El 26 de diciembre celebra la Iglesia católica la fiesta del Protomártir San Esteban uno de los siete diáconos elegidos por los Apóstoles para que ayudaran en los trabajos diarios de la Iglesia primitiva. Pero pronto demostró su gran capacidad como evangelizador de las gentes que se acercaban con curiosidad para conocer más de cerca lo que hacían aquellos hombres que habían sido discípulos de Jesús, aquel, que no hacia tanto tiempo, había sido condenado y crucificado tan injustamente…
Todos los días convertía a
muchos, demostrando además sus grandes conocimientos de las Sagradas
Escrituras, donde están reflejados los hechos del pueblo elegido por Dios…Reprochó
ante el Tribunal Supremo la falta de consideración hacia los Profetas, y el no haber
respetado en ocasiones, la Ley que el pueblo había recibido por ministerio de
los ángeles.
San Lucas en su libro de <Los
Hechos de los Apóstoles> narra esta bella página de la historia de la
iglesia de Cristo (Hechos 6, 8-15):
-Esteban, por su parte, lleno de
gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y milagros en el pueblo.
-le hemos oído decir que ese
Jesús, el Nazareno, destruirá el lugar y cambiará las costumbres que nos
transmitió Moisés>.
-Entonces todos los que estaban
en el tribunal clavaron sus ojos en él y vieron su rostro como el rostro de un
ángel
(La Santa Biblia. Ed. San Pablo. Traducida de
los textos originales en equipo bajo la dirección del Dr. Evaristo Martín
Nieto)
Sí, estas ignominias siguen
pasando hoy en día, por eso el Papa San Juan Pablo II decía cosas como éstas:
“Debo referirme a la exhortación
que resonó al comienzo de mi ministerio en la Sede de San Pedro: < ¡No
tengáis miedo!>.
Cristo dirigió muchas veces esta
invitación a los hombres que le escuchaban. Esto dijo el Ángel a María: <No
tengas miedo>. Y esto mismo a José: <No tengas miedo>. Cristo lo dijo
a los Apóstoles, y a Pedro, en varias ocasiones, y especialmente después de su
Resurrección, e insistía: < ¡No tengáis miedo!>; se daba cuenta que
tenían miedo porque no estaban seguros de si Aquel que veían era el mismo
Cristo que ellos habían conocido. Tuvieron miedo cuando fue apresado, y
tuvieron aún más miedo cuando, Resucitado, se les apareció.
Esas palabras pronunciadas por
Cristo las repite la Iglesia. Y con la Iglesia las repite también el Papa. Lo
he hecho desde la primera Homilía, en la plaza de San Pedro: < ¡No tengáis
miedo!>. No son palabras dichas porque sí, están profundamente enraizadas en
el Evangelio; son sencillamente, las palabras de Cristo”
(Cruzando el umbral de la
esperanza. Papa San Juan Pablo II. Editado por Vittorio Messori. Círculo de
Lectores)
San Esteban no tuvo miedo, dijo
cosas muy duras ante el Tribunal Supremo y por eso fue sometido a terrible
martirio y murió por Cristo y su Mensaje (Hechos 7, 54-60):
-Al oír estas cosas ardían de ira
en sus corazones y rechinaban los dientes contra él.
-Pero él, lleno del Espíritu
santo miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la
diestra de Dios,
-Entonces clamaron a voz en
grito, se taparon los oídos y se lanzaron a una contra él.
-Lo sacaron fuera de la ciudad y
lo lapidaron. Los testigos dejaron sus mantos a los pies de un joven llamado
Saulo,
-y se pusieron a lapidar a
Esteban, que oraba diciendo: Señor Jesús recibe mi espíritu.
-Puesto de rodillas clamó con
fuerte voz:
<Señor, no tengas en cuenta
este pecado> Y con estas palabras murió…
Esteban se nos presenta como una de las más bellas figuras de los primeros días de la Iglesia. Los Apóstoles lo eligieron, con otros seis diáconos, para servir en las mesas, donde los fieles comían en común; pero él se reveló como un gran predicador, y eran tales las maravillas que hacia entre el pueblo, que los judíos se alarmaron y lo llevaron ante el mismo tribunal que había condenado a Jesús. El discípulo dio valientemente testimonio de su Maestro, y fue condenado a la lapidación. Sus últimas palabras fueron estas: <Señor, no les imputes este pecado>”
¿Qué sucedió después? ¿Sentimos curiosidad por saber que ocurrió con el cuerpo del Santo después de su martirio y muerte por lapidación?
Los hagiógrafos cuentan algunas
cosas al respecto, aunque ésta es una información que siempre hay que tomarla
con cierta precaución. No obstante parece tener consistencia el hecho de que un
doctor de la Ley, llamado Gamaliel, llevó el santo cuerpo a su heredad,
enterrándolo en una gruta de las montañas. El sepulcro quedó olvidado durante
mucho tiempo, debido en gran parte, a las muchas calamidades por las que
tuvieron que pasar los moradores de Judea.
Con el tiempo, sobre aquella gruta se construyó una Iglesia y hacia el siglo V d. C, un cura de la misma llamado Luciano recibió en visión la información de Gamaliel del lugar donde se encontraban los restos de San Esteban. Aunque esta información no fue tenida en cuenta de forma inmediata, al cabo de un tiempo y tras repetidas apariciones, del doctor de la ley, a aquel hombre elegido por Dios, éste se decidió e informó a su Obispo de lo que le estaba pasando.
El Obispo con muy buen criterio, ordenó cavar en el lugar señalado por la aparición y se encontraron unos restos, entre los que probablemente se encontraban los del Protomártir, pues desde el mismo momento de su exhumación fueron muchos los milagros que tuvieron lugar.
Con el tiempo, sobre aquella gruta se construyó una Iglesia y hacia el siglo V d. C, un cura de la misma llamado Luciano recibió en visión la información de Gamaliel del lugar donde se encontraban los restos de San Esteban. Aunque esta información no fue tenida en cuenta de forma inmediata, al cabo de un tiempo y tras repetidas apariciones, del doctor de la ley, a aquel hombre elegido por Dios, éste se decidió e informó a su Obispo de lo que le estaba pasando.
El Obispo con muy buen criterio, ordenó cavar en el lugar señalado por la aparición y se encontraron unos restos, entre los que probablemente se encontraban los del Protomártir, pues desde el mismo momento de su exhumación fueron muchos los milagros que tuvieron lugar.
Tras diversos avatares de la
historia, estos restos fueron a parar a la isla de Menorca, concretamente a la
Iglesia de Mahón. Allí se obraron también grandes milagros…
De todas partes del mundo, ante estos hechos, se solicitaban reliquias de San Esteban y en tiempos de San Agustín, algunos de ellos llegaron a la Iglesia de Hipona, donde el gran doctor de la Iglesia mandó abrir un libro para registrar los milagros que se obraron por intercesión del Santo mártir. La Iglesia instituyó la fiesta de la Invención del cuerpo de San Esteban el 3 de agosto, que se celebraba con anterioridad en Ancona, donde existe también una piedra, que se cree que fue empleada en la lapidación del santo.
De todas partes del mundo, ante estos hechos, se solicitaban reliquias de San Esteban y en tiempos de San Agustín, algunos de ellos llegaron a la Iglesia de Hipona, donde el gran doctor de la Iglesia mandó abrir un libro para registrar los milagros que se obraron por intercesión del Santo mártir. La Iglesia instituyó la fiesta de la Invención del cuerpo de San Esteban el 3 de agosto, que se celebraba con anterioridad en Ancona, donde existe también una piedra, que se cree que fue empleada en la lapidación del santo.