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viernes, 14 de febrero de 2025

LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA **** UNA IMPORTANTE ACCIÓN LITÚRGICA

El Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (Juan Pablo, Obispo.siervo de los siervos de Dios para perpetua memoria) (Librería Editrice Vaticana 1992)(n*1480), nos recuerda que:"Como todos los Sacramentos,la Penitencia es una acción litúrgica.Ordinariamente los elementos de su celebración son:Saludo y bendición del sacerdote, lectura de la Palabra de Dios para iluminar la conciencia y Suscitar la contrición,y exhortación al arrepentimiento;la confesión que reconoce los pecados y los manifiesta al sacerdote;la imposición y la aceptación de la penitencia;la absolución del sacerdote;alabanza de acción de gracias y despedida con la bendición del sacerdote " Todo esto constituye un ritual que lleva aparejado un tiempo de dedicación importante y sin embargo nos da la sensación algunas veces, que éste, es tan corto...que casi no da la posibilidad de reflexionar sobre lo que todo ello significa,siendo como es, este Sacramento, algo tan importante para el alivio del alma humana... Indudablemente tal como nos recuerda también el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid):El Sacramento de la Penitencia puede celebrarse en el marcó de una celebración comunitaria, en la que los penitentes se preparan para la confesión y juntos dan gracias al perdón recibido...Sin embargo,la confesión individual y personal es la más idónea para llevar a cabo este Sacramento tan importante...Sí, la confesión personal es la forma más significativa de la Reconciliación con Dios y con la Iglesia (C.I.C n* 1484)...
Hay que reconocer que la vida que ahora lleva la humanidad no es ni parecida a la de hace algunos años,todo se hace más rápidamente, tenemos mucha prisa,sobre todo en las grandes ciudades...son tantas las cosas que hay que hacer y resolver...por eso nos queda poco tiempo para realizar una buena confesión...una confesión a la antigua usanza que conlleva una acción litúrgica más completa y satisfactoria...Algunos recordamos con verdadera nostalgia aquellos tiempos en los que el Sacramento de la Confesión se llevaba a cabo según la Tradición de la Iglesia, que implicaba una serie de etapas a recordar:"Antes de acercarse al Confesor,el penitente rezará en voz baja el Yo,pecador.Luego, arrodillandose (si ello es posible) dira delante del Confesor:Ave María Purísima,o Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento.Contestado por el Confesor:Sin pecado concebida,o sea por siempre bendito y alabado. A continuación dirá el penitente:Padre, hace tanto tiempo que me he confesado, traigo dolor de corazón y proposito de enmienda.Me acuso de los pecados siguientes....Terminada la acusación, el Confesor le dirá una breve plática y le impondrá la correspondiente penitencia,dandole en seguida la santa absolución.Mientres el Confesor recita la absolución, el penitente rezará con fervor el Señor mío Jesucristo"
A este respecto es interesante recordar ahora el valor pedagógico del Sacramento de la Penitencia, porque aunque es verdad que es necesario salvaguardar siempre la objetividad de los efectos de este Sacramento y su correcta celebración, según el Papa Benedicto XVI (Aula de las Bendiciones, viernes 25 de marzo de 2011):"No está fuera de lugar reflexionar sobre cuánto puede educar la fe, tanto del ministro como del penitente...¿De que modo educa el Sacramento de la Penitencia? ¿En qué sentido su celebración tiene valor pedagógico, ante todo para los ministros? Podríamos partir del reconocimiento de que la misión sacerdotal constituye un punto de obsevación único y privilegiado,que permite diariamente el esplendor de la Misericordia divina.Cuántas veces en la celebración del Sacramento de la Penitencia,el sacerdote asiste a auténticos milagros de conversión que,renovando el *encuentro con un acontecimiento,una persona*,fortalece también su fe. En el fondo,confesar significa asistir a tantas *professiones fidei* cuantos son los penitentes,y contemplar la acción de Dios misericordioso en la historia,palpar los efectos salvadores de la Cruz y la Resurrección de Cristo,en todo tiempo y para todo hombre
Con frecuencia nos encontramos ante anténticos dramas existenciales y espirituales,que no hallan respuesta en las palabras de los hombres,pero que son abrazados y asumidos por el Amor divino,que perdona y transforma: *Aunque vuestros pecados sean como escarlata,quedarán blancos como nieve* (Is 1, 18).Conocer y, en cierto modo,visitar el abismo del corazón humano,incluso en sus aspectos oscuros,por un lado pone a prueba la humanidad y la fe del propio sacerdote;y, por otro,alimenta en él la certeza de que la última palabra sobre el mal del hombre y de su historia es de Dios,es de su misericordia,capaz de hacerlo nuevo todo(Ap 21, 5)" Hermosa reflexión del Papa Benedicto XVI que nos hace recordar la importancia de este Sacramento, porque:"No sólo perdona los pecados cometidos después del Bautismo,sino que también nos devuelve la gracia divina,perdida por el pecado mortal perdonado,acrecienta la gracia santificante y nos da derecho a un gran número de gracias actuales en el momento necesario.Además de esto,produce en el alma un gran consuelo y nos da fuerzas extraordinarias para luchar contra las tentaciones del demonio" (Rmo.P.Fr.Justo Perezde Urbel)
El Papa Benedicto XVI se preguntaba también:¿Cuál es el valor pedagógico del Sacramento de la Reconciliación o Confesión para los penitentes? Para responderla con estas sentidas palabras (Ibid):"Lo primero que tenemos que decir es que depende ante todo de la acción de la Gracia y de los efectos objetivos del Sacramento en el alma del fiel.Ciertamente la Reconciliación sacramental es uno de los momentos en que la libertad personal y la conciencia de sí mismos están llamados a expresarse de modo particularmente evidente ***Tal vez también por esto,en una epóca de relativismo y de consiguiente conciencia atenuada por el propio ser,queda debilitada asímismo la práctica sacramental*** El examen de conciencia tiene un valor pedagogico importante:Educa a mirar con sinceridad la propia existencia,a confrontarla con el Evangelio y a valorarla con parámetros no sólo humanos,sino también tomados de la Revelación divina. La confrontación con los Mandamientos,con las Bienaventuranzas y,sobre todo,con el Mandamiento del amor,constituye la primera gran *escuela penitencial*

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