Tal como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (nº 2117):******"Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo aunque sea para procurar la saluz,son gravemente contrarias a la virtud de la religión.Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañas de una intención de dañar a otro,recurran o no a la intervención de los demonios.Llevar amuletos es también reprensible.El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas.Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él.El recurso a las medicinas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas,ni la explotación de la credulidad del prójimo"****** Por todo esto la Iglesia Católica considera que todas las formas de adivinación y de magia están en contracción con el honor y el respeto,mezclados de temor amoroso,que debemos solamente a Dios.***En este sentido, es interesante recordar las enseñanzas dadas sobre este espinoso tema,por el Cardenal Ratzinger(futuro Papa Benedicto XVI), durante una la entrevista,que fueron publicadas en la revista 30 Giorni(1999) y recogidas posteriormente en el libro -Nadar contra corriente;Ed.Planete Testimonio S.A. 2011-;concretamente a la pregunta:¿que es la magia? el respondía así:******"Es el uso de fuerzas aparentemente misteriosas que sirven para obtener un dominio sobre la realidad física y también psicológica.Es decir,el intento de instrumentalizar las potencias sobrenaturales para el propio disfrute.A través de la magia se sale de la esfera de la racionalidad y del uso de fuerzas físicas aprenhedidas gracias a la ciencia.Se va buscando -y a veces se encuentra- una manera de apropiarse de la realidad con ayuda de fuerzas desconocidas.Puede que en muchos casos sea todo una trampa,pero también puede ocurrir que por medio de elementos que se alejan de la racionalidad se pueda acceder a un cierto dominio de la realidad"******
Por otra parte,teniendo en consideración que tanto en el Antiguo,como en el Nuevo Testamento,se encuentran fuertes condenas a las prácticas de adivinación y magia,el entrevistador (Ignacio Artizzu) le hizo al Cardenal Ratziger la pregunta siguiente:¿Como comentaría todo esto desde un punto de vista teológico? La respueta del futuro Papa no se hizo esperar y fue la siguiente:****** "El hombre no puede limitarse a lo finito,a lo empírico:Tendrá siempre el deseo de alargar las perspectivas de su ser y de entrar en la esfera divina,de salir de la pura realidad fisica y tocar una realidad más intensa.En este deseo,de por sí innato en el hombre -imagen de Dios-,se ha perdido...,ya que parece demasiado dificil ir en busca de Dios,elevarse y dejarse sostener por el Amor Divino,para así llegar a un verdadero encuentro con el Dios personal que nos creó y nos ama (...)Entonces el hombre va buscando cosas más simples,un experimento inmediato de la profundidad del ser (...)El hombre empieza a convertirse en un dominador de la realidad,explotando una supuesta posibilidad de su ser...Y esto a mis ojos supone una profunda inversión y perversión de la realidad de nuestra esencia;En lugar de adorar a Dios,el hombre intenta hacerse dominador de la realidad utilizando potencias ocultas;lo peor es que se siente el verdadero dominador"
