-Los signos del Señor y el Evangelio de San Juan 1ªParte
-La misericordia de Dios, su preocupación frente a las
fuerzas del mal
-La misericordia divina manifestada en Cristo
-La familia cristiana, comunidad, comunidad creyente y
evangelizadora
-Algunos laicos evangelizamos: ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer?
DISCURSO DE PEDRO (Hch 3,12-26)
-Israelitas, ¿Por qué os admiráis de este suceso? (Curación
de un paralítico) ¿Por qué nos miráis como si nosotros lo hubiésemos hecho
andar por nuestro propio poder o virtud?
-El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de
nuestros antepasados, ha manifestado la gloria de su siervo Jesús, al que
vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilatos, que pensaba ponerlo en
libertad.
-Vosotros rechazasteis al Santo y al Justo; pedisteis que se
indultara a un asesino
-y matasteis al
salvador de la vida. Pero Dios lo ha resucitado de entre los muertos, y
nosotros somos testigos de ello.
-Pues bien, por creer en Jesús se le han fortalecido las
piernas a este hombre a quién veis y conocéis; la fe en Jesús lo ha curado
totalmente en presencia de todos vosotros.
-Ya se, hermanos, que lo hicisteis por ignorancia, igual que
vuestros jefes.
-Pero Dios cumplió así lo que había anunciado con los
profetas; que su Mesías tenía que padecer.
-Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados
vuestros pecados.
-Llegarán así tiempos de consuelo de parte del Señor, que os
enviará de nuevo a Jesús, el Mesías que os estaba destinado.
-El cielo debe retenerlo hasta que lleguen los tiempos en
que todo sea restaurado, como anunció Dios por boca de los santos profetas en
el pasado.
-Moisés, en efecto, dijo: El Señor Dios vuestro os suscitará
entre vuestros hermanos un profeta como yo; escuchad todo lo que os diga;
-Y el que no escuche a este profeta será excluido del
pueblo.
-Todos los profetas, de Samuel en adelante, anunciaron estos
días.
-Vosotros sois los descendientes de los profetas y de la
Alianza que Dios estableció con vuestros antepasados, diciendo a Abrahán: A
través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra.
-Por vosotros, en primer término, Dios ha suscitado a sus
siervos y os lo ha enviado como bendición, para que cada uno se convierta de
sus maldades.
Después de este sincero y bello
discurso del Apóstol San Pedro recogido
en el libro de <Los Hechos de los Apóstoles> de San Lucas, este
evangelista nos narra la persecución a la que fueron sometidos los Apóstoles
San Pedro y San Juan, cuando ambos iban juntos para llevar a cabo la
evangelización de las gentes, tal como Jesús les había pedido (Hch 4,1-21):
-Mientras que Pedro y Juan
hablaban a la gente, se presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del
templo y los saduceos.
-Estaban molestos porque
enseñaban al pueblo y anunciaban que la resurrección de los muertos se había
realizado ya en Jesús
-Los prendieron y los
encarcelaron hasta el día siguiente, pues era ya tarde.
-Pero muchos de los que habían
oído el discurso creyeron, y el número de hombres llegó a unos cinco mil.
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