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martes, 10 de mayo de 2022

UNA VEZ ESTALLADA LA GUERRA *** NO TODO ES LÍCITO ENTRE LOS CONTENDIENTES

Decía el Papa Benedito XVI en su Mensaje para la celebración de la XXXIX JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ:"La verdad de la paz ha de tener un valor en sí misma y hacer valer su luz beneficiosa,incluso en las situaciones trágicas de guerra.Los Padres del Concilio Ecuménico Vaticano II,en la Constitución Pastoral-Gaudium et Spes-, subrayan que -una vez estallada desgraciadamente la guerra,no todo es lícito entre los contendientes-.La Comunidad Internacional ha elaborado un derecho internacional humanitario,para limitar lo más posible las consecuencias devastadoras de la guerra,sobre todo entre la población civil.La Santa Sede ha expresado en numerosas ocasiones y de diversas formas su apoyo a este derecho humanitario,animando a respetarlo y aplicarlo con diligencia,convencida de que incluso en la guerra,existe la verdad de la paz.El derecho internacional humanitario se ha de considerar una de las manifestaciones más felices y eficaces de las exigencias que se derivan de la verdad de la paz.Precisamente por eso,se impone como un deber para todos los pueblos respetar este derecho.Se ha de apreciar su valor y es preciso garantizar su correcta aplicación,actualizándolo con normas concretas capaces de hacer frente a los escenarios variables de los actuales conflictos armados,así como al empleo de armamentos nuevos y cada vez más soficticados" Excelente razonamiento del Papa Benedicto XVI sobre un tema tan importante y candente en estos momentos de la historia. Él nos recordaba la labor de los santos Padres de la Iglesia,recogida en el Documento de Vaticano II -Gaudium et Spes-,que a su vez fue tenida en consideración a la hora de redactar el correspondiente Catecismo de la Iglesia Católica.Precisamente en los apartados nº2307 y nº2308 de dicho Catecismo podemos leer:"El quinto mandemiento condena la destrucción voluntaria de la vida humana.A causa de los males y de las injusticias que ocasionan toda guerra,la Iglesia insta constantemente a todos a orar y actuar para que la Bondad divina nos libre de la antigua servidumbre de la guerra/Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras.Sin embargo,-mientras exista riesgo de guerra y falte autoridad internacional competente y provista de la fuerza correspondiente,una vez agotados todos los medios de acuerdo pacífico,no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa(GS 79,4)" No obstante,todos los seres humanos debemos recordar con alto dolor las terribles consecuencias de las guerras y considerar que no todo es licíto entre los contendientes.Por eso también,es bueno recordar los apartados nº2313 y nº2314 del Cactecismo de la Iglesia:"Toda acción bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o amplias regiones con habitantes,es un crimen contra Dios y contra el hombre mismo,que hay que condenar con firmeza y valentia(GS 80,4).Un riesgo de la guerra moderna consiste en facilitar a los que poseen armas científicas,especialmente atómicas,biológias o químicas,la ocasión de cometer semejantes crímenes/La acumulación de armas/es para muchos como una manera paradójica de apartar de la guerra a posibles adversarios.Ven en ella el más eficaz de los medios,para asegurar la paz entre las naciones.Este procedimiento merece severas reservas morales.La carrera de armamentos no asegura la paz.En lugar de eliminar las causas de las guerras,corre el riesgo de agravarlas.La inversión de riquezas favulosas en la fabricación de armas siempre más modernas impide la ayuda a los pueblos indigenas,y obstaculiza su desarrollo" Seguramente si los pueblos tuvieran en cuenta estas premisas y otras muchas,las guerras disminuirian sensiblemente en nuestro planeta.El Papa Benedicto XVI recordaba también en este sentido que (Ibid):"Ante los riesgos que vive la humanidad en nuestra época,es tarea de todos los católicos intensificar en todas partes del mundo el anuncio y el testimonio del -Evangelio de la paz- proclamando que el reconocimiento de la plena Verdad de Dios es una condición previa e indispensable para la consolidación de la verdad de la paz" La oración es también sin duda una gran ayuda para proteger nuestras vidas del enemigo que acecha.En el libro de los Salmos del Antiguo Testamento encontramos esta oración tan significativa,Sal 64(63):"Oh Dios escucha mis lamentos,proteje mi vida del terrible enemigo/escóndeme de la conjura de los malvados del tumulto de los malhechores... /Andan planeando crimenes y ocultan sus planes;su mente y su corazón son insondables.../Pero Dios los hiere con sus propias flechas,los cubre de heridas de repente/sus propias lenguas les hacen caer.../El justo se alegrará con el Señor y encontrará refugio en él;se felicitarán todos los rectos de corazón"

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