*MENSAJEROS DEL EVANGELIO: Los
primeros Siglos (3ª Parte) (1/6/17)
*RECORDANDO AL ESPIRITU SANTO (I)
(4/6/17)
*RECORDANDO AL ESPIRUTO SANTO
(II) (15/6/17)
*JESUS Y LA INDISOLUBILIDAD DEL
SACRAMENTO DEL MATRIMONIO (I) (1/7/17)
Biblia de Navarra Edición Popular
CARTA
A LOS FILIPENSES
*PRESENTACIÓN (1, 1-2)
Pablo y Timoteo, siervos de
Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los
obispos y diáconos; / la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo estén con vosotros.
*ACCIÓN DE GRACIA Y DESVELO POR
LOS CREYENTES (1, 3-11)
Doy gracias a mi Dios cada vez
que os recuerdo, / y siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con alegría,
/ por vuestra participación en la difusión del Evangelio desde el primer día
hasta hoy, / convencido de quien comenzó en vosotros la obra buena la llevará a
cabo hasta el día de Cristo Jesús. / Es justo que yo sienta esto por cada uno
de vosotros, ya que os tengo en el corazón, porque todos vosotros sois
partícipes de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y
consolidación del Evangelio. / Dios es testigo de cómo os amo a todos vosotros
en las entrañas de Cristo Jesús. / Pido también que vuestro amor crezca cada
vez más en perfecto conocimiento y en plena sensatez, / para que sepáis
discernir lo mejor, a fin de que seáis puros y sin falta hasta el día de
Cristo, / llenos de los frutos de justicia que proceden de Jesucristo, para
gloria y alabanza de Dios.
*SITUACIÓN DE SAN PABLO (1,12-26)
Quiero que sepáis, hermanos, que
las cosas que me han ocurrido han servido para difundir más el Evangelio, / de
modo que, ante todo el pretorio y ante todos los demás, ha quedado patente que
me encuentro encadenado por Cristo, / y así la mayor parte de los hermanos en
el Señor, alentados por mis cadenas, se han atrevido con más audacia a predicar
sin miedo la palabra de Dios. / Algunos, en efecto, predican a Cristo por
envidia y rivalidad, otros en cambio con buena voluntad; / éstos, ciertamente,
por caridad, sabiendo que he sido constituido para la defensa del Evangelio; /
aquéllos, sin embargo, anuncian a Cristo por rivalidad, de modo no sincero,
pensando aumentar la aflicción de mis cadenas. / Pero ¡qué importa! Con tal de
que en cualquier caso – por hipocresía o sinceramente – se anuncie a Cristo, yo
con eso me alegro; aún más, me seguiré alegrando, / pues sé que me aprovecha
para la salvación, gracias a vuestras oraciones y al auxilio del Espíritu de
Jesucristo. / Así es mi expectación y esperanza, de que en nada será
defraudado, sino con toda la seguridad, ahora como siempre, Cristo será
glorificado en mi cuerpo, tanto en mi vida como en mi muerte. / Porque para mí
el vivir es Cristo, y el morir una ganancia. / Pero si vivir en la carne me
supone trabajar con fruto, entonces no sé qué escoger. / Me siento apremiado
por los dos extremos; el deseo que tengo de morir para estar con Cristo, lo
cual es muchísimo mejor, / o permanecer en la carne, que es más necesario para
vosotros. / A la vista de esto último, estoy persuadido de que me quedaré y
permaneceré con todos vosotros para vuestro provecho y gozo de la fe; / para
que conmigo, con ocasión de mi presencia de nuevo entre vosotros, aumente vuestro orgullo de ser en
Cristo Jesús.
*EXHORTACIÓN A LA LUCHA POR LA FE
(1, 27-30)
Sólo importa una cosa: que
llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo, para que, tanto si voy a veros
como si estoy ausente, sepa que estáis firmes en un solo Espíritu, luchando
unánimes por la fe del Evangelio, / y sin dejaros intimidar en nada por los
adversarios: lo que para ellos es señal de perdición, para vosotros, en cambio,
es señal de salvación. Todo esto viene de Dios. / Porque a vosotros os ha sido
concedida la gracia por Cristo, no sólo para que creáis en él, sino también
para que padezcáis por él, / sosteniendo el mismo combate que visteis en mí, y
del que ahora os hablo.
*UNIDAD Y HUMILDAD (2, 1-4)
Así pues, por la consolación en
Cristo y por el consuelo de la caridad, por la comunicación en el Espíritu y
por las entrañas de misericordia, / colmad mi gozo con vuestra misma caridad y
concordia y con vuestros mismos anhelos. / No actuéis por rivalidad ni por
vanagloria, sino con humildad, considerando cada uno a los demás como
superiores, / buscando no el propio interés, sino el de los demás.
*HINNO A LA HUMILLACIÓN Y
EXALTACIÓN DE CRISTO (2, 5-11)
Tened entre vosotros los mismos
sentimientos que tuvo Cristo Jesús, / el cual, siendo de condición divina, no
consideró como presa codiciable al ser igual a Dios, / sino que se anonadó a sí
mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante los hombres; y, mostrándose
igual que los demás hombres, / se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz. / Y por eso Dios le exaltó y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre; / para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en los cielos, en la tierra y en los abismos, / y toda lengua confiese: < ¡Jesucristo
es el Señor!>, para gloria de Dios Padre.
*LOS HIJOS DE DIOS, LUZ DEL MUNDO
(2, 12-18)
Por tanto, queridísimos míos, así
como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino también mucho más
ahora en mi ausencia, trabajad por vuestra salvación con temor y temblor; /
porque Dios es quien obra en vosotros el querer y el actuar conforme a su
beneplácito. / Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, / para que
lleguéis a ser irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de
una generación depravada y perversa, en la cual brilláis como luceros en el
mundo / al poner en alto la palabra de vida, para la gloria mía en el día de
Cristo, porque no habré corrido en vano ni en vano habré trabajado. / Pues,
aunque sea derramada mi sangre sobre el sacrificio y ofrenda de vuestra fe, me
alegro y me congratulo con todos vosotros; / por la misma causa alegraos
también vosotros y congratulaos conmigo.
*ENVÍO A TIMOTEO (2, 19-24)
Espero en el Señor Jesús enviaros
pronto a Timoteo, para que también yo cobre ánimo al tener noticias vuestras. /
Pues a nadie tengo tan identificado conmigo en la preocupación sincera por
vosotros, / ya que todos buscan sus
propios intereses, no los de Jesucristo. / Conocéis su probada virtud, pues
como un hijo con su padre ha servido conmigo el Evangelio. / Espero enviarlo
nada más vislumbre el desenlace de mi causa. / Además, confío en el Señor que
yo mismo pueda ir pronto.
*ENVÍO DE EPAFRODITO (2, 25-30)
No obstante, consideré necesario
devolveros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero en las batallas,
enviado por vosotros para atenderme en mis necesidades, / ya que os echa de
menos a todos y está preocupado porque oísteis que había enfermado. / En
efecto, enfermó y estuvo a punto de morir, pero Dios se compadeció de él, y no
sólo de él sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.
/ Por eso me doy mucha prisa en enviarlo, para que al verlo de nuevo os
alegréis, y yo esté sin pena. / Acogedle, por tanto, en el Señor con toda
alegría y tratadle con el honor debido a las personas como él, / puesto que por
la obra de Cristo estuvo a las puertas de la muerte, exponiendo su vida para
supliros a vosotros en el servicio que no podíais prestarme.
*CUIDADO CON LOS JUDAIZANTES (3,
1-6)
Por lo demás, hermanos míos,
alegraos en el Señor. Escribiros lo que os he dicho en otras ocasiones no me
molesta, y para vosotros es motivo de seguridad. / ¡Cuidado con los perros! ¡Cuidado
con los malos obreros! ¡Cuidado con los de la mutilación! / Pues nosotros somos
la circuncisión, los que servimos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en
Cristo Jesús y no confiamos en la carne, aunque yo podría confiar en la carne.
Si algún otro piensa que puede confiar en la carne, yo aún más: / fui
circuncidado al octavo día, soy del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo, hijo de hebreos, y, ante la Ley, fariseo; / a causa del celo por ella,
perseguidor de la Iglesia. En lo que se refiere a la justicia de la Ley, llegué
a ser irreprochable.
*LA JUSTICIA DE DIOS, SUPERIOR A
LA JUSTICIA DE LA LEY (3, 7-11)
Sin embargo, cuanto era para mí
ganancia, por Cristo lo considero como pérdida. / Es más, considero que todo es
pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él
perdí todas las cosas, y las considero como basura con tal de ganar a Cristo /
y vivir en él, no por mi justicia, la que procede de la Ley, sino por la que
viene de la fe en Cristo, justicia que procede de Dios, por la fe. / Y, de este
modo, lograr conocerle a él y la fuerza de su resurrección, y participar así de
sus padecimientos, asemejándome a él en su muerte, / con la esperanza de
alcanzar la resurrección de entre los muertos.
*LA LUCHA ASCÉTICA, DEPORTE
SOBRENATURAL (3, 12-16)
No es que ya lo haya conseguido,
o que ya sea perfecto, sino que continúo esforzándome por ver si lo alcanzo,
puesto que yo mismo he sido alcanzado por Cristo Jesús. / Hermanos, yo no
pienso haberlo conseguido aún; pero, olvidando lo que queda atrás, una cosa
intento: lanzarme hacia lo que tengo por delante, / correr hacia la meta, para
alcanzar el premio al que Dios nos llama desde lo alto por Cristo Jesús. / Así
pues, los que somos perfectos tengamos sentimientos. Y si en algo pensáis de
otro modo, también eso Dios os lo hará ver. / En todo caso, mantengámonos en lo
que ya hemos alcanzado.
*CIUDADANOS DEL CIELO (3, 17-21)
Hermanos, sed imitadores míos y
fijaos en los que caminan según el modelo que tenéis en nosotros. / Porque
muchos – esos de quienes con frecuencia os hablaba y os hablo ahora llorando –
se comportan como enemigos de la cruz de Cristo: / su fin es la perdición, su
dios el vientre, y su gloria la propia vergüenza, porque ponen el corazón en
las cosas terrenas. / Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde
también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo, / el cual transformará
nuestro cuerpo vil en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que
tiene para someter a su dominio todas las cosas.
*EXHORTACIÓN A LA PERSEVERANCIA Y
LA ALEGRÍA (4, 1-9)
Por tanto, hermanos míos muy
queridos y añorados, mi gozo y mi corona, ¡permaneced así, queridísimos míos,
firmes en el Señor! / Suplico a Evodia y a Síntique que tenga un mismo sentir
en el Señor. / También te ruego a ti, fiel compañero, que ayudes a éstas, que
trabajaron conmigo por el Evangelio con Clemente y mis otros colaboradores,
cuyos nombres están en el libro de la vida. / Alegraos siempre en el Señor; os
lo repito, alegraos. / Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres.
El Señor está cerca. / No os preocupéis por nada; al contrario: en toda oración
y súplica, presentad a Dios vuestras peticiones con acción de gracias. / Y la
paz de Dios que supera todo entendimiento custodiará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús. / Por lo demás, hermanos, cuanto, hay de
verdadero, de honorable, de justo, de íntegro, de amable y de encomiable; todo
lo que sea virtuoso y digno de alabanza,
tenedlo en estima. / Lo que aprendisteis y recibisteis, los que oísteis y
visteis en mí, ponedlo por obra; y el Dios de la paz estará con vosotros.
*GRATITUD DEL APÓSTOL (4, 10-20)
Me alegré mucho en el Señor de
que por fin hayáis podido manifestar de nuevo el afecto que sentíais por mí,
porque, aunque lo sentíais, no se os había presentado la ocasión de expresarlo.
/ No os lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a contentarme con lo
que tengo: / he aprendido a vivir en la pobreza, he aprendido a vivir en la
abundancia, estoy acostumbrado a todo en todo lugar, a la hartura y a la
escasez, a la riqueza y a la pobreza. / Todo lo puede en Aquel que me conforta.
/ No obstante, habéis hecho bien al compartir mi tribulación. / Sabéis bien
vosotros, filipenses, que al principio de la evangelización, cuando salí de
Macedonia, ninguna iglesia me abrió una cuenta de <debe> y <haber>,
excepto vosotros, / pues una y otra vez enviasteis a Tesalónica con qué atender
a mis necesidades. / No es que yo busque dádivas, sino que deseo que aumenten
los intereses en vuestra cuenta. / He recibido todo y tengo de sobra, estoy
colmado con los bienes recibidos de parte vuestra por medio de Epafrodito, una
ofrenda aceptable, de suave olor, agradable ante Dios. / Mi Dios colmará todas
vuestras necesidades, generosamente según su riqueza, con la gloria por Cristo
Jesús. / A Dios y Padre nuestro la gloria por los siglos de los siglos. Amén
*DESPEDIDA (4, 21-23)
Saluda a todos los santos en
Cristo Jesús. Os saludan los hermanos que están conmigo. / También os saludan
todos los santos, en especial los de la casa del César. / La gracia del Señor
Jesucristo esté con vuestro espíritu. Amén