-EL ESPIRITU SANTO Y LA ESPERANZA
CRISTIANA (30/Mayo/2020)
-EL DON DE LA ESPERANZA NOS
SOSTIENE Y PROTEJE EN TIEMPOS DE CRISIS (1/Junio/2020)
-EL SACRAMENTODE LA EUCARISTIA EN
LA VIDA CRISTIANA (5/Junio/2020)
-JESUS DIJO (XLIX): TRABAJOS
PUBLICADOS EN MRM.MARUS (7/Junio/2020)
-LA FIESTA DEL SANTISIMO CORPUS
CHRISTI: HOMENAJE A LA SAGRADA EUCARISTIA (10/Junio/2020)
-LA MULTIPLICACION DE LOS PANES Y
DE LOS PECES (21/Junio/2020)
La Santa Biblia. Traducida de los
textos originales en equipo bajo la dirección del Dr. Evaristo Martín Nieto.
Editorial San Pablo (1988)
HECHOS DE LOS APÓSTOLES: PROPAGACIÓN
DEL EVANGELIO FUERA DE JERUSALÉN
“Aquel día se desencadenó una
gran persecución contrala Iglesia de Jerusalén; y todos, excepto los apóstoles,
se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría / A Esteban lo enterraron unos
hombres piadosos, e hicieron duelo por él / Saulo, por su parte, se ensañaba
con la Iglesia, entraba en las casas, apresaba a hombres y mujeres, y los metía
en la cárcel”
PREDICACIÓN DE FELIPE (8, 4-8):
“Los que tuvieron que salir
huyendo fueron por todas partes anunciando la palabra / Felipe llegó a la
ciudad de Samaría, y se puso a predicar a Cristo / La gente escuchaba con
atención a Felipe, pues había oído hablar de los milagros que hacía y ahora los
estaban viendo: / De muchos posesos salían los espíritus impuros dando grandes
voces, y muchos paralíticos y cojos quedaban curados / La ciudad se llenó de
alegría”
SIMÓN EL MAGO (8, 9-13):
“Hacía tiempo que venía
practicando la magia en la ciudad un tal Simón que tenía asombrada a la gente
de Samaría, diciendo que él era algo grande / Todos, desde el más chico al más
grande, le seguían y decían: <Este es el poder mismo de Dios, el que llaman
el grande> / Lo seguían porque durante bastante tiempo los había asombrado
con magias / Pero cuando Felipe les habló del reino de Dios y de Jesucristo,
hombres y mujeres creyeron en él y se bautizaron / El mismo Simón creyó y se
bautizó; y ya no se apartaba de Felipe, viendo maravillado los prodigios y
milagros insignes que hacía”
EL ESPÍRITU SANTO (8, 14-17):
“Los apóstoles que estaban en
Jerusalén, al saber que Samaría había recibido la palabra de Dios, les enviaron
a Pedro y a Juan; / llegaron y oraron por los samaritanos, para que recibieran
el Espíritu Santo; / pues aún no había bajado sobre ninguno de ellos, y sólo
habían recibido el bautismo en el nombre de Jesús, el Señor / Entonces les
impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo”
CONDENACIÓN DE LA SIMONÍA (8,
18-25):
“Simón, al ver que mediante la
imposición de las manos de los apóstoles se confería el Espíritu Santo, les
ofreció dinero, / diciendo: <Dadme también a mí ese poder, para al que le
imponga las manos reciba el Espíritu Santo> / Pedro le dijo: <Al infierno
tú y tu dinero, por haber creído que el don de Dios se compra con dinero / No
tienes parte ni herencia en esto, porque tu corazón no es recto delante de Dios
/ Arrepiéntete de tu maldad y pide al Señor que te perdone, si es posible, el
mal pensamiento que has tenido / pues veo que no tienes buenas intenciones y
estas atrapado en los lazos de la iniquidad> / Simón respondió: <Pedid
vosotros por mí al Señor para que no me suceda nada de lo que acabáis de
decir> / ellos, después de haber dado testimonio y haber predicado la
palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, evangelizando muchas aldeas de los
samaritanos>
BAUTISMO DEL ETÍOPE (8, 26-40):
“El ángel del Señor dijo a
Felipe: <Ponte en marcha hacia el sur, por el camino que va de Jerusalén a
Gaza a través del desierto> / Y se puso en marcha. En esto un etíope eunuco,
ministro de Candaces, reina de Etiopia, administrador de todos sus bienes, que
había venido a Jerusalén, / regresaba y, sentado en su carro, leía al profeta
Isaías / El Espíritu dijo a Felipe: <avanza y acércate a ese carro> /
Felipe corrió, oyó que leía al profeta Isaías y dijo: <¿Entiendes lo que
estás leyendo?> / Él respondió: <¿Cómo lo voy a entender si alguien no me
lo explica?> Y rogó a Felipe que subiera y se sentara con él / el pasaje de
la escritura que leía era éste: <Como cordero llevado al matadero, como ante
sus esquiladores una oveja muda y sin abrir la boca / Por ser pobre, no le
hicieron justicia. Nadie podrá hablar de su descendencia, pues fue arrancado de
la tierra de los vivos> / El eunuco dijo a Felipe: <por favor, ¿De quién
dice esto el profeta? ¿De él o de otro?> / Felipe tomó la palabra y
comenzando por este pasaje de la escritura le anunció la buena nueva de Jesús /
continuaron su camino y llegaron a un lugar donde había agua; el eunuco dijo:
<Mira aquí hay agua; ¿Qué impide que
me bautice?> / y mandó detener el carro. Bajaron los dos al agua, Felipe y
el eunuco, y lo bautizó / al salir del agua, el Espíritu del Señor arrebató a
Felipe. El eunuco no lo vio más y continuó su camino muy contento / Felipe se
encontró con que estaba en Azoto, y fue evangelizando todas las ciudades hasta
llegar a Cesarea
CONVERSIÓN DE SAULO (9, 1-19)
“Saulo, por su parte, respirando
aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo
sacerdote / y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, con el fin de que
si encontraba alguno que siguiera ese camino, hombres o mujeres, pudiera
llevarlos presos a Jerusalén / En el camino, cerca ya de Damasco, de repente le
envolvió un resplandor del cielo / cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
<Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?> / Él preguntó: < ¿Quién eres,
Señor?> Y él: <Yo soy Jesús, a quién tú persigues / Levántate y entra en
la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer / Los que lo acompañaban se
quedaron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie / Saulo se levantó del
suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada; lo llevaron de la mano
a Damasco / donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber / Había en
Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión:
<¡Ananías! Y él respondió dijo: <Vete rápidamente a la casa de Judas, en
la calle Recta, pregunta por un tal Saulo de Tarso, que está allí en oración /
y ha tenido una visión: un hombre Ananías entraba y le imponía las manos para
devolverle la vista> / Ananías respondió: <Señor, he oído mucho hablar de
ese hombre y decir todo el mal a tus fieles en Jerusalén / Y está aquí con
plenos poderes de los sumos sacerdotes para prender a todos los que te
invocan> / El Señor le dijo: <Anda, que este es un instrumento que he
elegido yo para llevar mi nombre a los paganos, a los reyes y a los israelitas
/ Yo le mostraré cuanto debe padecer por mí> / Ananías partió inmediatamente
y entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: <Saulo hermano mío, vengo
de parte de Jesús, el Señor, el que se te apareció en el camino por el que
venías, para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo> / En
el acto se le cayeron de los ojos como escamas, y recobró la vista; se levantó
y fue bautizado / Comió y recobró fuerzas. Y se quedó unos días con los
discípulos que había en Damasco”
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