-EL RETO DE LA EVANGELIZACION:
SGLO XVII (1ª Parte) (3/4/2019)
-EL RETO DE LA EVANGELIZACION: SIGLO
XVII (2ª Parte) (6/4/2019)
-JESÚS DIJO (XXXVIII): TRABAJOS
PUBLICADOS EN MRM.MARUS (13/4/2019)
-EL AUGUSTO SACRAMENTO DEL ALTAR:
LA EUCARISTIA (1ª Parte) (19/4/2019)
-EL AUGUSTO SACRMENTO DEL ALTAR:
LA EUCARISTIA (2ª Parte) (1/5/2019)
I. LA UNIÓN CON DIOS
Éste es el mensaje que le hemos oído y que os anunciamos: <Dios es luz> y no hay en Él tinieblas de ninguna clase.
*CAMINAR EN LA LUZ, RECHAZAR EL
PECADO (1, 6-10)
*(2,1-2)
*CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS (2, 3-11)
*CONFIANZA EN LOS FIELES (2,
12-14)
Os escribo a vosotros, hijos,
porque por su nombre se os han perdonado los pecados. / Os escribo a vosotros,
padres, porque habéis conocido al que existe desde el principio. Os escribo a
vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. / Os he escrito a
vosotros, niños, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros,
padres, porque habéis conocido al que existe desde el principio. Os he escrito
a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en
vosotros, y habéis vencido al Maligno.
*GUARDARSE DEL MUNDO (2, 15-17)
No améis al mundo ni lo que hay
en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. / Porque
todo lo que hay en el mundo – la concupiscencia de la carne, la concupiscencia
de los ojos y la arrogancia de los bienes terrenos – no precede del Padre, sino
del mundo. / Y el mundo es pasajero, y también sus concupiscencias; pero quien
cumple la voluntad de Dios permanece para siempre.
*PERMANECER EN LA VERDAD, FRENTE
A LOS HEREJES (2, 18-29)
Hijitos, en la última hora.
Habéis oído que tiene que venir el Anticristo: pues bien, ya han aparecido
muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. / Salieron de entre
nosotros, pero no eran de los nuestros. Porque si hubieran sido de los nuestros,
habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que
ninguno de ellos es de los nuestros. / En cuanto a vosotros, tenéis la unción
del Santo; y todos estáis instruidos. / No os escribo porque ignoréis la
verdad, sino porque lo conocéis y sabéis que ninguna mentira proviene de la
verdad. / ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése
es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. / Todo el que niega al Hijo,
tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. /
Vosotros procurad que lo que habéis oído desde el principio permanezca en
vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio,
también vosotros permaneceréis en el
Hijo y en el Padre. / Y ésta es la promesa que él nos hizo: la vida eterna. /
Os escribo esto a propósito de los que pretenden engañaros. / En cuanto a
vosotros, la unción que recibisteis de él permanece en vosotros, y no
necesitáis que nadie os enseñe. Es más, tal como su unción – que es verdadera y
no engaña – os enseña acerca de todas las cosas, permaneced en él, del mismo
modo que os enseñó. / Y ahora, hijos, permaneced en él, para que cuando se
manifieste, tengamos confianza y no quedemos avergonzados lejos de él, en su
venida. / Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que obra la
justicia ha nacido de él.
II. LA FILIACIÓN DIVINA
*SOMOS HIJOS DE DIOS (3, 1-2)
*SOMOS HIJOS DE DIOS (3, 1-2)
Mirad qué amor tan grande nos ha
mostrado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios, ¡y lo somos! Por eso el
mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. / Queridísimos: ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando
él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.
*EL QUE HA NACIDO DE DIOS NO PECA
(3, 3-10)
Todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica para ser como él, que es puro. / Todo el que
comete pecado comete una iniquidad, pues el pecado es iniquidad. / Y sabéis que
él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. / Todo el que
permanece en él no peca. En cambio, el que peca no le ha visto ni le ha
conocido. Hijos: que nadie os engañe. El que obra la justicia es justo, como él
es justo. / El que comete pecado, es del diablo, porque el diablo peca desde el
principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios: para destruir las obras del
diablo. Todo el que ha nacido de Dios no peca, porque el germen divino
permanece en él; no puede pecar porque ha nacido de Dios. / En esto se
distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la
justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.
*PRÁCTICA DE LA CARIDAD FRATERNA
(3, 11-24)
Porque el mensaje que habéis
escuchado desde el principio es éste: que nos amemos unos a otros. / No como
Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano. ¿Y por qué le mató? Porque
sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas. / No os
extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece. / Nosotros sabemos que hemos
pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama
permanece en la muerte. / Todo el que aborrece a su hermano es un homicida; y
sabéis que ningún homicida tiene en sí la vida eterna. / En esto hemos conocido
el amor: en que él dio su vida por nosotros. Por eso también nosotros debemos
dar la vida por nuestros hermanos. / Si alguno posee bienes de este mundo y,
viendo que su hermano padece necesidad, le cierra su corazón, ¿como puede
permanecer en él el amor a Dios? / Hijos, no amemos de palabra ni con la boca,
sino con obras de verdad. / En esto conoceremos que somos de la verdad, y en su
presencia tranquilizaremos nuestro corazón, / aunque el corazón nos reproche
algo, porque Dios es más grande que nuestro corazón y conoce todo. /
Queridísimos: si el corazón no nos acusa, tenemos plena confianza ante Dios / y
recibiremos de Él cuanto pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos
los que es grato a sus ojos. / Y éste es su mandamiento: que creamos en el
nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, conforme al
mandamiento que nos dio. / El que guarda sus mandamientos permanece en Dios y
Dios en él; y por esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que
nos ha dado.
*FE EN JESUCRISTO, FRENTE A LOS FALSOS PROFETAS (4, 1-6)
*DIOS ES AMOR: LA CARIDAD
FRATERNA, SEÑAL DE LOS CRISTIANOS (4, 7-16)
Queridísimos: amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios, y conoce a Dios. / El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor. / En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios: en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que recibiéramos por él la vida / En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. / Queridísimos: si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros. / A Dios nadie la ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor alcanza en nosotros su perfección. / En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros: en que nos ha hecho participar de su Espíritu. / Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. / Si alguien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios, / Y nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.