Como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Vaticano II (Papa san Juan Pablo II;1992;nº768): "El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la plena consumación del Reino. Ante todo está la elección de los Doce con Pedro como Cabeza (Mc 3,14-15);puesto que representan a las doce tribus de Israel (Mt 19,28), ellos son los cimientos de la nueva Jerusalén (Ap 21, 12-14).Los Doce y los otros discipulos (Lc 10,1-2) participan en la misión de Cristo, en su poder,y también en su suerte (Jn 15,20). Con todo estos actos, Cristo prepara y edifica su Iglesia"
Es evidente que la Iglesia es apostólica y fue edificada sobre el sólido cimiento que son los Doce Apóstoles del Cordero tal como leemos en el Apocalipsis de san Juan, cuando habla de la Jerusalén celeste (Ap 21, 10-14): "Y me llevó un espíritu sobre un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios /(...)/ Tenía un muro grande y alto y doce puertas;sobre las puertas, doce ángeles y nombres escritos, los de las doce tribus de Israel /(...)/ El muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y sobre ellos doce nombres, los doce Apóstoles del Cordero"
Por esto,la Iglesia de Cristo es indestructible por mucho que lo intenten sus enemigos. Por esto y mucho más, se mantendrá infaliblemente en la verdad.Cristo la gobierna por medio del Padre y de los demás Apóstoles,presentes en sus sucesores el Papa y el Colegio de los Obispos. Por otra parte, Nuestro Señor Jesucristo constituyó su Iglesia Jerarquica,a pesar de los intentos por parte de las fuerzas del mal de que esto no sea así. Y es que como podemos leer también en el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid)nº874):
"Cristo el Señor, para dirigir el Pueblo de Dios y hacerlo progresar en el tiempo, instituyó en su Iglesia diversos ministerios que están ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto,los ministros que poseen la Sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros del Pueblo de Dios...lleguen a la salvación" Ciertamente, los fieles a Cristo: Jerarquias, laicos y vida consagrada, todos ellos son fieles al Señor (o deberían serlo), y han sido incorporados por el Sacramento del Bautismo al Pueblo de Dios; cada cual según su propía condición son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en todo el mundo: "La misma diferencias que el Señor quiso poner entre los miembros de su Cuerpo sirve a la unidad y a la sumisión" (CIC can.204, 1; cf LG 31).
En efecto, hay en la Iglesia de Cristo diversidad de ministerios en función de la constitución Jerarquica de la Iglesia y así,recordemos como Cristo mismo a los Apóstoles y sus sucesores les confirió la función de enseñar, santificar y gobernar. Los Obispos y los Presbiteros, sus colaboradores tienen en este sentido la misión de enseñar o lo que es lo mismo: Anunciar el Evangelio de Dios. Por otra parte, tanto los Obispos como los Presbiteros santifican la Iglesia con su oración y su trabajo por medio del misterio de la Palabra y de los Sacramentos. Además los Obispos, como vicarios de Cristo, y ligados a Cristo gobiernan las Iglesias particulares que se les ha confiado no sólo con sus propios proyectos, con sus consejos y con su ejemplo, sino también con autoridad y potestad Sagrada.
En cuanto a los fieles de Cristo laicos, estan encargados por Dios del apostolado en virtud de dos Sacramentos: El Bautismo y la Confirmación. Por eso tienen la obligación y el derecho de trabajar para dar a conocer el Mensaje de Cristo al mundo entero,empezando por sus propias familias. Por último, en cuanto a los fieles de Cristo llamados a la vida consagrada hay que recordar que su primera misión es vivir su consagración y puesto que por su misma consagración se dedican al servicio de la Iglesia están obligados a contribuir de modo especial a la tarea misionera, según modo propio de su institución (CIC 783; cf RM 69).Así alentaba el Papa san Juan Pablo II a estos fieles de Cristo con motivo de la 2ª Jornada de la vida Consagrada (Homilia de su Santidad un 2 de febrero 1998):
"Amadisimos hermanos y hermanas,celebramos hoy la 2ªJornada de la vida consagrada,que quiere suscitar en la Iglesia una renovada atención al don de la vocación a la vida consagrada.Queridos religiosos y religiosas;queridos miembros de los institutos seculares y de las sociedades de vida apostólica, el Señor os ha llamado para que lo sigáis de modo más íntimo y singular.En nuestro tiempo,en el que reinan el secularismo y el materialismo,con vuestra entrega total y definitiva a Cristo constituis el signo de una vida alternativa a la lógica del mundo,porque se inspira radicalmente en el Evangelio y se proyecta hacia las realidades futuras,escatológicas.Seguid siempre fieles a vuestra vocación especial" Ciertamente, como también podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid; nº932):"En la Iglesia que es como el Sacramento,es decir el signo y el instrumento de la vida de Dios, la vida consagrada (no jerarquizada) aparece como signo particular del misterio de la Redención"
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