SAN MARCELO MÁRTIR: EJEMPLO DE FIDELIDAD

"Existe un solo Dios, que es el Creador del cielo y de la tierra y, por tanto,también es Dios de todos los hombres"Así lo pensaba Marcelo un centurión convertido al cristianismo que entregó su vida por martirio en tiempos del Imperio romano.Sucedió que por entonces, hacia el año 298 se celebró el cumpleaños del emperador Maximiano Herculéo y todos sus ejercitos hicieron grandes festejos ante tamaño acontecimiento. Marcelo el centurión cristiano era según se cuenta capitán en la legión apostada en España y no deseaba como es natural hacer sacrificios a los falsos dioses del paganismo.Se sentiría sin duda muy triste ante tamaño desproposito humano que iba además acompañado de grandes fiestas en las que el desenfreno y lujuria estaban presentes en gran medida.Para no ensuciar su alma con aquellas manifestaciones impias en un acto de valentia, arrojó su banda militar y gritó:"Yo solo sirvo a Jesucristo".Se desprendió también de sus armas y de la rama de parra, que era la marca de su grado de centurión, pues los oficiales romanos tenían prohibido golpear a un soldado con otro instrumento que no fuera aquel. Los soldados ante la aptitud de su centurión informaron rapidamente a Anastasius Fortunatus, prefecto de la legíón que ordenó que fuera encerrado en la cárcel mientras se tomaban las decisiones oportunas al respecto.Pasadas las celebraciones se le llevó ante el juez que le pidió cuentas de lo que había hecho, pero él fiel a Jesucristo, respondió de la misma forma aún a sabiendas de lo que sin duda le esperaba.El juez consideró que aquel era un caso especial que debería presentarse ante el mismo emperador Maximiano y el Cesar Constantios; no obstante, Marcelo fue enviado fuertemente vigilado a Aurelian Agricolaus, vicario ante el prefecto del praetorium, que estaba entonces en Tanger (África). Este hombre le sometió a nuevos interrogatorios pero Marcelo firme en su lealtad a Cristo siguió respondiendo lo mismo con gran presencia de animo, por lo que se le condenó a muerte, sobre la base de desertor y no adorador de sus dioses paganos. Se cuenta que el escribano que transcribia el juicio, llamado Casiano, admirado del comportamiento de Marcelo, se sintió movido a la conversión, siendo a su vez condenado a morir por martirio.Marcelo fue decapitado un 30 de octubre y por eso la Iglesia celebra su fiesta en este día. Sus restos fueron trasladados desde Tanger a León (España) donde se conservaron en una Iglesia especialmente construida al respecto y donde son objeto de gran devoción.La fiesta de todos los santos que se celebra el 1 de noviembre de todos los años según el Papa Benedicto XVI (La alegria de la fe;2012):"Nos hace contemplar la ciudad del cielo,la Jerusalén celeste que es nuestra madre...Es muy importante para los cristianos la relación con los hombres santos y los difuntos que nos han precedido en la verdad de la fe, y miremos la muerte y el más allá a la luz de la Revelación.Ya el apóstol San Pablo,exhortaba a los fieles a no afligirse como los hombres sin esperanza.Si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, nos decía, también los que han muerto en Jesús , Dios los llevará con Él. También hoy necesitamos evangelizar la realidad de la muerte y de la vida eterna...para que la verdad cristiana no corra el riesgo de mezclarse con mitologías de diferentes tipos" Tomemos ejemplo de San Marcelo que fue fiel a Cristo hasta el final de sus días.