LA INTERPRETACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS ***** SÓLO ENCOMENDADA AL MAGISTERIO VIVO DE LA IGLESIA

La interpretación de la Palabra de Dios ha sido encomendada sólo al Magisterio Vivo de la Iglesia.En efecto, como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica (Aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II) (nº75 y nº77):"Cristo nuestro Señor, plenitud de la revelación,mandó a los apóstoles predicar a todos los hombres el Evangelio como fuente de toda verdad salvadora y de toda norma de conducta,comunicándoles así los bienes divinos:El Evagelio prometido por los profetas,que Él mismo cumplió y promulgó con su voz (DV 7)// Para que este Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia,los apóstoles nombraron como sucesores a los obispos,dejándoles su cargo en el magisterio (DV 7).En efecto, la predicación apostólica,expresada en modo especial en los libros Sagrados, se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin de los tiempos (DV 8)

Por otra parte, como también podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid nº881): "El Señor hizo de Simón,al que dio el nombre de Pedro,y solamente de él, la piedra de su Iglesia (...).Lo instituyo pastor de todo su rebaño (Jn 21, 15-17) (...).Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia...Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa"

Ciertamente, el Señor confió a sus apóstoles y por tanto a sus sucesores los obispos la proclamación del Magisterio Vivo de su Iglesia,de generación en generación,sin cambiar -ni un punto,ni una coma-, como se suele decir, esto es, sin alterar para nada la Palabra de Dios,que es eterna,y no amoldable a las modas y gustos de los hombres en función de los tiempos que corren... En este sentido el Papa Benedicto XVI venía a decir lo siguiente en su libro -El elogio de la conciencia.La verdad interroga al corazón- (Ed.Palabra S.A. 2010): "Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera integro para siempre y fuera transmitido a todas las generaciones.

Él dio a su Iglesia, por el don del Espíritu santo, una participación de su propia infalibilidad...El pueblo de Dios gracias al -sentido sobrenatural de la fe- goza de esta prerrogativa,bajo la guía del Magisterio Vivo de la Iglesia,que,por autoridad ejercida en nombre de Cristo, es el único : Intérprete auténtico de la Palabra de Dios,escrita o transmitida (Dei Verbum cit.,n 10)" Es evidente que sólo Cristo es el único interprete auténtico de la Palabra de Dios,escrita o transmitida, ya que Él es el Verbo de Dios y Dios verdadero...Esta verdad absoluta sin embargo está siendo puesta en -tela de juicio- en los últimos tiempos por algunos hombres y mujeres que dicen amar a Dios,pero que no se dan cuenta que con esta aptitud en realidad están sirviendo al Ángel caido (Lucifer)...Sí, son tiempos dificiles para la verdadera Iglesia de Cristo, para la Iglesia de siempre, la que ahora algunos llaman de forma despectiva tradicionalista...A esos otros hijos de Dios que quieren reinterpretar las Palabras de Dios les convendría recordar las enseñanzas del Papa Benedicto XVI especialmente sobre la moral y las buenas costumbres (Ibid):

"Lo concerniente a la moral puede ser objeto del Magisterio auténtico,porque el Evangelio,que es la Palabra Viva,inspira y dirige todo el campo del obrar humano. El Magistero, pues, tiene el oficio de discernir,por medio de juicios normativos para la conciencia de los fieles, los actos que en sí mismo son conformes a las enxigencias de la fe y promueven su expresión en la vida,como también aquellos que, por el contrario, por su malicia son incompatibles con estas exigencias***Debido al vínculo existente entre el orden de la creación y el orden de la redención ,y debido a la necesidad de conocer y observar toda la ley moral para la salvación, la competencia del Magisterio se extiende también a lo que se refiere a la Ley natural (C.E. Pablo VI;Humanae Vitae, n.4:AAS 60 (1968) 433)"

Desgraciadamente desde hace ya algunos años se viene negando todas estas enseñanzas de los Papas y se ha llegado al punto de asegurar que la Ley natural es un concepto pasado de moda y en todo caso que nunca tuvo fundamento alguno...Es engañarse así mismo, porque cualquier hombre o mujer en su sano juicio tiene consciencia de cuando está obrando bien y cuando está obrando mal, incluso desde que muy temprana edad esta Ley implantada por Dios en el corazón de los hombres ejerce su efecto,a pesar de los esfuerzos del enemigo común por conseguir que ésto no sea así...Y es que como seguia diciendo el Papa Benedicto XVI en su libro (Ibid):

"La Revelación contiene enseñanzas morales que de por sí podrían ser conocidas por la razón natural,pero cuyo acceso se hace dificil por la condición del hombre pecador.Es doctrina de fe que estas normas morales pueden ser enseñadas infaliblemente por el Magisterio...En las Iglesias particulares corresponde al obispo custodiar e interpretar la Palabra de Dios y juzgar, con su autoridad lo que es conforme y lo que no.La enseñanza de cada obispo tomada individualmente se ejercita, en comunión con el Pontífice Romano, Pastor de la Iglesia universal, y con los otros obispos dispersos por el mundo o reunidos en Concilio Ecuménico.Esta comunión es condición de su autoridad" Por último, recordemos así mismo, que como también nos enseñaba este gran Pontífice (Ibid):"Si la fe teologal en cuanto tal no puede engañarse,el creyente,en cambio,puede tener opiniones erróneas ,porque no todos sus pensamientos proceden de la fe...No todas las ideas que circulan en el pueblo de Dios son coherentes con la fe,puesto que pueden sufrir fácilmente el influjo de una opinión pública manipulada por modernos medios de comunicación.No sin razón el Concilio Ecuménico Vaticano II subrayó la relación indisoluble entre -sensus fidei- y la conducción del pueblo de Dios por parte del Magisterio de los pastores: Ninguna de las dos realidades puede separarse la una de la otra (Lumen gentium, cit.,n.12)" Oremos fervorosamente por nuestro Papa actual,el Papa Francisco y por todos los Obispos de la Iglesia Católica para puedan llevar a buen término el mandato divino y conduzcan al pueblo de Dios por el camino de la salvación que Jesucristo habrió para los hombres entregando su vida en la Cruz.