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domingo, 18 de abril de 2021
EL HOMBRE SE APROXIMA AL CIELO EN LA MEDIDA EN QUE SE ACERCA A JESÚS Y ENTRA EN COMUNIÓN CON ÉL
Narra san Lucas en su Evangelio la crucifixión de Jesús,y él,que ha presentado a Jesús ejerciendo durante toda su vida pública el misterio del
perdón da cuenta,también aquí, del perdón del Señor a quienes lo crucifican.Cuenta así mismo el evangelista que el ladrón arrepentido
crucificado al lado de Jesús le pide que se acuerde del él cuando venga a inagurar su reino,que implicaba en la creencia de los judíos,
la resurrección de la muerte,y Jesús le contestó que su petición sería atendida mucho antes de lo que pensaba;y es que como un día diría el Papa
Benedicto XVI:"El hombre se aproxima al cielo en la medida en se acerca a Jesús y entra en comunión con Él".Por otra parte,san Lucas
inicia su libro de los -Hechos de los apóstoles- dirigiéndose a su discípulo Teófilo,del cual no se tiene información alguna,por lo que
se ha llegado a sospechar que pudiera ser un un personaje ficticio,utilizado por el evangelista como un medio literario,sin embargo
es hermoso pensar que realmente hubiera existido ese personaje seguidor de Cristo cuyo nombre,Teófilo,es muy significativo:"Amigo de Dios"
(Hch 1,1-3):"Mi primer tratado lo hice ¡Oh Teófilo!,acerca de todas las cosas que Jesús desde un principio hizo y enseñó/hasta el día en que subió
al cielo después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había elegido bajo la acción del Espíritu Santo/Después de su pasión se presentó a ellos
,dándoles muchas pruebas evidentes de que estaba vivo:Se apareció durante cuarenta días y les habló de las cosas del reino de Dios"
El Señor,en efecto,se dejó ver por sus seguidores,entre los que se encontraban sus apóstoles,e incluso se sentaba a la mesa con estos
para compartir los alimento y mientras lo hacía les daba las últimas instrucciones y consejos,con objeto de que la tarea que les había
encargado,la evangelización de todos los pueblos,tuviera como resultado los mejores frutos.Sin embargo aquellos hombres que le habían visto vivo
después de su muerte,no habían comprendido aún que el Reino de Dios no es el reino de los hombres.Ellos seguian imbuídos de las ideas
del pasado sobre el Mesías,el cual según el Antiguo Testamento,debería venir para restablecer el poderío del pueblo judio,por eso le preguntaron:
"Señor:¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?" Pero Él les respondió:"No es cosa vuestra conocer los tiempos o momentos
que el Padre ha fijado con su poder" Y les anunció la venida del Espíritu Santo sobre ellos (Hch 1,8):"Pero recibiréis la Fuerza del
Espíritu Santo,que vendrá sobre vosotros para que seáis testigos,en toda Judea,en Samaría y hasta los confines de la tierra" Dice
también san Lucas en su libro que después de estas últimas advertencias,el Señor se elevó sobre sus cabezas y una nube lo cubrió,desapareciendo
de inmediato de su vista.Ellos sorprendidos se quedaron un rato mirando hacia el cielo,por si volvía a bajar,pero no, el Señor había subido al cielo
y se encontraba ya a la derecha del Padre.Es emocionante pensar que la elevación de Cristo al cielo,ha permitido,en palabras del Papa
Benedicto XVI que el ser humano haya entrado de modo inaudito y nuevo en la intimidad de Dios (Homilía Eucarística durante su visita pastoral
a Cassio y Montecassino (2009):"El hombre encuentra,ya para siempre,espacio en Dios.El cielo,la palabra cielo no indica un lugar
sobre las estrellas,sino algo más osado y sublime:Indica a Cristo mismo,la Persona divina que acoge plenamente y para siempre a la humanidad
,Aquel en quien Dios y el hombre están inseparablemente unidos para siempre.El estar el hombre en Dios es el cielo.Y nosotros nos acercamos al cielo
,más aún,entramos en el cielo en la medida en que nos acercamos a Jesús y entramos en comunión con Él"
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