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jueves, 29 de septiembre de 2016

JESÚS DIJO (XXIII): TRABAJOS PUBLICADOS POR MRM.MARUS



 
 
 




*¿QUÉ SIGNIFICA SEGUIR A CRISTO?  (1/8/16)

 

 

*JESÚS DIJO (XXI): TRABAJOS PUBLICADOS POR MRM.MARUS  (5/8/16)

 

 

*JESÚS Y EL RETO DE LA EVANGELIZACIÓN SIGLO X (1ª Parte)  (20/8/16)

 

 

*JESÚS Y EL RETO DE LA EVANGELIZACIÓN SIGLO X (2ª Parte)  (2/9/16)

 

 

*JESÚS DIJO (XXII): TRABAJOS PUBLICADOS POR MRM.MARUS  (9/9/16)

 

 

*JESÚS Y EL CAMINO HACIA EL AMOR  (13/9/16)

 

 

 

 

 

 

 

 

Santa Biblia (Traducida de los textos originales en equipo bajo la dirección del Dr. Evaristo Martín Nieto. Ed. San Pablo 1988)

 

 

 

SEGUNDO VIAJE DE PABLO

 

En Berea

 

Al llegar la noche, los hermanos hicieron partir en seguida a Pablo y a Silas hacia Berea. Así que llegaron, fueron a la sinagoga de los judíos. / Los judíos de Berea, eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así. / Muchos judíos abrazaron la fe, así como gran número de paganos, mujeres distinguidas y hombres. / Cuando los judíos de Tesalónica  supieron que Pablo anunciaba también en Berea la palabra de Dios, fueron allá para agitar y alborotar a la plebe. / Entonces los hermanos hicieron partir a Pablo hacia el mar, y Silas y Timoteo se quedaron allí. / Los que acompañaban a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron en seguida con el encargo para Silas y Timoteo de que se unieran con él lo más pronto posible.

 

 

En Atenas

 

Mientras Pablo le esperaba en Atenas, se llenaba de indignación al contemplar la ciudad llena de ídolos. / Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en la plaza con los que se encontraba. / Algunos filósofos epicúreos y estoicos conversaban con él, unos decían: < ¿Qué querrá decir ese charlatán?> Y otros: <Parece ser un predicador de divinidades extranjeras> (Porque anunciaba a Jesús y la resurrección) / Lo llevaron al Areópago, y le preguntaron: < ¿Podemos saber qué doctrina nueva enseñas? / Nos tienes cansados los oídos con cosas extrañas, y queremos saber de qué se trata>. / Todos los atenienses y los extranjeros residentes sólo se entretenían en decir o en oír novedades.

 

 

 

 

Pablo en el Areópago

 

Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: <Atenienses> por todo veo que sois muy religiosos. / Al recorrer vuestra ciudad y contemplar vuestros monumentos sagrados, me he encontrado incluso un altar con esta descripción: <Al Dios desconocido>. Pues bien, lo que veneráis sin conocerlo, eso es lo que yo os vengo a anunciar. / El Dios que ha hecho al mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre. / Ni es servido por manos humanas, como si necesitase algo él, que da a todos la vida, el alimento y todas las cosas; / de un solo hombre ha hecho todo el género humano para que habite sobre toda la superficie de la tierra, determinando los tiempos y los límites de su morada, / para que buscasen a Dios, y a ver si buscando a tientas lo podían encontrar; aunque no está lejos de cada uno de nosotros, / ya que en él vivimos, nos movemos y existimos, como alguno de vuestros poetas ha dicho también: <Porque somos de tu linaje>. / Pues si nosotros somos linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad es semejante a oro o plata o piedra, escultura hecha por el arte y el ingenio del hombre. / Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, hace saber ahora a los hombres que todos, en todas partes, se arrepientan, / puesto que ha establecido un día en el que ha de juzgar al universo con justicia por medio de un hombre, a quien ha designado y acreditado ante todos al resucitarlo de entre los muertos, unos se burlaban y otros dijeron: <Te oiremos sobre esto otra vez>. / Así Pablo se separó de ellos. / Algunos, sin embargo, se unieron a él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada Dámaris  y algunos otros.

 

 

En Corinto

 

Después de esto, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. / Allí encontró a un judío llamado Aquila, oriundo del Ponto, que acababa de llegar de Italia, con su mujer, Priscila, por haber decretado Claudio que salieran de Roma todos los judíos. Pablo se relacionó con ellos; y como eran del mismo oficio, se quedó trabajando en su casa; se dedicaban a fabricar tiendas de campaña. / Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos. / Cuando Silas y Timoteo llegaron a Macedonia, Pablo se entregó por completo a la predicación de la palabra, proclamando ante los judíos que Jesús era el Mesías. / Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: <Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos>. / Partió de allí, y fue a casa de un prosélito, que vivía junto a la sinagoga. / Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron. / Una noche el Señor dijo en visión a Pablo: <No tengas miedo, habla y no calles, / porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso>. / Y se detuvo allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.

 

 

Pablo ante Galión

 

Siendo Galión procónsul en Acaya, los judíos se sublevaron a una contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal / con esta acusación: <Éste incita a los hombres  a que den culto a Dios en contra de la ley>. / Pablo iba a hablar, cuando Galión dijo a los judíos: <Si se tratase de un crimen o de un delito grave, yo os escucharía pacientemente, como es de justicia; / pero si es cuestión de palabras y nombres y cosas de vuestra ley, allá vosotros; yo no quiero ser juez de estos asuntos>. / Y los echó del tribunal. / Entonces se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que nada de esto le importara a Galión.

 

 

Vuelta a Antioquía de Siria

 

Pablo permaneció aún cierto tiempo en Corinto; después se despidió de los hermanos y se embarcó hacia Siria. Lo acompañaban Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza porque había hecho un voto. / Llegaron a Éfeso, donde se separó de ellos. Fue a la sinagoga y estuvo discutiendo con los judíos. / Ellos le pidieron que se quedase más tiempo; pero no accedió; / y se despidió con estas palabras: <Volveré de nuevo, si Dios quiere>. / Zarpó de Éfeso, desembarcó en Cesarea, fue a saludar a la Iglesia y bajó de Antioquía. / Allí estuvo algún tiempo y recorrió nuevamente la región de Galacia y Frigia, alentando a todos los discípulos.

 

 

 

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