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lunes, 29 de septiembre de 2025
EN LA IGLESIA EDIFICADA SOBRE LA ROCA QUE ES CRISTO **** PEDRO Y SUS SUCESORES (LOS PAPAS) SON TESTIGOS DE DIOS
Cristo es el Sacramento, el Signo tangible, el Signo visible del Dios invisible, según palabras del Papa san Juan Pablo II: "El Sacramento implica presencia. Dios está con nosotros.Dios infinitamente perfecto, no sólo está con el hombre, sino que Él mismo se ha hecho hombre en Jesucristo.
¡No tengáis miedo de Dios que se ha hecho hombre!. Esto es lo que Pedro dijo junto a Cesarea de Filipo: *Tú eres Cristo,el Hijo de Dio vivo* " (Juan Pablo II;Cruzando el umbral de la esperanza;1995).
En efecto, tal como podemos leer en el Evangelio de san Mateo (Mt 16,13-18): "Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quien dice la gente que es el Hijo del hombre? // Ellos dijeron:Unos que Juan el Bautista;otros que Elías,otros que Jeremías o uno de los profetas // Él dijo: Vosotros, ¿quién decís que soy yo? // Simón tomó la palabra y dijó: Tú eres el Masías,el Hijo de Dios vivo // Jesús le respondió: Dichoso tú Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado la carne ni la sangre,sino el Padre que está en los cielos // Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella"
Evidentemente la designación del Apóstol san Pedro (Simón) como piedra (Kefa) revela su papel en la fundación de la Iglesia de Cristo y por otra parte, el hecho de que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella, podría simbolizar,las fuerzas del mal que siempre lucharán contra el reino de Dios.
Cristo le dice a Pedro que tiene el poder supremo, el Primado en el Nuevo reino.Pero estos poderes dados a Pedro no se limitan a él sólo,sino que se transmiten a sus sucesores como requería una institución que no desaparecía con la muerte de Pedro, sino que duraría hasta el fin de de los siglos.
Por otra parte,como sigue diciendo el Papa san Juan Pablo II (Ibid):
"Pedro no tuvo miedo de Dios,que se había hecho hombre. Sintió miedo,en cambio,ante el Hijo de Dios como hombre;no acababa de aceptar que fuese flagelado y coronado de espinas,y al fin crucificado. Le daba miedo. Y por eso Cristo le reprendió severamente. Sin embargo, no lo rechazó.
No rechazó a aquel hombre que tenía buena voluntad y corazón ardiente, a aquel hombre que en el Getsemaní empuñaría incluso la espada para defender a su Maestro.
Así sucedió en efecto,tal como podemos leer en la narración de san Juan,de estos hechos (Jn 18, 10-11):Entonces Simón Pedro, que tenía una espada,la sacó, dió un golpe al criado del Sumo Sacerdote y le cortó la oreja derecha. El criado se llamaba Malco // Jesús dijo a Pedro:
"Mete tu espada en la vaina;¿es que no tengo que beber el cáliz que me da el Padre?
Posteriormente durante el prendimiento del Señor, Pedro pecó negando a Cristo (Mt 26,69-75),sin embargo se arrepintió y lloró amargamente. Por eso,como sigue diciendo el Papa san Juan Pablo II (Ibid):
"Pedro, como hombre,demostró no ser capaz de seguir a Cristo a todas partes,y especialmente a la muerte. Después de la Resurrección,sin embargo,fue el primero que corrió junto con Juan al sepulcro, para comprobar que el Cuerpo de Cristo ya no estaba allí.También después de la Resurrección,Jesús confirmó a Pedro en su misión. Le dijo de manera significativa:!Apacienta mis ovejas¡ (Jn 21,15-16)...
Pero antes le preguntó si le amaba. Pedro que había negado conocer a Cristo, aunque no había dejado de amarle,pudo responder:"Tú sabes que te amo" (Jn 21,15);sin embargo,ya no repitió:"Aunque que tenga que morir contigo,no te negare" (Mt 26, 35).
Ya no era solamente una cuestión de Pedro y de sus simples fuerzas humanas;se había convertido ahora en una cuestión del Espíritu Santo, prometido por Cristo al que tendría que hacer las veces de Él sobre la tierra"
Efectivamente, durante la fiesta de Pentecostés, después de la venida del Espíritu Santo sobre la primitiva Iglesia de Cristo, fue san Pedro el primero en salir a hablar a las gentes allí reunidas en las cercanías y que habían presenciado asustadas aquel hecho prodigioso. Y lo primero que hizó fue reprocharles su comportamiento con el Mesías, el Hijo de Dios, como así había sido.
También les exhortó a la conversión y al Bautismo y después de un largo discurso,terminaba diciendo (Hch 2,32-36):
"A este Jesús le resucitó Dios,y de eso todos nosotros somos testigos//Exaltado,pues,a la diestra de Dios,y recibida del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís//Porque David no subió a los cielos y sin embargo exclama:
*Dijo el Señor a mi Señor:Siéntate a mi derecha// hasta que ponga a tus enemigos como escabel de tus pies* // Por tanto,sepa con seguridad toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús,a quien vosotros crucificasteis"
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