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lunes, 19 de febrero de 2024
TIEMPO DE CUARESMA: MÁS DICHA HAY EN DAR QUE EN RECIBIR
"Mas dicha hay en dar que en recibir" Se trata de una frase de nuestro Señor Jesucristo que no aparece en los Evangelios,pero que sin embargo fue recogida por San Pablo,como tal,en su libro de los-Hechos de los Apóstoles-.Concretamente,en su discurso a los Presbíteros en Efeso,el Apóstol San Pablo,terminaba diciéndoles (Hch 20, 34-35):
"Vosotros sabéis que estas manos han remediado mis necesidades y las de los que están conmigo/ En todo os he enseñado que así es como se debe trabajar para socorrer a los débiles,recordándo las palabras del Señor Jesús,que dijo:"Más dicha hay en dar que en recibir"
Esta frase de Jesús,en efecto,es recogida por San Lucas en su libro de los Hechos,por tanto pertenece a la Tradición de la Iglesia,el otro cauce de revelación, junto con los Evangelios, de la Iglesia Católica.Si,no todo lo que dijo Jesús quedó reflejado en los Evangelios (Jn 21,25);no obstante, junto a la Sagrada Escritura, la Iglesia ha tomado otro cauce de transmisión de la Revelación que los cristianos conocemos con el nombre de Sagrada Tradición (Dei Verbum 8) y que no podemos olvidar,ni negar,como algunos modernistas quisieran...
Por otra parte,se da la coincidencia de que esta misma frase fue elegida por el Papa San Juan Pablo II como lema para su Mensaje de Cuaresma del año 2003.Él decía lo siguiente a los creyentes de todo el mundo:
"Este año,como guía para la reflexión cuaresmal,quisiera proponer aquella frase de los Hechos de los Apóstoles:*Hay mayor dicha en dar que en recibir*. No se trata de un simple llamamiento moral,ni de un mandato que llega al hombre desde fuera.La inclinación a dar está radicada en lo más hondo del corazón humano:Toda persona siente el deseo de ponerse en contacto con los otros,y se realiza plenamente cuando se da libremente a los demás.
Nuestra época está influenciada,lamentablemente, por una mentalidad particularmente sensible a las tentaciones del egoísmo,siempre dispuesto a resurgir en el ánimo humano.Tanto en el ambiente social,como en los de los medios de comunicación,la persona está a menudo acosada por mensajes que insistete,abierta o solapadamente,exaltan la cultura de lo efímero y lo hedonístico...Se incentiva cada vez más el deseo de acumular bienes.Sin duda,es natural y justo que cada uno, a través de sus cualidades personales y del propio trabajo,se esfuerce por conseguir aquello que necesita para vivir,pero el afán desmedido de posesión impide a la criatura humana abrirse al Creador y a sus semejántes"
En este punto el Papa ponía como ejemplo las palabras del Apóstol San Pablo dirigidas a su discípulo Timoteo,para recordarle el peligro del orgullo y la avaricia (1 Tm 6, 7-10): "Pues nada hemos traído a este mundo,y nada tampoco podremos llevarnos de él/ Teniendo,pues,qué comer y con que vestirnos,contentémonos con ello/ Pues los que pretenden hacerse ricos caen en tentaciones,en el lazo de muchas codicias insensatas y perniciosas, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición/ Porque raíz de todos los males es la avaricia, y algunos llevados de ella se apartan de la fe y se acarrean muchos dolores"
Estas palabras de san Pablo a Timoteo entroncan claramente con las enseñanzas de Jesús recordadas por el evangelista San Lucas (Lc 12, 22-30): "Dijo a sus discípulos (después de contarles la parábola del rico insensato):*Por esto os digo: no os preocupéis por vuestra vida acerca de qué comeréis,ni por vuestro cuerpo acerca de que vestiréis/ Porque la vida vale más que el alimento ,y el cuerpo más que el vestido/( ...)/ Porque son las gentes del mundo las que se afanan por estas cosas.Bien sabe vuestro Padre que las necesitáis/ Buscaz más ante todo su reino,que esas otras cosas se os darán por añadidura/(...)/Vendez lo que tengáis y dad limosna.Haceos bolsas que no se gasten,un tesoro inagotable en el cielo,donde el ladrón no llega,ni corroe la polilla/ Porque donde está vuestro tesoro,allí estará vuestro corazón* "
Por eso seguía diciendo el Papa San Juan Pablo II (Ibid):"La explotación del hombre,la indiferencia por el sufrimiento ajeno,la violación de las normas morales,son sólo algunos de los frutos del ansia de lucro.Frente al triste espectáculo de la pobreza permanente que afecta a una gran parte de la población mundial,¿cómo no reconocer que la busqueda de las ganancias a toda costa y la falta de una activa y responsable atención al bien común llevan a concentrar en manos de unos pocos gran cantidad de recursos,mientras que el resto sufre la miseria y el abandono? (...).
*Más dicha hay en dar que en recibir* ...El esfuerzo del cristiano por promover la justicia,su compromiso por defender a los más debiles,su acción humanitaria para procurar el pan a quien carece de él,por curar a los enfermos y prestar ayuda en las diversas emergencias y necesidades,se
alimenta del particular e inestimable tesoro del amor que es la entrega de Jesús por el Padre.El creyente se siente impulsado a seguir las huellas de Cristo,verdadero Dios y verdadero hombre que,en la perfecta adhesión al Padre,se despojó y humilló a sí mismo,entregándose a nosotros con un amor desinteresado y total,hasta morir en la Cruz.Desde el Calvario se difunde de modo elocuente el mensaje del amor trinitario a los seres humanos de toda época y lugar.
San Agustín obseva que sólo Dios,el Sumo Bien,es capaz de vencer las miserias del mundo.Por tanto,de la misericordia y del amor al prójimo debe brotar una relación viva con Dios, y hace constante referencia a Él,ya que nuestra alegría reside en estar cerca de Cristo (...)Es el amor de Dios infundido en nuestro corazones el que tiene que inspirar y transformar nuestro ser y nuestro obrar.El cristiano no debe hacerse la ilusión de buscar el verdadero bien en los hermanos,si no vive la caridad de Cristo.Aunque lograra mejorar factores sociales o políticos importantes,cualquier resultado sería efímero sin la caridad.La misma posibilidad de darse a los demás es un don y procede de la gracia de Dios"
Como San Pablo enseña:*Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar;como bien le parece/Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones/ para que seáis irreprochables y sencillos,hijos de Dios sin tacha,en medio de una generación depravada y perversa,entre los cuales brilláis como antorchas en el mundo/ manteniendo la palabra de la vida,para gloria mía en el día de Cristo,porque no habré corrido ni trabajado en vano/ Y aunque sea derramada mi sangra como liberación sobre el sacrificio y en ofrenda de vuestra fe,me alegro y congratulo con todos vosotros y congratulaos conmigo* (Flp 2,13-18)
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