, Homilías, Catequesis y un largo etc. Así, por ejemplo, en el año 1994, estando ya muy cercano un nuevo siglo, pronunciaba palabras, llenas de sabiduría y afecto, dirigidas a las familias durante la celebración de la fiesta de la Presentación del Señor: “Entre los numerosos caminos para la Iglesia de Cristo, la familia es el primero y el más importante…Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida. La Iglesia, con afectuosa solicitud está junto a quienes viven semejante situaciones, porque conoce bien el papel fundamental que la familia está llamada a desempeñar. Sabe, además, que normalmente, el hombre sale de la familia para realizar, a su vez, la propia vocación de vida en un nuevo núcleo familiar”************************************************************************************************************* Vivir dentro de una familia propia, es importante para los niños y por eso, la familia es la roca sobre la que se forma y sostiene la sociedad humana y así, cuando la roca, no es tal roca, sino que está constituida por una montaña de arena, finalmente ésta se desmoronará, se vendrá abajo, causando con ello un gran daño, no sólo a los hijos, sino a los padres y al resto del entorno familiar… Ciertamente este es un tema que preocupa enormemente a la Iglesia desde hace muchos siglos, durante los cuales se ha ido fraguando el derrumbamiento de las bases que sustentan la familia: amor, templanza, paciencia, comprensión y sobre todo sentido moral y cristiano de la vida******************************************************************************************************************* Como antes hemos recordado, en los últimos siglos la evolución de la sociedad ha tendido hacia un comportamiento paganizado. Se puede observar en muchos aspectos de la vida diaria, tanto en el campo de las costumbres cotidianas, como en el mundo de la moda o de la recreación y con ello la sociedad se va alejando cada vez más de Dios. Estos síntomas ya fueron observados a comienzos del siglo pasado por hombres juiciosos e insignes como el premio Nobel de la literatura, D. Jacinto Benavente, el cual en su obra de teatro -Cuando los hijos de Eva no son de Adán- estrenada el año 1931, hacia hablar así, a un padre desconsolado por el rumbo que había tomado su familia: “Hemos sido superiores a todos. Hemos vivido libremente. Ni religión, ni moral, ni preocupaciones sociales, ni matrimonio, ni familia, ni siquiera un hogar. Nuestros hijos entre extraños, y extraños entre ellos… Quizás nos hemos anticipado a lo que quiere ser la humanidad futura, y quizás hemos vuelto a lo que era la humanidad en la antigüedad… ¿Por qué no ha de serlo al fin del mundo, que se muere de viejo y de podrido…? Un mundo que se ha olvidado de Dios…como nosotros lo hemos olvidado ¿Pensamos en Él nunca? ¿Nos ha importado nunca ninguna ley divina ni humana? Hemos vivido libremente, libremente…”*********************************************************************************************************** Ya a principios del siglo pasado, el divorcio era una cosa relativamente frecuente entre las parejas aún católicas y la infidelidad matrimonial, era considerada como algo inevitable y en muchos casos hasta deseable, normalmente en los ambientes sociales más refinados y pudientes. El modernismo había calado hondo a todos los niveles sociales, tal como habían denunciado con anterioridad todos los Pontífices de la Iglesia católica. A finales de siglo XX, el Papa san Juan Pablo II entristecido por los problemas de las familias, como consecuencia de estos y otros hechos acecidos durante el mismo, se expresaba en los siguientes términos (Carta Apostólica, dada en Roma el 31 de marzo de 1985): “Hoy en día los principios de la moral cristiana matrimonial son presentados de un modo desfigurado en muchos ambientes. Se intenta importar a ambientes y hasta sociedades enteras, un modelo que se autoproclama progresista y moderno.No se advierte entonces que en este modelo el ser humano, y sobre todo, quizás la mujer, es transformado de sujeto en objeto (objeto de manipulación específica), y todo el gran contenido del amor es reducido a mero placer, el cual, aunque toque ambas partes, no deja de ser egoísta en su esencia. Finalmente, el niño, que es fruto y encarnación nueva del amor de los dos, se convierte cada vez más en una añadidura fastidiosa. La civilización materialista y consumista penetra en este maravilloso conjunto conyugal-paterno y materno, y lo despoja de aquel contenido profundamente humano que desde el principio llevó una señal y un reflejo divino”************************************************************************* Preocupación extrema era para este Papa en una sociedad tan materialista el tema de la defensa de cualquier vida, y particularmente la del niño no nacido (Cruzando el umbral de la Esperanza. Ed. Círculo de lectores): “La cuestión del niño concebido y no nacido es un problema especialmente delicado, y sin embargo claro. La legalización de la interrupción del embarazo no es otra cosa que la autorización dada al hombre adulto -con el aval de una ley instituida- para privar de la vida al hombre no nacido y, por eso, incapaz de defenderse. Es difícil poder pensar en una situación más injusta, es de verdad difícil poder hablar aquí de obsesión, desde el momento en que entra en juego un fundamental imperativo de toda conciencia recta: la defensa del derecho de la vida de un ser inocente e inerme. Con frecuencia se presenta la cuestión como derecho de la mujer a una libre elección frente a la vida que ya existe en ella, que ella ya lleva en su seno: la mujer tendría el derecho a elegir entre dar la vida y quitar la vida al niño concebido. Cualquiera puede ver que esta es una alternativa aparente. No se puede hablar de derecho a elegir cuando lo que está en cuestión es un evidente mal moral, cuando se trata simplemente del mandamiento de ¡No matar!”************************************ Los hombres de buena voluntad saben que este mandamiento dado por Dios, impreso en lo más profundo de sus corazones, no prevé excepción alguna, sabe, que un niño concebido en el seno de la madre jamás es un agresor injusto, es por el contrario un ser indefenso que espera ser acogido con amor en el seno de una familia. Familia, que Nuestro Señor Jesucristo ha elevado a niveles extraordinarios, viniendo a nacer y crecer en el seno de una de ellas, la familia de Nazaret. Sin embargo, algunos hombres y mujeres inducidos, por las dificultades económicas, por un afán de modernismo mal entendido, o lo que es peor, por una escucha indebida del padre de la mentira, Satanás, han sido avocados a utilizar leyes que justifican comportamientos malvados con los niños concebidos en el seno de su madre, y que son ya hombres o mujeres en toda la extensión de la palabra, como prueban las técnicas más modernas de análisis que ya se utilizan por los médicos para hacer el seguimiento del embarazo de la mujer****************************************************************************************************************** Todo lo relacionado con este tema supone un gran dolor para las familias cristianas y es que: “La Revelación cristiana conoce dos modos específicos de realizar integralmente la vocación de la persona humana al amor: el matrimonio y la virginidad. Tanto el uno como el otro, en su forma propia, son una caracterización de la verdad más profunda del hombre, de su ser imagen de Dios. En consecuencia, la sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte. La donación física total sería un engaño si no fuese signo y fruto de una donación en la que está presente toda la persona, incluso en su dimensión temporal; si La persona se reserva algo a la posibilidad de decidir de otra manera en el futuro, ya no se donaría totalmente. Esta totalidad exigida por el amor conyugal, corresponde también con las exigencias de una fecundidad responsable, la cual, orientada a engendrar una persona humana, supera por su naturaleza el orden puramente biológico y toca una serie de valores personales, para cuyo crecimiento armonioso es necesaria la contribución perdurable y concorde de los padre************************************************************************************* La institución matrimonial no es una injerencia indebida de la sociedad o de la autoridad, ni la imposición intrínseca de una forma, sino una exigencia interior del pacto conyugal (entre hombre y mujer) que se confirma públicamente como único y exclusivo, para que sea vivida así la plena fidelidad al designio de Dios Creador. Esta fidelidad lejos de rebajar la libertad de la persona, la defiende contra el subjetivismo y el realismo, y la hace partícipe de la sabiduría creadora” (Exhortación Apostólica, Familiaris Consortio; Papa Juan Pablo II. Dada en Roma el 22 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, del año 1981).Verdaderamente el Papa san Juan Pablo II ha sido uno de los Pontífices de la Iglesia católica que mejor han analizado la problemática del ataque sistemático por las fuerzas del mal al sagrado Sacramento del matrimonio y por tanto a la familia, tratando de desprestigiar, si pudieran, ambas instituciones de Cristo. La Iglesia católica consciente de que el matrimonio y la familia son valores muy importantes de la humanidad quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia trata de vivirlo fielmente, busca la verdad, y a todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el proyecto familiar. Sosteniendo a los primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia (Con. Ecuménico Vaticano II. Gaudium et Spes, 52) *************************************************************************** El Papa Benedicto XVI comparte con su querido predecesor en la Silla de Pedro, Juan Pablo II, el amor y el interés por la familia, así como por el Sacramento del Matrimonio, demostrándolo en distintas ocasiones en sus escritos, homilías, catequesis, etc. En una ocasión respondió a una pregunta en este sentido, recogida en el capítulo III del libro:El amor se aprende. Las etapas de la familia. Romana Editorial, S.L. 2012: “La mayoría de los jóvenes dudan hoy en día entre contraer matrimonio o convivir al margen de rígidos vínculos jurídicos. A nivel estatal, se advierten tendencias a equiparar las uniones de hecho y la relación de pareja homosexual, al matrimonio. Es necesario, por tanto, preguntarse: ¿Por qué tiene que ser el matrimonio la única forma aceptable de unión entre dos personas?...Cuando dos personas se entregan mutuamente y, juntas, dan vida a los hijos, también ahí se implica lo sagrado, el misterio del ser humano, que va mucho más allá del derecho a disponer de uno mismo. En cada ser humano está presente el misterio divino. Por eso la unión entre hombre y mujer desemboca de forma natural en lo religioso, en lo sagrado, en la responsabilidad asumida ante Dios… Por eso, cualquier otra forma de unión es una vía de escape con la que esquivar la propia responsabilidad frente al otro y frente al misterio de su persona, introduciendo una labilidad que acarreará sus propias consecuencias. Muy diversa es la cuestión de las relaciones por parte de parejas homosexuales. Pienso que cuando en un matrimonio, en una familia, ya no cuenta que el fundamento sea un hombre y una mujer, sino que se equipara la homosexualidad a esa relación, se está hiriendo gravemente la tipología básica que configura la estructura de la naturaleza humana. Por esta vía cualquier sociedad está llamada a encontrarse con graves problemas”************************************************************************************************************* Podríamos preguntarnos ¿Cuáles pueden ser las causas de estos graves problemas que nos anunciaba el Papa? La respuesta no parece sencilla porque son muchas y numerosas las constatables en este momento de la historia del hombre. Muchos matrimonios, acosados por dificultades económicas o de otro tipo, han decidido conformarse con un bajo número de hijos. Al fin y al cabo, aunque ésta no es la solución ideal para países con bajo índice de natalidad, no puede decirse que al menos no exista buena voluntad en estos matrimonios por crear una familia en toda la extensión de la palabra. En cambio, ya es otra cosa cuando ni siquiera está en la intención de los conyugues, sacrificarse un poco, en aras del nacimiento de unos hijos. Por otra parte, la influencia ejercida por ejemplos de vida, que constantemente se muestran, con gran entusiasmo, en la prensa llamada del corazón, hacen aparecer el matrimonio como algo muy lábil y necesariamente agotado al cabo de un tiempo más o menos corto, ello, unido al ansia de liberación del hombre y de la mujer en los tiempos de modernidad que corren, hacen preguntarse a muchos jóvenes y no tan jóvenes con frecuencia: ¿Por qué el Sacramento del matrimonio tiene que implicar la permanente unión, hasta la muerte? A esta pregunta respondió en su momento magníficamente el Papa Benedicto XVI en el libro mencionado anteriormente (Ibid): La dignidad del ser humano tan solo viene plenamente respetada a condición de hacer de sí mismo un don total, sin reservarse el derecho a poner en discusión ese don ni a revocarlo. El Sacramento del matrimonio no es un contrato temporal, sino un ceder incondicionalmente el propio "yo" a un "tú".
JESÚS DIJO (LIII): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS
++HE RESUCITADO Y SIEMPRE ESTOY CONTIGO: TU HAS PUESTO SOBRE MI TUS MANOS (1/mayo/2020)**** ++SAN PABLO Y LA REALIDAD DE LA IGLESIA DE CRISTO (5/mayo/2020)**** ++JESÚS DIJO XLVII: TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS (11/ mayo/2020)**** ++EL VERBO DE DIOS HECHO CARNE HABITÓ ENTRE NOSOTROS (15/mayo/2020)**** ++JESÚS DIJO (XLVIII): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS (21/ mayo/2020)**** ++CUARENTA DIAS DESPUES DE LA RESURRECCIÓN JESÚS SUBE AL PADRE (23/mayo/2020)**** ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ SAGRADA BIBLIA. VERSION OFICIAL DE LA CONFERENCIAL EPISCOPAL ESPAÑOLA (BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS 2010) ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ IMNO AL DIOS FUERTE Y BUENO (SALMO 33-32) ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ ***Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos / Dad gracias al Señor por la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas / cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones / Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales / él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. ***La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos / encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano / Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante Él los habitantes del orbe: porque Él lo dijo y existió; él lo mandó y todo fue creado. ***El señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos / pero el plan del señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad / Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se escogió como heredad / El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres / Desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: el modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones. ***No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza; nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salvan / Los ojos del Señor están puestos en quién le teme, en los que esperan su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempos de hambre. ***Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y escudo / con Él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos / Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ ORACIÓN ANTE LOS TESTIGOS FALSOS (SALMO 35-34) ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ ***De David. Pelea, Señor, contra los que me atacan, guerrea contra los que me hacen guerra / empuña el escudo y la adarga, levántate y ven en mi auxilio / blande la lanza y la pica contra mis perseguidores; di a mi alma:
jueves, 6 de agosto de 2020
EL PROGRESO HACIA LA BUSQUEDA DE LA UNIDAD Y EL PAPA BENEDICTO XVI
Se refiere el recién investido Pontífice a aquel momento crucial de la
historia de la humanidad en el que Jesús informó a su apóstol Pedro de que había
rezado por él para que no desfalleciera su fe. Y en verdad, que esta oración
del Señor fue tan eficaz para él, como lo fue a lo largo de todos los siglos y
hasta nuestros días, para todos sus
sucesores en el Papado, cuestión ésta, muy a tener en cuenta si recordamos los
grandes sufrimientos por los que ha tenido que pasar la Iglesia de Cristo.
Según el evangelista san Lucas, viendo Jesús la situación tomo la palabra y les dijo (Lc 22, 25-33): “<Los reyes de las naciones tiranizan y sus príncipes reciben el nombre de bienhechores / entre vosotros no ha de ser así, sino que el mayor entre vosotros será como el más joven, y el que mande el que sirva / En efecto, ¿quién es más grande, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pues bien, yo estoy en medio de vosotros, como el que sirve /
Vosotros habéis perseverado conmigo en mis pruebas / y yo os voy a dar
el reino como mi Padre me lo dio a mí / para que comáis y bebáis a mi mesa en
mi reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel>
/ <Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder cribaros como trigo / pero
yo he rogado por ti para que no desfallezca tu fe; y tú, una vez convertido,
confirma a tus hermanos> / Pero él dijo: <Señor, estoy dispuesto a ir
contigo a la cárcel y hasta a la muerte”
Y Pedro cumplió su palabra, a pesar de tener que pasar por aquellos
momentos de debilidad que Jesús le había profetizado, negándole hasta tres
veces antes que cantara un gallo…La carne es débil, y el miedo se apodera
muchas veces de los hombres ante la crueldad que ellos mismos pueden engendrar.
Por eso, Pedro cumplió su palabra y murió en la cruz como su Maestro, después
de regir su Iglesia como le había pedido, confirmando en la fe a sus hermanos…
En este sentido, un ejemplo admirable fue el dado por el Papa san Gregorio
Magno (590-604), el cual desde el principio de su Pontificado manifestó su
ideario, publicando la obra <Liber pastoralis curae>; se trata de un
libro que habla del oficio del Obispo,
en el que se plasma claramente las líneas maestras que debe seguir cualquier
hombre llamado a cumplir con el Pontificado.
“A pesar de las dificilísimas condiciones en las que tuvo que actuar,
gracias a su santidad de vida y a su rica humanidad consiguió conquistar la
confianza de sus fieles, logrando para su tiempo y para el futuro resultados
verdaderamente grandiosos.
Era un hombre inmerso en Dios: el deseo de Dios estaba siempre vivo en
el fondo de su alma, y precisamente por esto estaba siempre muy atento al
prójimo, a las necesidades de las gentes de su época. En un tiempo desastroso,
más aún, desesperado, supo crear paz y dar esperanza. Este hombre de Dios nos
muestra donde están las verdaderas fuentes de la paz y de donde viene la
verdadera esperanza; así se convierte en guía también para nosotros hoy”
Con plena conciencia, al inicio del ministerio en la Iglesia de Roma
que Pedro regó con su sangre, su actuar sucesor asume como compromiso
prioritario trabajar con el máximo empeño en el restablecimientos de la unidad
plena y visible de todos los discípulos de Cristo”
El mundo entero con confianza dirigió a él su mirada. A muchos les
pereció que esa intensa participación, difundida hasta los confines del planeta
por los medios de comunicación social, era como una petición común de ayuda
dirigida al Papa por la humanidad actual, que, turbada por incertidumbres y
temores, se plantea interrogantes sobre el futuro”
Es por eso, que la Iglesia de Cristo necesita más que nunca de la total
unión de todos sus componentes, para afrontar con garantía de éxito el incierto
futuro de la humanidad. La cuestión en sí, sigue presentando serias
dificultades, como consecuencia de los años pasados sin haber escuchado estas
palabras del Señor (Jn16, 12-17):
Ante el <Juez Supremo> de todo ser vivo, debe ponerse cada uno,
consciente de que un día deberá rendirle cuentas de lo que ha hecho u omitido
por el gran bien de la unidad plena y visible de todos sus discípulos.
Sinceras palabras de este Pontífice, como pudo comprobarse enseguida, y así en el <Encuentro Ecuménico> llevado a cabo en Varsovia, un jueves 25 de mayo de 2006 se manifestaba en los términos siguientes:
“Quiero expresar mi aprecio a la Comisión bilateral del Consejo
Ecuménico polaco, que ha emprendido la elaboración de un documento en el que se
presenta la doctrina cristiana común sobre el matrimonio y la familia, y se
establecen principios, aceptables por todos, para contraer matrimonios
inter-confesionales, indicando un
programa común de solicitud pastoral para dichos matrimonios. Deseo a todos que
en esta delicada cuestión se acredite la confianza recíproca entre las iglesias
y una colaboración que respete plenamente los derechos y responsabilidades de
los cónyuges por la formación en la fe de la propia familia y para la educación
de los hijos”
Finalmente recordaremos las palabras del Papa Benedicto XVI durante uno de sus últimos encuentros Ecuménicos, más concretamente, al acto que tuvo lugar en el salón de honor del Patriarca siro-católico de Charfet, un domingo 16 de septiembre de 2012:
Es un mensaje que todos los cristianos, y nosotros en particular, tenemos la misión de transmitir al mundo, y que adquiera un valor inestimable en el contexto actual de Oriente Medio.
Trabajemos sin descanso para que nuestro amor por Cristo nos conduzca
paso a paso hacia la plena comunión entre nosotros. Para ello, debemos por la
oración y el compromiso común, volver sin cesar a nuestro único Señor y
Salvador. Pues como he escrito en la Exhortación Apostólica <Ecclesia in
Medio Oriente>, que he tenido el gozo de entregaros:
Jesús une a quienes creen en él y le aman, entregándoles el Espíritu de
su Padre, así como el de María, su madre. Confío a la Virgen María cada uno de
vosotros, así como los miembros de vuestras Iglesias y Comunidades”
viernes, 31 de julio de 2020
JESÚS DIJO (LII): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS
-CON LA PASIÓN CON LA MUERTE Y CON LA RESURRECCIÓN DE CRISTO VINO LA SALUD PARA EL GENERO HUMANO (3/abril /2020)
-HE AQUÍ QUE EL MUNDO SE FUE TRAS
EL (4/ de abril/2020)
-EL AUGUSTO SACRAMENTO DEL ALTAR:
LA EUCARISTIA (3ª Parte) (9/ de abril/2020)
-LOS APOSTOLES CREYERON EN LA
RESURRECCION DE CRISTO (11/de abril /2020)
-LA DINAMICA DE LA FE IMPLICA LA
FIDELIDAD A JESUS Y A SU MENSAJE (15/de abril/2020)
-JESUS Y LA PARABOLA DEL
ADMINISTRADOR INFIEL (18/de abril/2020)
La Santa Biblia (Traducida de los
textos originales en equipo bajo la dirección del Dr. Evaristo Martín Nieto.
Ed. San Pablo 1988)
PROPAGACION DEL EVANGELIO ENTRE
LOS PAGANOS: SEGUNDO VIAJE DE PABLO (Hch 17, 1-9; 10-21; 22-34) (Hch 18, 1-23)
*En Tesalónica
Pasaron por Anfípolis y Apolonia,
donde los judíos tenían una sinagoga / Pablo, según su costumbre, se presentó
allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las escrituras, / explicando
y probando que el Mesías debía padecer y resucitar de entre los muertos; y el
Mesías, decía, es el Jesús que yo os anuncio / algunos de ellos se convencieron
y se unieron a Pablo y a Silas, así como muchos prosélitos griegos y buen
número de mujeres nobles / los judíos, llevados por la envidia echaron mano de
unos malhechores, que provocaron tumultos y alborotaron a la ciudad. Se
presentaron ante a la casa de Jasón para llevarlo ante la plebe; / al no
encontrarlos, arrastraron a Jasón y algunos hermanos ante los magistrados,
gritando: éstos, que han revolucionado el mundo entero, se han presentado
también aquí, / y Jasón los ha hospedado. Todos éstos actúan contra los
decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús / La plebe y los
magistrados, al oír esto, se alarmaron; y exigieron una fianza a Jasón y a los
restantes para ponerlos en libertad
*En Berea
Al llegar la noche, los hermanos
hicieron partir en seguida a Pablo y a Silas hacia Berea. Así que llegaron,
fueron a la sinagoga de los judíos. / Los judíos de Berea, eran más abiertos
que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición,
estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así. / Muchos judíos
abrazaron la fe, así como gran número de paganos, mujeres distinguidas y
hombres. / Cuando los judíos de Tesalónica
supieron que Pablo anunciaba también en Berea la palabra de Dios, fueron
allá para agitar y alborotar a la plebe. / Entonces los hermanos hicieron
partir a Pablo hacia el mar, y Silas y Timoteo se quedaron allí. / Los que
acompañaban a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron en seguida con el
encargo para Silas y Timoteo de que se unieran con él lo más pronto posible.
*En Atenas
Mientras Pablo le esperaba en
Atenas, se llenaba de indignación al contemplar la ciudad llena de ídolos. /
Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en
la plaza con los que se encontraba. / Algunos filósofos epicúreos y estoicos
conversaban con él, unos decían: < ¿Qué querrá decir ese charlatán?> Y
otros: <Parece ser un predicador de divinidades extranjeras> (Porque
anunciaba a Jesús y la resurrección) / Lo llevaron al Areópago, y le
preguntaron: < ¿Podemos saber qué doctrina nueva enseñas? / Nos tienes
cansados los oídos con cosas extrañas, y queremos saber de qué se trata>. /
Todos los atenienses y los extranjeros residentes sólo se entretenían en decir
o en oír novedades.
*Pablo en el Areópago
Pablo, puesto en pie en medio del
Areópago, dijo: <Atenienses> por todo veo que sois muy religiosos. / Al
recorrer vuestra ciudad y contemplar vuestros monumentos sagrados, me he
encontrado incluso un altar con esta descripción: <Al Dios desconocido>.
Pues bien, lo que veneráis sin conocerlo, eso es lo que yo os vengo a anunciar.
/ El Dios que ha hecho al mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo
y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre. / Ni
es servido por manos humanas, como si necesitase algo él, que da a todos la
vida, el alimento y todas las cosas; / de un solo hombre ha hecho todo el
género humano para que habite sobre toda la superficie de la tierra, determinando
los tiempos y los límites de su morada, / para que buscasen a Dios, y a ver si
buscando a tientas lo podían encontrar; aunque no está lejos de cada uno de
nosotros, / ya que en él vivimos, nos movemos y existimos, como alguno de
vuestros poetas ha dicho también: <Porque somos de tu linaje>. / Pues si
nosotros somos linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad es semejante
a oro o plata o piedra, escultura hecha por el arte y el ingenio del hombre. /
Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, hace saber ahora a los
hombres que todos, en todas partes, se arrepientan, / puesto que ha establecido
un día en el que ha de juzgar al universo con justicia por medio de un hombre,
a quien ha designado y acreditado ante todos al resucitarlo de entre los
muertos, unos se burlaban y otros dijeron: <Te oiremos sobre esto otra
vez>. / Así Pablo se separó de ellos. / Algunos, sin embargo, se unieron a
él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada
Dámaris y algunos otros.
*En Corinto
Después de esto, Pablo salió de
Atenas y fue a Corinto. / Allí encontró a un judío llamado Aquila, oriundo del
Ponto, que acababa de llegar de Italia, con su mujer, Priscila, por haber
decretado Claudio que salieran de Roma todos los judíos. Pablo se relacionó con
ellos; y como eran del mismo oficio, se quedó trabajando en su casa; se
dedicaban a fabricar tiendas de campaña. / Todos los sábados discutía en la
sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos. / Cuando Silas y Timoteo
llegaron a Macedonia, Pablo se entregó por completo a la predicación de la
palabra, proclamando ante los judíos que Jesús era el Mesías. / Como ellos le
llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: <Que
vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me
iré con los paganos>. / Partió de allí, y fue a casa de un prosélito, que
vivía junto a la sinagoga. / Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor
con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron
y se bautizaron. / Una noche el Señor dijo en visión a Pablo: <No tengas
miedo, habla y no calles, / porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte
mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso>. / Y se detuvo allí un
año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.
*Pablo ante Galión
Siendo Galión procónsul en Acaya,
los judíos se sublevaron a una contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal /
con esta acusación: <Éste incita a los hombres a que den culto a Dios en contra de la
ley>. / Pablo iba a hablar, cuando Galión dijo a los judíos: <Si se
tratase de un crimen o de un delito grave, yo os escucharía pacientemente, como
es de justicia; / pero si es cuestión de palabras y nombres y cosas de vuestra
ley, allá vosotros; yo no quiero ser juez de estos asuntos>. / Y los echó
del tribunal. / Entonces se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y
lo golpearon delante del tribunal, sin que nada de esto le importara a Galión.
*Vuelta a Antioquía de Siria
Pablo permaneció aún cierto
tiempo en Corinto; después se despidió de los hermanos y se embarcó hacia
Siria. Lo acompañaban Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza
porque había hecho un voto. / Llegaron a Éfeso, donde se separó de ellos. Fue a
la sinagoga y estuvo discutiendo con los judíos. / Ellos le pidieron que se
quedase más tiempo; pero no accedió; / y se despidió con estas palabras:
<Volveré de nuevo, si Dios quiere>. / Zarpó de Éfeso, desembarcó en
Cesarea, fue a saludar a la Iglesia y bajó de Antioquía. / Allí estuvo algún
tiempo y recorrió nuevamente la región de Galacia y Frigia, alentando a todos
los discípulos.
jueves, 30 de julio de 2020
EL PRIMER MILAGRO DE JESÚS: LAS BODAS DE CANÁ
“Y al día tercero se celebraron
unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la Madre de Jesús / Fueron también
invitados a las bodas Jesús y sus discípulos / Y como faltaba el vino, la Madre
de Jesús le dijo: <no tienen vino> / Y le dice Jesús: ¿Qué tenemos que
ver tú y yo mujer? ¿Todavía no ha llegado mi hora? / dice su Madre a los que
servían: todo cuanto Él os diga hacedlo / Había allí seis tinajas de piedra
destinadas a la purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener
de dos a tres metretas (38,88 litros) / Dice Jesús: llenad de agua las tinajas.
Y las llenaron hasta arriba / Y les dice: sacad ahora y llevarlo al maestre
sala. Y lo llevaron / más cuando gustó el maestre sala el agua hecha vino y no
sabía de donde era, pero sabiéndolo los que servían, que habían sacado el agua,
llama al esposo el maestre sala / y le dice: Todo hombre pone primero el buen
vino, y cuando estén ya bebidos, pone el peor, tú has reservado el vino bueno
hasta ahora”
El Papa san Juan Pablo II
refiriéndose a este primer milagro del Señor en su Audiencia General del
miércoles 26 de febrero de 1997 nos decía: “En el episodio de las bodas de
Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de
Jesús y, como para sugerir que esa presencia estaba en el origen de la invitación
dirigida por los esposos al mismo Jesús y a sus discípulos, añade: <Fue
invitado a la boda también Jesús con sus discípulos>. Con estas palabras.
San Juan parece indicar que en Caná, como acontecimiento fundamental de la
Encarnación, María es quien introduce al Salvador.
El significado y el papel que
asume la presencia de la Virgen se manifiesta cuando llega a faltar el vino.
Ella, como experta y solicita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e
interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer lugar, para
ayudar a los esposos en dificultad. Dirigiéndose a Jesús con las palabras: <No tienen vino>”
“En Caná, la Virgen muestra una vez más su total disponibilidad a Dios. Ella que, en la Anunciación, creyendo en Jesús antes de verlo, había contribuido al prodigio de la concepción virginal, aquí, confiando en el poder de Jesús, provoca su <primer signo>, la prodigiosa transformación del agua en vino.
La primera pregunta que nos podríamos hacer al leer este milagro es: ¿Qué sentido habría que darle a la considerable cantidad de vino que Jesús proporcionó a los invitados de aquellas bodas?
“La sobreabundancia de Caná es el
Signo que indica que ha comenzado la
fiesta de Dios con la humanidad, su entregarse así mismo por los hombres. El
marco del episodio, las bodas, se convierte así en la imagen que, más allá de
sí misma, señala la hora mesiánica: La hora de las nupcias de Dios con su
pueblo ha comenzado con la venida de Jesús. La promesa escatológica irrumpe en
el presente…
Jesús se presenta aquí como el (novio) de las nupcias prometidas de Dios con su pueblo, introduciendo así misteriosamente su existencia, Él mismo, en el misterio de Dios. En Jesús, de manera insospechada, Dios y el hombre se hacen uno, se celebran las <bodas>, las cuales, sin embargo, y esto es lo que Jesús subraya en su respuesta, pasan por la Cruz, por el momento en el que el novio <será arrebatado>”
“Cuando Jesús, en aquel instante,
habla a María de su hora, está relacionando precisamente este momento con el
del misterio de la Cruz concebido como su glorificación. Esa hora no había
llegado todavía… Y no obstante, Jesús, tiene el
poder de anticipar esta <hora> misteriosamente con un <signo>. Por
tanto, el milagro de Caná se caracteriza como una anticipación de la
<hora> y está íntimamente relacionado con ella”.
Por eso asegura Benedicto XVI (Ibid):
“¿Cómo podríamos olvidar que este
conmovedor misterio de la anticipación de la hora se sigue produciendo todavía?
Así como Jesús, ante el ruego de su Madre, anticipa simbólicamente su hora y,
al mismo tiempo, se remite a ella, lo mismo ocurre siempre de nuevo en el
Sacramento de la Eucaristía: Ante la oración de la iglesia, el Señor anticipa
en ella su segunda venida, viene ya, celebra ahora la boda con nosotros, nos
hace salir de nuestro tiempo lanzándonos hacia aquella <hora>”
“Algunos estudiosos del texto
sagrado, siguiendo la interpretación de san Agustín, identifican esa
<hora> con el acontecimiento de la Pasión. Para otros, en cambio, se
refiere al primer milagro en que se revelaría el poder mesiánico del profeta de
Nazaret”
Como también aseguraba el Papa
Benedicto XVI refiriéndose a la auto-revelación de Jesús y su gloria (Ibid):
“El agua, que sirve para la
purificación virtual se convierte en vino, en signo y don de la alegría
nupcial. Aquí aparece algo del cumplimiento de la ley, que llega a su
culminación en el ser y actuar de Jesús… El agua se convierte en vino. El
don de Dios, que se entrega así mismo viene ahora en ayuda de los esfuerzos del
hombre, y con ello crea la fiesta de la alegría, una fiesta que solamente la
presencia de Dios y de su don pueden instituir”
Por último es interesante señalar
también que: “La exhortación de María:
<Haced lo que Él os diga>, conserva un valor siempre actual para los
cristianos de todos los tiempos, y está destinado a renovar su efecto
maravilloso en la vida de cada uno. Invita a una confianza sin vacilaciones,
sobre todo cuando no se entienden el sentido y la utilidad de lo que Cristo
pide”
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