*RECORDANDO AL ESPIRITU SANTO
(III) (31/8/17)
*RECORDANDO AL ESPIRITU SANTO
(IV) (1/9/17)
*RECORDANDO LA DOCTRINA SOCIAL DE
LA IGLESIA (6/9/17)
*EVANGELIZAR QUIERE DECIR MOSTRAR
EL CAMINO, ENSEÑAR EL ARTE DE VIVIR (I) (16/9/17)
BIBLIA DE NAVARRA EDICIÓN POPULAR
(EUNSA/Ediciones Universidad de Navarra, S.A.,
Pamplona (España))
PRIMERA CARTA A LOS
TESALONICENSES
SALUDO
1.1Pablo, Silvano y Timoteo, a la
iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: la
gracia y la paz estén con vosotros.
(I).RECUERDO DE LA PREDICACION Y
ACOGIDA DEL EVANGELIO
*LA EVANGELIZACIÓN DE TESALÓNICA
(1,2-10)
Damos continuamente gracias a
Dios por todos vosotros, teniéndoos presentes en nuestras oraciones. / Sin
cesar recordamos ante nuestro Dios y Padre vuestra fe operativa, vuestra
caridad esforzada y vuestra constante esperanza en nuestro Señor Jesucristo. /
Sabemos, hermanos amados por Dios, que habéis sido elegidos; / porque nuestro
evangelio no se os predicó sólo con palabras, sino con poder, con el Espíritu
Santo y con plena convicción. Bien sabéis cómo nos hemos comportado entre
vosotros para vuestro provecho. / Ciertamente os hicisteis imitadores nuestros
y del Señor, acogiendo la palabra con el gozo del Espíritu Santo, aun en medio
de grandes tribulaciones; / hasta el punto de que os habéis convertido en
modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. / Porque a partir de
vosotros se ha difundido la palabra del Señor; no sólo en Macedonia y en
Ancaya, sino que por todas partes se ha propagado vuestra fe en Dios, de modo
que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. / Ellos mismos cuentan qué
acogida nos dispensasteis y cómo os convertisteis a Dios abandonando los
ídolos, - a quien resucitó de entre los muertos – que nos libra de la ira
venidera.
*RECUERDOS DE LA EVANGELIZACIÓN
(2, 1-12)
Conocéis bien, hermanos, que
nuestra estancia entre vosotros no fue fructuosa, / sino que, como sabéis,
después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, tuvimos confianza
en nuestro Dios para predicaros el Evangelio de Dios en medio de muchos
combates. / Nuestra exhortación no procede, por eso, del error ni de la
impureza, ni es engañosa. / Al contrario, ya que Dios nos ha encontrado dignos
de confiarnos el Evangelio, hablamos no como quien busca agradar a los hombres,
sino a Dios, que ve el fondo de nuestros corazones. / Como sabéis, nunca nos
hemos movido con palabras aduladoras, ni por avaricia disimulada – Dios es
testigo -, / ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie. / Aunque,
como apóstoles de Cristo, podríamos haber impuesto el peso de nuestra
autoridad, sin embargo nos comportamos con dulzura entre vosotros. Como una
madre que da alimentos y calor a sus hijos, / así, movidos por nuestro amor,
queríamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestras
propias vidas, ¡tanto os llegamos a querer! / Pues recordáis, hermanos, nuestro
esfuerzo y nuestra fatiga: trabajando día y noche, para no ser gravosos a
ninguno de vosotros, os predicamos el Evangelio de Dios. / Testigos sois, y
Dios también, de que nuestra conducta entre vosotros, los creyentes, fue santa,
justa e irreprochable. / Como un padre a sus hijos – lo sabéis bien -, a cada
uno / os alentábamos y os consolábamos, exhortándoos a que vivierais de una
manera digna de Dios, que os llama a su Reino y a su gloria.
*PERSEVERANCIA DE LOS
TESALONICENSES (2, 13-16)
Y por eso también nosotros damos
gracias a Dios sin cesar, porque, cuando recibisteis la palabra que os
predicamos, la acogisteis no como palabra humana, sino como lo que es en
verdad: palabra divina, que actúa eficazmente entre vosotros, los creyentes. /
Pues, hermanos, os habéis hecho imitadores de las iglesias de Dios que están en
Judea, en Cristo Jesús, puesto que habéis sufrido también de vuestros
compatriotas lo mismo que ellos han sufrido de los judíos. / Éstos son los que
mataron al Señor Jesús y a los profetas, y también a nosotros nos han
perseguido. Y así no sólo no agradan a Dios, sino que se hacen enemigos de
todos los hombres, / al impedir que prediquemos a los gentiles para que se
salven; y así están siempre colmando la medida de sus pecados. Pero la ira
contra ellos ha llegado al límite.
*MOTIVO DE LA CARTA (2,17-20)
Hermanos, nosotros, privados por
breve tiempo de vuestra compañía – físicamente, no de corazón -, ardíamos en deseos
de veros. / Por eso quisimos ir donde vosotros; al menos yo, Pablo, lo intenté
una y otra vez, pero Satanás nos lo impidió. / Pues ¿quién sino vosotros será
nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra corona de gloria ante nuestro Señor
Jesús el día de su venida? / Sí, verdaderamente sois nuestra gloria y nuestro
gozo.
*(3, 1-10)
Por esta razón, incapaces de
aguantar más, preferimos quedarnos solos en Atenas / y os enviamos a Timoteo,
nuestro hermano y colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo, para
confirmaros y animaros en vuestra fe, / para que nadie flaquee en esas
tribulaciones. Bien sabéis que eso es lo que nos espera; / pues ya cuando
estábamos entre vosotros os predecíamos que íbamos a sufrir tribulaciones, como
sabéis que ha sucedido. / Y por eso yo, incapaz de aguantar más, le envié para
informarme de vuestra fe, preocupado por si os hubiera seducido el tentador y
nuestro trabajo hubiera resultado infecundo. / Pero ahora Timoteo, que acaba de
regresar de ahí, nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y de vuestra
caridad, de que guardáis siempre buen recuerdo de nosotros y deseáis vernos,
como también nos sucede a nosotros. / Por eso hemos recibido de vuestra parte,
hermanos, gracias a vuestra fe, un gran consuelo en medio de todas nuestras
adversidades y tribulaciones: / ahora sí vivimos, ya que permanecéis firmes en
el Señor. / ¿Y cómo podremos dar gracias suficientes a Dios por toda la alegría
que nos proporcionáis y con la que nos gozamos por vosotros ante nuestro Dios?
/ Le rogamos noche y día, sin cesar, que podamos veros y completar lo que falta
a vuestra fe.
*ORACIÓN (3, 11-13)
Que Dios mismo, nuestro Padre, y
nuestro Señor Jesús, dirija nuestro camino para poder veros; / y que el Señor
os colme y os haga rebosar en la caridad de unos con otros y en la caridad
hacia todos, como es la nuestra hacia vosotros, / para que se confirmen
vuestros corazones en una santidad sin tacha ante Dios, nuestro Padre, el día
de la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos. Amén
(II).PROGRESOS EN LA VIDA
CRISTIANA
*SANTIDAD Y PUREZA (4, 1-8)
Por lo demás, hermanos, os
rogamos y os exhortamos en el Señor Jesús a que, conforme aprendisteis de
nosotros sobre el modo de comportaros y de agradar al Señor, y tal como ya
estáis haciendo, progreséis cada vez más. / Pues conocéis los preceptos que os
dimos de parte del Señor Jesús. / Porque ésta es la voluntad de Dios: vuestra
santificación; que os abstengáis de la fornicación: / que cada uno sepa guardar
su propio cuerpo santamente y con honor, / sin dejarse dominar por la
concupiscencia, como los gentiles, que no conocen a Dios. / En este asunto, que
nadie abuse ni engañe a su hermano, pues el Señor toma venganza de todas esas
cosas, como ya os advertimos y aseguramos; / porque Dios no nos llamó a la
impureza, sino a la santidad. / Por tanto, el que menosprecia esto no
menosprecia a un hombre, sino a Dios, que además os concede el don del Espíritu
Santo.
*AMOR FRATERNO Y LABORIOSIDAD (4,
9-12)
En cuanto al amor fraterno, no
tenéis necesidad der que os escriba, pues vosotros mismos habéis sido
instruidos por Dios para que os améis los unos a los otros, / y, en efecto, así
lo estáis poniendo por obra con todos los hermanos en toda Macedonia. Pero os
encarecemos, hermanos, a que progreséis más, / y a que os esmeréis en vivir con
serenidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras manos, como
os lo ordenamos, / de modo que os comportéis honradamente ante los de fuera y
no necesitéis de nadie.
*ESPERANZA (4, 13-18)
No queremos, hermanos, que
ignoréis lo que se refiere a los que han muerto, para que no os entristezcáis
como esos otros que no tienen esperanza. / Porque si creemos que Jesús murió y
resucitó, de igual manera también Dios, por medio de Jesús, reunirá con Él a
los que murieron. / Así pues, como palabra del Señor, os transmitimos lo
siguiente: nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la venido del
Señor, no nos anticiparemos a los que hayan muerto; / porque, cuando la voz del
arcángel y la trompeta de Dios den la señal, el Señor mismo descenderá del
cielo, y resucitarán en primer lugar los que murieron en Cristo; / después,
nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados a las nubes
junto con ellos al encuentro del Señor en los aires, de modo que, en adelante
estemos siempre con el Señor. / Por tanto, animaos mutuamente con estas
palabras.
*(5,1-11)
Sobre el tiempo y el momento,
hermanos no necesitáis que os escriba, / porque vosotros mismos sabéis muy bien
que el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche. / Así pues, cuando
clamen: <Paz y seguridad>, entonces, de repente, se precipitará sobre
ellos la ruina – como los dolores de parto de la que está encinta -, sin que
puedan escapar. / Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, de modo que
ese día os sorprenda como un ladrón; / pues todos vosotros sois hijos de la luz
e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. / Por
tanto, no durmamos como los demás, sino estemos en vela y mantengámonos
sobrios. / Los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche
se embriagan; / pero nosotros, que somos del día mantengámonos sobrios, estemos
revestidos con la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza
de salvación. / Porque Dios no nos ha destinado a la ira, sino a alcanzar la
salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, / que murió por nosotros para
que, tanto si velamos como si dormimos, vivamos juntos con él. / Por eso,
animaos mutuamente y edificaos unos a otros, como ya lo hacéis.
*RECOMENDADIONES DIVERSAS (5, 12-22)
Os rogamos, hermanos, que
apreciéis a los que trabajan entre vosotros, os gobiernan en el Señor y os
instruyen. / Tened con ellos las mejores muestras de afecto en consideración a
su labor. Que haya paz entre vosotros. / Os exhortamos también, hermanos, a que
corrijáis a los indisciplinados, alentéis a los pusilánimes, sostengáis a los
débiles y tengáis paciencia con todos. / Estad siempre alegres. / Orad sin
cesar. / Dad gracias por todo, porque eso es lo que Dios quiere de vosotros en
Cristo Jesús. / No extingáis el Espíritu, / ni despreciéis las profecías; /
sino examinad todas las cosas, retened lo bueno / y apartaos de toda clase de
mal.
*ORACIÓN Y SALUDOS (5, 23-28)
Que Él, Dios de la paz, os
santifique plenamente, y que vuestro ser entero – espíritu, alma y cuerpo – se
mantenga sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. / El que os
llama es fiel, y por eso lo cumplirá. / Hermanos, orad también por nosotros. /
Saludad a todos los hermanos con el beso el santo. / Os pido encarecidamente
por el Señor que esta carta les sea leída a todos los hermanos. / La gracia de
nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros.
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