El Papa Benedicto XVI en su Mensaje para la celebración de la XLV Jornada Muncial de la Paz,recordaba a todos los hombres y mujeres de buena voluntad la necesidad
de -Educar a los jovénes en la justicia y la paz-:"Mi mensaje se dirige a los jóvenes y también a los padres,las familias y a todos los estamentos educativos y formativos,
así como a los responsables de los distintos ámbientes de la vida religiosa,social,política y de la comunicación.Prestar atención al mundo juvenil,saber escucharlo y valorarlo,
no es sólo una oportunidad,sino un deber primario de toda la sociedad,para la construcción de un futuro de justicia y de paz.Se ha de transmitir
a los jóvenes el aprecio por el valor positivo de la vida,suscitando en ellos el deseo de gastarla al servicio del bien.Éste es un deber en el que todos estamos comprometidos en primera persona.
Las preocupaciones manifestadas en estos últimos tiempos por muchos jóvenes en diversas regiones del mundo expresaban el deseo de mirar con fundada esperanza el futuro.En la actualidad
,muchos son los aspectos que les preocupan:El deseo de recibir una formación más profunda para afrontar la realidad,la dificultad de formar una familia y encontrar un puesto estable
de trabajo,la capacidad efectiva de contribuir al mundo de la política,de la cultura y de la economía,para edificar una sociedad con un rostro más humano y solidario
.Es importante que estos fermentos y el impulso idealista que contienen,encuentren la justa atención en todos los sectores de la sociedad" Son las palabras sabias de un Pontífice
que conocia las aspiraciones de la juventud de su tiempo cuando aún existian ciertos indicios de que la sociedad,en general,recuperará la cordura que se había ido
perdiendo en el transcurso de los últimos siglos.Sólo han pasado unos diez años desde que el Papa publicara este sentido Mensaje dirigido fundamentalmente a la juventud
,pero:¡Cuanto ha cambiado todo desde entonces! Ciertamente muchos jóvenes siguen anhelando todas esas cosas de las que hablaba Benedicto VXI,pero todavía falta mucho
para alcanzarlas...Por eso,recordar algunos consejos de este Pontífice,en momentos como estos en los que peligra la paz mundial,podría ser una gran ayuda para
aquellas personas capaces de llevarlos a la práctica y deseosas de hacerlo(Ibid):"Deseo decir a los padres que no se desanimen.Que exhorten con el ejemplo de su vida
a los hijos a que pongan la esperanza ante todo en Dios,el único del que mana justicia y paz auténtica.Quisiera dirigirme también a los responsables de las instituciones
dedicadas a la educación:Que vigilen con gran sentido de responsabilidad para que se respete en toda circunstancia la dignidad de cada persona.Que se preocupen de que
cada joven pueda descubrir la propia vocación,acompañándolo mientras hace fructificar los dones que el Señor le ha concedido.Que aseguren a las familias que sus hijos
pueden tener un camino formativo que no contraste con su conciencia y sus principios religiosos.Que todo ambiente educativo sea lugar de apertura al otro y a lo transcendente;
lugar de diálogo,de cohesión,y de escucha,en el que el joven se sienta valorado en sus propias potencialidades y riqueza interior,y aprenda a apreciar a los hermanos.
Que enseñe a guardar la alegría que brota de vivir cada día la caridad y la compansión por el prójimo,y de participar activamente en la construcción de una sociedad más humana y fraterna...No puedo dejar de hacer un llamamiento al mundo de los medios de
comunicación,para que den su aportación educativa.En la sociedad actual estos medios tienen un papel
particular:No sólo informan,sino que también forman el espíritu de sus destinatarios y por tanto,pueden dar una aportación notable a la educación de los jovénes.Es importante
tener presente que los lazos entre educación y comunicación son muy estrechos:En efecto,la educación se produce mediante la comunicación,que influye positivamente o negativamente
en la formación de la persona" Y tengamos también todos presentes aquella normas concretas de conducta que san Pablo daba a los romanos en su carta (Rom 12,9-18):"Que vuestro amor no sea una farsa;
detestad lo malo y abrazaos a lo bueno/Amaos de verdad unos a otros como hermanos y rivalizad en la mutua estima/(...)/Bendecid a los que os persiguen;bendecid y no maldigáis/Alegraos con los que
se alegran;llorad con los que lloran/Vivid en armonía unos con otros y no seáis altivos,antes bien poneos al nivel de los sencillos.Y no seáis autosuficientes/A nadie devolváis mal por mal
;procurad hacer el bien ante todos los hombres/Haced lo posible,en cuanto de vosotros dependa,por vivir en paz con todos/No os toméis la justicia por vuestra mano,sino dejad que Dios castigue,
pues dice la Escritura:-A mi me corresponde hacer justicia;yo daré su merecido a cada uno-.Esto es lo que dice el Señor/Por tanto,si tu enemigo tiene hambre,dale de comer,si tiene sed,dale de beber
.Actuando así,harás que enrojezca de vergüenza/No te dejes vencer por el mal;antes bien,vence al mal a fuerza de bien" Sí,porque como san Agustín preguntaba:¿Ama algo el alma con más ardor,que la verdad?"
