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martes, 31 de octubre de 2023

EL AMOR A DIOS Y EL AMOR A LOS HOMBRES SON INSEPARABLES **** SON UN ÚNICO MANDAMIENTO

El amor a Dios y el amor a los hombres son inseparables,son un único Mandamiento,tal como podemos leer en el Catecisma de la Iglesia Católica (nº 1970):"Toda la Ley evangélica está contenida en el -Mandamiento Nuevo- de Jesús (Jn 13, 34): *Amarnos los unos a los otros como Él (Dios) nos ha amado (Jn 15,12)* ;o dicho de otra forma (nº 1970):"La Ley evangélica está resumida en la regla de oro:*Todo cuanto queráis que os hagan los hombres,hacédselo también vosotros;porque ésta es la Ley y los Profetas* (Mt 7,12; Lc 6,31)". Se presenta aquí el gran tema de la vida interior del hombre: El amor a Dios y el amor al prójimo.El Papa Benedicto XVI en cierta ocasión se preguntaba a este respecto:¿Es realmente posible amar a Dios aunque no se vea?, ¿Se puede mandar al amor? cuestiones a las que el mismo se contestaba con este razonamiento (Los Caminos de la vida interior.El itinerario espiritual del hombre; Ed.Chronica S.L. 2011):
"Nadie ha visto a Dios tal como es en sí mismo.Y sin embargo,Dios no es del todo invisible para nosotros,no ha quedado fuera de nuestro alcance.Dios nos ha amado primero,dice la Carta de Juan (1 Jn 4, 10),y este amor de Dios ha aparecido entre nosotros,se ha hecho visible,pues: Dios envió al mundo a su Hijo Únigenito,para que vivamos por medio de Él (1 Jn 4,9)...Dios se ha hecho visible:En Jesús podemos ver al Padre (Jn 14,9).De hecho,Dios es visible de muchas maneras.En la historia de amor que nos narra la Biblia,Él sale a nuestro encuentro,trata de atraernos,llegando hasta la Última Cena,hasta el Corazón traspasado en la Cruz,hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que Él,por la acción de los Apóstoles,ha guiado el caminar de la Iglesia naciente"
Por otra parte,la Iglesia naciente creció y creció, hasta nuestros días, porque como muy bien nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica (nº784):"Es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo.Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios,como Él mismo anunció...Aunque son pastores humanos quienes gobiernan a las ovejas (como Él también ordenó),sin embargo es Cristo mismo el que sin cesar las guia y alimenta".Así pues,tal como afirmaba el Papa Benedicto XVI (Ibid):"El Señor nunca ha estado ausente en la historia sucesiva de la Iglesia:Siempre viene a nuestro encuentro a través de los hombres en los que Él se refleja;mediante su Palabra,en los Sacramentos,especialmente en la Eucaristía...En la liturgia de la Iglesia,en su oración, en la comunidad de vida de los creyentes experimentamos el amor de Dios,percibimos su presencia y,de este modo,aprendemos a reconocerla en nuestra vida cotidiana...Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero;por eso nosotros podemos corresponder también con amor.Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos.Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor,y de este -antes- de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta"
Sí,en Dios y con Dios,amamos también a nuestro prójimo,pero como sigue diciendo el Papa Benedicto XVI (Ibid):"Esto sólo se puede llevar a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios,un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad,llegando a implicar el sentimiento.Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos,sino desde la perspectiva de Jesucristo...Al verlo con los ojos de Cristo,puedo dar al otro mucho más que las cosas externas necesarias:puedo ofrecerle la mirada de amor que necesita.En esto se manifiesta la imprescindible interacción entre el amor a Dios y el amor al prójimo de la que habla con tanta insistencia la Primera Carta de san Juan"
En efecto,en su primera Carta el apóstol san Juan lanza una advertencia a los herejes que habían surgido dentro de la comunidad cristiana de su tiempo.Concretamente,muchos estudiosos de las Sagradas Escrituras,defienden,que estos podían pertenecer a la secta de los gnósticos,los cuales rechazaban la identidad celeste de Cristo y no admitían el valor expiatorio de su muerte.Ciertamenten el gnosticismo ejercio desde el principio la más firme oposición a la Iglesia Católica,a la Iglesia de Cristo,por eso también, el apóstol san Pablo en su primera Epístola a su discípulo Timoteo describe el gnosticismo como *novedades profanas de palabras y oposiciones de falsos conocimientos* El apóstol san Juan por su parte,en la Carta anteriormente mencionada,se expresaba en los siguiente términos a este respecto (1 Jn 7-11):"Queridos mios,amémonos los unos a los otros,porque el amor es de Dios;y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios/ El que no ama no ha conocido a Dios,porque Dios es amor/En esto se manifiesta el amor de Dios por nosotros:en que ha mandado a su Hijo Únigenito al mundo para que nosotros vivamos por Él/.../Queridos míos,si Dios nos ha amado de este modo,también nosotros debemos amarnos los unos a los otros"
Despúes de recordar el Mensaje de Cristo por boca de sus enviados,los apóstoles y sus sucesores en este ministerio,a los largo de los siglos,parece adecuado recordar también la situación actual del cristianismo.El Papa Benedicto XVI en su libro póstumo hace este interesante análisis de un tema que está siempre de moda.Él llega a decir entre otras muchas cosas en su obra que:"El estado moderno del mundo occidental se ve a sí mismo,como una gran potencia de tolerancia que rompe con las tradiciones nocivas y prerracionales de todas las religiones.Además,en su manipulación radical del hombre y la distorsión de los sexos mediante la ideología de genero,se contrapone de modo particular al cristianismo.Esta oposición dictatorial de tener siempre la razón por parte de una aparente racionalidad,exige el abandono de la antropologia cristiana y de su consiguiente estilo de vida que se considera prerracional.La intolerancia de esta moderna modernidad hacia la fe cristiana aún no se ha convertido en persecución abierta,y sin embargo se presenta de forma cada vez más autoritaria,pretendiendo lograr,mediante la legislación correspondiente,la extinción de aquello que es esencialmente cristiano" (Qué es el cristianismo.Un Testamento espiritual;Benedicto XVI;La Esfera de los libros,S.L.,2023).
La esperanza viene,no obstante esta situación negativa para la Iglesia de Cristo,de la mano de nuestro Papa Francisco cuando se refiere a Cristo siempre presente en la vida de los hombres,también en el momento del Juicio Final...Él viene a decir en un momento dado:"Un motivo de confianza nos lo da la constatación de que,en el momento del Juicio,no estaremos sólos.Jesús mismo,en el Evangelio de Mateo,anuncia cómo,al final de los tiempos quienes le hayan seguido tendrán sitio en su gloria,para juzgar juntamente con Él (Mt 19,28):*Os lo aseguro:vosotros,los que me habéis seguido,en la regeneración,cuando el Hijo del hombre,se siente en el trono de la gloria,os sentaréis también vosotros sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel* .
El apóstol Pablo,luego,al escribir a la comunidad de Corinto,afirma (1 Co 6,1-3):*"Si alguno de vosotros tiene pleito con otro,¿se atreverá a llevar la causa ante los paganos y no ante los santos?¿No sabéis que los santos juzgarán al mundo?/Y si vais a juzgar al mundo,¿seréis incapaces de juzgar pleitos más pequeños?/¿No sabéis que juzgaremos a los ángeles?/Cuánto más las cosas ordinarias de esta vida*" Qué hermoso es saber que en estas circustancias,además de contar con Cristo,contaremos con nuestro Paráclito,nuestro Abogado ante el Padre (1 Jn 2,1),podremos contar también con la intercesión y la benevolencia de muchos hermanos y hermanas nuestros que nos han precedido en el camino de la fe,que ofrecieron su vida por nosotros y siguen amandonos indiscriptiblemente.Los santos ya viven en presencia de Dios,en el esplendor de su gloria intercediendo por nosotros que aún vivimos en la tierra" (Credo;una conversación con Marco Pozza;Libreria Editrice Vatica S.L.,2020)