*Marcos: Discípulo de San Pedro y
amigo de San Pablo (02/01/16)
*Jesús y el miedo de los hombres
(II) (19/01/16)
*Jesús: Único mediador entre Dios
y los hombres (20/01/16)
PROPAGACIÓN DEL EVANGELIO FUERA
DE JERUSALÉN
CONVERSIÓN DE SAULO (9 1,-19):
“Saulo, por su parte, respirando
aun amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo
Sacerdote / y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, con el fin de que
si encontraba alguno que siguieran este camino, hombres o mujeres, pudiera
llevarlos presos a Jerusalén / En el camino, cerca ya de Damasco, de repente le
envolvió un resplandor del cielo; / cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
<Yo soy Jesús, a quien tú persigues / Levántate y entra en la ciudad; allí
te dirán lo que tienes que hacer> / Los que lo acompañaban se quedaron
atónitos, oyendo la voz peri sin ver a nadie / Saulo se levantó del suelo, y,
aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada; lo llevaron de la mano a Damasco
/ donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber. /
Había en Damasco un discípulo
llamado Ananías, a quien el Seño llamó en una visión: <¡Ananías!> y el
respondió: <aquí estoy, Señor> / El Señor le dijo: <vete rápidamente a
la casa de Judas, en la calle Recta, y pregunta por un tal Saulo de Tarso, que
está allí en oración / y ha tenido una visión: un hombre llamado Ananías
entraba y le imponía las manos para devolverle la vista> / Ananías
respondió: <Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y decir todo el mal
que ha hecho a tus fieles en Jerusalén / Y está aquí con plenos poderes de los
Sumos Sacerdotes para prender a todos los que te invocan> / El Señor le
dijo: <anda, que éste es un instrumento que he elegido yo para llevar mi
nombre a los paganos, a los reyes y a los israelitas / Yo le mostraré cuánto
debe padecer por mí> / Ananías partió inmediatamente y entró en la casa, le
impuso las manos y le dijo: <Saulo, hermano mío, vengo de parte de Jesús, el
Señor, el que se te apareció en el camino por el que venías, para que recobres
la vista y quedes lleno del Espíritu Santo> / En el acto se le cayeron de
los ojos como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado / Comió y
recobró fuerzas. Y quedó unos días con los discípulos que había en Damasco”
Saulo predica en Damasco y es
perseguido (9, 20-25)
“Y enseguida se puso a predicar
en las sinagogas proclamando que Jesús es el Hijo de Dios / Todos los que lo
escuchaban se quedaban estupefactos y decían: <¿No es éste el que perseguían
en Jerusalén a los que invocan ese nombre, y no ha venido aquí para llevarlos
encadenados a los Sumos Sacerdotes?> / Saulo cobraba cada vez más ánimo y
tenía confundidos a los judíos de Damasco, demostrando que Jesús es el Mesías /
Cuando pasaron bastantes días, los judíos acordaron en consejo matarlo; / pero
Saulo se enteró de este complot. Custodiaban las puertas de la ciudad día y noche
con intención de asesinarlo / pero los discípulos lo descolgaron de noche por
la muralla en un cesto”
SAULO EN JERUSALÉN Y TARSO (9,
26-30)
“Cuando llegó a Jerusalén, trató
de unirse a los demás discípulos; pero todos lo temían, no creyendo que fuera
de verdad discípulo / Entonces Bernabé lo tomó consigo, lo presentó a los
apóstoles y les refirió como en el camino Saulo había visto al Señor, que le
había hablado, y como en Damasco había predicado públicamente en nombre de
Jesús / Desde entonces se movía libremente en Jerusalén, hablando con libertad
en el nombre del Señor / Hablaba y discutía con los Helenistas, los cuales
intentaron matarle / Los hermanos, al enterarse, lo llevaron escoltado a
Cesarea y le hicieron partir para Tarso”
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