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martes, 5 de marzo de 2024

ES NECESARIO COMENZAR DE NUEVO ***** A VIVIR DE DIOS, VUELTOS HACIA ÉL Y EN OBEDIENCIA A ÉL

El Papa Benedicto XVI en el libro que recoge los escritos que compuso en el Monasterio Mater Ecclesiae, publicados después de su muerte con el título: -Qué es el cristianismo (Un testamento espiritual)- (La Esfera de los Libros,S.L.,2023),en un momento dado llega a decir estas proféticas palabras: "La primera tarea que debe surgir de las convulsiones morales de nuestro tiempo es:*Comenzar de nuevo a vivir de Dios, vueltos hacia Él y en obediencia a Él* ". Ante noticias tan preocupantes en orden a la moralidad de nuestros tiempos,en cualquier lugar del mundo,y que afecta a tantas personas independientemente de su raza o clase social,es verdaderamente razonable tener en consideración el pensamiento de este Pontífice,santo y sabio, que tanto hizo por la Iglesia de Cristo. En este sentido el Papa sigue diciendo:"El tema de Dios parece completamente irreal,alejado de las cosas que nos ocupan.Y,sin embargo,todo cambia si no se presupone a Dios,sino que se le antepone.Si no se le deja de algún modo en un segundo plano,sino que que se le reconoce como el centro de nuestro pensar,hablar y actuar.
Dios se hizo hombre por nosotros.El hombre como criatura está tan cerca de su corazón que se ha unido a él entrando concretamente en la historia.Habla con nosotros,vive con nosotros,sufre con nosotros y por nosotros asumió la muerte.Ciertamente,en teología hablamos mucho de ello con un lenguaje y unos conceptos doctos.Y precisamente de ahí surge el peligro de que nos volvamos señores de la fe,en lugar de dejarnos renovar y dominar por ella.
Reflexionemos sobre ello a partir de un punto central,la celebración de la sagrada Eucaristía.Nuestra relación con la Eucaristía no puede sino ser motivo de preocupación.El Vaticano II quiso, con toda razón,volver a situar este Sacramento de la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo,de la presencia de su persona,de su Pasión,Muerte y Resurrección ,en el centro de la vida cristiana y de la existencia de la Iglesia.En parte ha sido así y por ello queremos dar las gracias al Señor de todo corazón.
Pero el caso es que hay otra actitud ampliamente dominante:No se ha impuesto un nuevo respecto profundo ante la presencia de la Muerte y la Resurrección de Cristo,sino una manera de tratar con Él,que destruye la grandeza del misterio.La menguante participación en la celebración dominical de la Eucaristía muestra lo poco que los cristianos de hoy sabemos apreciar la grandeza del don que consiste en su presencia real.La Eucaristía queda degradada a un gesto ceremonial cuando se da por sentado que los buenos modales exigen que se distribuya a todos los individuos por razones de parentesco,en celebraciones familiares o acontecimientos como bodas y funerales.La obviedad con la que en algunos lugares los presentes,por el mero hecho de serlo,reciben el Santísimo Sacramento muestra cómo la comunión se considera ya nada más que como un gesto ceremonial.
Si reflexionamos sobre lo que hay que hacer,está claro que no necesitamos otra Iglesia inventada por nosotros.Lo que hace falta, en cambio,es una renovación de la fe en la realidad de Jesucristo que se nos ha donado en el Sacramento...Debemos hacer todo lo posible para proteger el don de la Sagrada Eucaristía de los abusos..." Por otra parte, sigue diciendo el Papa refiriéndose ya a la problemática actual de Iglesia católica (Ibid): "Hoy en día,la Iglesia solo se la ve en gran medida como una especie de aparato político. De hecho,solo se habla de ella utilizando categorías políticas, y esto es así incluso en el caso de los Obispos que formulan su idea de la Iglesia del mañana en buena medida casi exclusivamente en términos políticos...Pero la Iglesia hecha por nosotros no puede representar esperanza alguna.
Jesús mismo comparó a la Iglesia con una red de pesca en la que hay peces buenos y malos,siendo Dios mismo quien tendrá que separar al final a unos de otros.Junto a esto está la parábola de la Iglesia como un campo en el que crece el buen trigo que Dios mismo ha sembrado,pero también la cizaña que un enemigo ha sembrado secretamente en medio del trigo.En efecto,la cizaña en el campo de Dios,la Iglesia, salta a la vista por su cantidad,y los peces malos en la red también muestran su fuerza. Pero el campo no deja de ser el campo de Dios y la Red sigue siendo la Red de pesca de Dios.Y en todas las épocas no sólo ha habido y habrá cizaña y peces malos, sino también la siembra de Dios y peces buenos.Anunciar con igual medida ambas cosas con fuerza no es falsa apologética, sino un servicio necesario prestado a la verdad"