LA HEREJÍA DEL ANTICRISTO **** LLEVA AL HOMBRE HACIA LAS TINIEBLAS (II)

El Papa san Pio X condenó solemnemente el modernismo (compendio de todas las herejías), durante su Pontificado (1903-1914). En efecto, el modernismo concibe la coexistencia de una Iglesia constitucional y otra carismática,la primera tradicional,la segunda progresista,gracias a cuyo enfrentamiento se lograría (según sus seguidores) el avance de la humanidad.Este hombre santo y sabio se enfrentó a este ideario con el decreto -Lamentabili-, y es que en aquellos momentos ya se apreciaba la posible llegada anunciada del -Anticristo-...Todos los Papas posteriores a Pío X: Benedicto XV (1914-1922),Pío XI (1922-1939) y Pío XII (1939-1958),también se enfrentaron de alguna forma al progreso de esta herejía,

hasta la llegada de Juan XXIII (1958-1965) a la Silla de Pedro, el cual era partidario de que la Iglesia se actualizase oportunamente con respecto del modernismo.En definitiva,quiso transformar la Iglesia radicalmente, abriéndose a todas las religiones,con la buena intención de unificar la cristiandad. Para conseguirlo, era ,según él,necesario convocar un Concilio que revisará este problema surgido en la Iglesia Católica, pues creía que:"La Esposa de Cristo (la Iglesia Católica) prefería recurrir al remedio de la misericordia, más que blandir las armas de la severidad" Este hombre verdaderamente santo llevado de sus buenas intenciones hacia la Iglesia de Cristo,convocó, el Concilio Ecuménico Vaticano II en el año 1962, al cual asistieron unos 2540 padres de la Iglesia con derecho a voto.Según todos los indicios, esta convocatoria, lejos de un desafío al mundo y las otras Iglesias,pretendía ser una renovación pastoral y de reconciliación con otras Iglesias y religiones...

No obstante,el Concilio Vaticano II acabó siendo un aliado de los idearios modernistas, desde el punto de vista de la manera de presentar el magisterio de la Iglesia. En efecto,el modernismo se presenta como el portavoz del magisterio de la Iglesia para los creyentes,en lugar de Nuestro Señor Jesucristo (siendo los Apóstoles y sus sucesores los encargados de transmitir su doctrina). Sin embargo, en el Catecismo de san Juan Pablo II escrito en orden a la aplicación de dicho Concilio podemos leer en el apartado n*84: "El deposito sagrado" (cf.1 Tm 6,20; 2 Tm 1,12-14) de la fe ("depositum fidei "),contenido en la Sagrada Tradición y en la Sagrada Escritura fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia. "Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano entero,unido a sus pastores,persevera siempre en la doctrina Apostólica y en la unión Eucaristíca y la oración, y así se realiza una maravillosa concordia de pastores y fieles en conservar,practicar y profesar la fe escrita (Dei Verbum 10)" Efectivamente el papel del Magisterio de la Iglesia es transmitirnos el depósito de la Revelación, depósito que es fijo puesto que la Revelación está cerrada desde la muerte del último Apóstol y por tanto,la fe es inmutable;modificarla por los hombres es un gravísimo pecado,una gran afrenta a Nuestro Señor Jesucristo.

Sí,la herejía del anticristo lleva al hombre hacia las tinieblas,recordemos finalmente en este sentido una vez más,las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica n*2032(Ibid): "La Iglesia, "columna y fundamento de la verdad" (1 Tm 3,15),recibió de los Apóstoles este solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad que salva (Lumen gentium 17)."Compete siempre y en todo lugar a la Iglesia proclamar los principios morales,incluso los referentes al orden social,así como dar un juicio sobre cualesquiera asuntos humanos,en la medida en que lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas (CIC can 747,2)"