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jueves, 22 de octubre de 2020
SAN JUAN PABLO II Y LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD PERDIDA (I)
San Juan Pablo II,último Papa del siglo XX y primero del siglo XXI, siempre se caracterizó por su disponibilidad al diálogo ecuménico
.Para él constituía tarea fundamental de su Pontificado,la búsqueda de la unidad perdida.Refiriéndose a las relaciones eclesiales
dentro de la búsqueda de la unidad entre creyentes que tienen un único Señor,se expresaba en los siguientes términos (Carta
Encíclica -Ut Unum Sint-(25/5/1995):"Es necesario dar gracias a la Divina Providencia por todos los acontecimientos que testimonian
el progreso hacia la búsqueda de la unidad.Junto al diálogo teológico es oportuno mencionar las demás formas de encuentro, la oración
en común y la colaboración práctica.El P.Pablo VI dio un gran impulso a este proceso con su visita a la Sede del C.Ecuménico de las
Iglesias en Ginebra y también recibiendo,muchas veces, representantes de varias Iglesias y Comunidades Eclesiales.Estos
contactos contribuyen eficazmente a mejorar el conocimiento recíproco y a incrementar la fraternidad cristiana"Realmente el P.
Juan Pablo II tenía plena confianza en que los creyentes podrían llegar a entenderse y a unirse definitivamente mediante
la cooperación que se inspira en el Evangelio y que tiene su razón de ser en las Palabras del Señor;esta cooperación entre los cristianos
puede suponer un testimonio extraordinario del rostro de Cristo.Estas palabras fueron pronunciadas por este Papa muchas veces
porque le asistia en todo momento la confianza en la Virgen Maria, siempre presente en la obra de Cristo.Juan Pablo II pensaba
"Lo que nos une es más grande de cuanto nos divide; todos creemos en el mismo Cristo;y esa fe es esencialmente el patrimonio
heredado de la enseñanza de los siete primeros Concilios Ecuménicos anteriores al año 1000.Existen por tanto las bases para el diálogo
,para la ampliación del espacio de unidad, que debe caminar parejo con la superación de las divisiones,en gran medida consecuencia
de la convicción de poseer en exclusiva la verdad;las divisiones son contrarias a cuanto había establecido Cristo.No es posible
imaginar que esta Iglesia instituida por Cristo sobre el fundamento de los apóstoles y de Pedro, no sea una"
lunes, 19 de octubre de 2020
EL MILAGRO COMO LLAMADA A LA FE
Como aseguraba el Papa San Juan Pablo II(1987):"Los milagros y los signos que Jesús realizaba para confirmar su misión y la venida del reino de Dios
,están ordenados y estrechamente ligados a la llamada de la fe. Esta llamada con relación al milagro tiene dos formas:La fe
precede al milagro,más aún es condición para que se realice;la fe constituye un efecto del milagro, bien porque el milagro
mismo la provoca en el alma de quienes lo han recibido, bien porque han sido testigos de él" Así sucedió en efecto en el milagro-signo de la transfiguración del Señor
en presencia de sus apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Realmente se trata en este caso concreto de una teofanía, porque Dios
se encuentra presente como:Padre, Hijo y Espíritu Santo.Esta fue la narración de lo ocurrido por el apóstol San Mateo en su Evanglio
"Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó aun monte alto a solas/Y se transfiguró ante ellos.Su rostro
brilló como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz/Y se le aparecieron Moisés y Elías hablando con él/Pedro tomó la
palabra y dijo a Jesús:Señor que bien se está aquí.Si quieres, hago aquí tres tiendas,una para ti,otra para Moisés,y otra para
Elías/Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió,y una voz desde la nube dijo:Este es mi Hijo amado,mi predilecto
escuchadlo/Al oirlo, los discípulos cayeron de bruces,aterrados de miedo/Jesús se acercó,los tocó y les dijo:Levantaos y no tengáis
miedo/Alzaron ellos sus ojos y no vieron a nadie, sino sólo a Jesús/Y mientras bajaban del monte,Jesús les ordenó:No contéis a nadie
esta visión hasta que el hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos"Se Constata aquí como en otras ocasiones que el milagro
es un signo del amor y del poder de Dios que salvan al hombre en Cristo y esto vale también para los mismos apóstoles como nos hace ver el Papa
Juan Pablo II en la misma Audiencia General de 1987 que antes hemos recordado:"Así pues, el principio de la fe es fundamental
en la relación con Cristo,ya como condición para obtener el milagro, ya como fin por el que el milagro se ha realiado.Esto queda bien
claro al final del Evangelio de Juan donde leemos:Muchas otras señales hizo Jesús en presencia de los discípulos que no están escritas
en este libro; y éstas fueron escritas para que creáis que Jesús es el Mesías, Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre
"(Jn 20, 3031)
domingo, 18 de octubre de 2020
SAN LUCAS EVANGELISTA: EL MÉDICO AMIGO DE SAN PABLO
San Lucas era de origen griego, médico de profesión y probablemente pintor por afición. Según parece no conoció a Jesús personalmente
como los otros tres evangelista, pero esto no fue impedimento alguno para que él también se interesara por vida y la obra
del Mesías. El tercer Evangelio fue escrito,en efecto,por este hombre de probada cultura que había sido llamado por Dios para
dar testimonio de la obra y de la Palabra de su Unigénito Hijo.Las fuentes de inspiración de este evangelista habría que buscarlas
en primer lugar en el Espíritu Santo,al igual que en los restantes evangelista,y en segundo lugar en el estudio minucioso y comprometido
de los datos obtenidos en sus investigaciones entre los hombres y mujeres que conocieron a Cristo.Pero su mejor fuente de información
fue,sin duda,la Madre de Jesús,la Virgen María,porque como muy bien recordaba el Papa Benedicto XVI:"¿Por qué Lucas se habría inventado
la afirmación de que María-conservaba las palabras y los hechos en su corazón-,si no había ninguna referencia concreta para ello?
y también,¿Por qué debía hablar de-su meditar sobre la Palabra- si nada se sabía de eso?"Escribió también S.Lucas el
libro de -Los Hechos de los apóstoles- gracias a la información directa de estos y su propia experiencia vivida al lado de San Pablo
.Fue S.Lucas el encargado de atender en sus enfermades y también en los sufrimientos infligidos por los no creyentes al
apóstol y le ayudó en alguna ocasión en la tarea de la evangelización.San Epifanio dice que después del martirio de S. Pablo
este hombre pudo predicar en Italia, Galacia, Dalmacia y Madecedonia.Murió según parece a edad avanzada, no se sabe con exactitud ni donde
ni como, pero toda su vida se puede considerar equivalente a un-glorioso martirio-.Su cuerpo se conservó en Patrás hasta que
en el año 357 el E.Constantino ordenó su traslado a Constantinopla.Sus reliquias se llevaron a París y a Roma donde se conservan con gran devoción
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