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jueves, 16 de mayo de 2019

JESUS DIJO (XXXIX): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS



 
 




. EN LA VIDA DEL SACERDOTE SU TIERRA ES DIOS   (26/10/18)

 

 . EL MISTERIO DE LA VISITACIÓN  (26/10/18)

 

 . EL OFICIO SACERDOTAL DE CRISTO Y LA CELEBRACIÓN 

   DE LA LITURGIA EN LA IGLESIA  (27/10/18)

 

 . El ESCANDALO DE UNA FE QUE PONE TODA SU EXISTENCIA EN DIOS  (28/10/18)

 

 .  LA IGLESIA DE CRISTO ES APÓSTOLICA (1ª PARTE)  (29/10/18)

 

 .  LA IGLESIA DE CRISTO ES APÓSTOLICA (2ª PARTE)  (29/10/18)

 

 

 

 

 BIBLIA DE NAVARRA  EDICIÓN POPULAR (Ediciones Universidad de Navarra S.A. Pamplona-España)

 

 

PRIMERA CARTA DE SAN PEDRO  (1ª Parte)

 

 

SALUDO (1, 1-2)

 

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que peregrinan en la diáspora del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos, / según la presciencia de Dios Padre, mediante la santificación del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: gracia y paz en abundancia para vosotros.

 

 

ALABANZA Y ACCIÓN DE GRACIAS A DIOS (1, 3-12)

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su misericordia nos ha engendrado de nuevo – mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos – a una esperanza viva, / a una herencia incorruptible, inmaculada y que no se marchita, reservada en los cielos para vosotros, / que, por el poder de Dios, estáis custodiados mediante la fe hasta alcanzar la salvación preparada ya para ser manifestada en el tiempo último. / Por eso os alegráis, aunque ahora, durante algún tiempo, tengáis que estar afligidos por diversas pruebas, / para que la calidad probada de vuestra fe – mucho más preciosa que el oro perecedero que, sin embargo, se acrisola por el fuego – sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, cuando se manifieste Jesucristo: / a quien amáis sin haberlo visto; y en quien, sin verlo todavía, creéis y os alegráis con un gozo inefable y glorioso, / alcanzando así la meta de vuestra fe, la salvación de las almas. / Sobre esta salvación investigaron e indagaron los profetas que vaticinaron sobre la gracia que recibiríais, / buscando a qué momento y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo que moraba en ellos, y testificaba de antemano los padecimientos reservados a Cristo y su posterior glorificación. / Les fue revelado que eran servidores de estas realidades no para su provecho, sino para el vuestro: las mismas que os han sido anunciadas ahora por quienes os predicaron el Evangelio por el Espíritu Santo enviado desde el cielo, las mismas que los ángeles contemplan con avidez.

 

 

. EXHORTACIÓN A LA SANTIDAD

 

 LOS CRISTIANOS, LLAMADOS A SER SANTOS (1,13-16)

Por lo cual, tened dispuesto el ánimo, vivid con sobriedad y poned toda vuestra esperanza en aquella gracia que os llegará con la manifestación de Jesucristo. / Como hijos obedientes, no conforméis vuestra vida a las antiguas concupiscencias del tiempo de vuestra ignorancia, / sino que así como es santo el que os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, / conforme a lo que dice la Escritura: Sed santos, porque Yo soy santo.

 

 
RESCATADOS POR LA SANGRE DE CRISTO (1, 17-21)

Y si llamáis Padre al que sin hacer acepción de persona juzga a cada uno según sus obras, comportaos con temor durante el tiempo de vuestra peregrinación; / sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra conducta vana, heredada de vuestros mayores, no con bienes corruptibles, plata u oro, / sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha, / predestinado ya antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos para vuestro bien; / para quienes por medio de él creéis en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le glorificó, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza se dirijan a Dios.

 

 

VIVIR LA CARIDAD FRATERNA (1, 22-25)

Ya que habéis purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, para un amor fraterno no fingido, amaos de corazón intensamente unos a otros, / como quienes han sido engendrados de nuevo no de un germen corruptible, sino incorruptible, por medio de la palabra de Dios, viva y permanente. / Porque Toda carne es como heno, y toda su gloria como flor de heno; se seca el heno y cae la flor, / pero la palabra del Señor permanece para siempre. Ésta es la palabra que os ha sido anunciada como buena nueva.

 

 

COMO NIÑOS RECIEN NACIDOS (2, 1-3)

Así pues, habiéndoos despojado de toda malicia y de todo engaño, de hipocresías, envidias y de toda suerte de maledicencias, / apeteced, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que con ella crezcáis hacia la salvación, / si es que habéis gustado qué bueno es el Señor.

 

SACERDOCIO COMÚN DE LOS FIELES (2, 4-10)

Al acercarnos a él, piedra viva desechada por los hombres pero escogida y preciosa delante de Dios, / también vosotros – como piedras vivas – sois edificados como edificio espiritual para un sacerdocio santo, con el fin de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo. / Por lo que dice la Escritura: Mira, pongo en Sión una piedra angular, escogida, preciosa; quien crea en ella, no será confundido. / Por eso, para vosotros, los creyentes, el honor, pero para los incrédulos: La piedra que rechazaron los constructores, ésta ha llegado a ser la piedra angular, / y piedra de tropiezo y roca de escándalo. Ellos tropiezan, porque no creen en la palabra: para esto habían sido destinados. / Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido en propiedad, para que pregonéis las maravillas de Aquel que os llamó de las tinieblas a su admirable luz: / los que  un tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; los que antes no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia.

 

 
. CONDUCTA DE LOS CRISTIANOS ANTE EL MUNDO

 

 
EJEMPLARES ENTRE LOS GENTILES (2, 11-12)

Queridísimos, os exhorto a que, como forasteros y peregrinos, os abstengáis de las concupiscencias carnales, que combaten contra el alma. / Mostrad entre los gentiles una conducta ejemplar, a fin de que, en lo mismo que os calumnian como malhechores, a la vista de vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de su visita.

 

 
OBEDIENTES A LA AUTORIDAD LEGÍTIMA (2, 13-17)

Estad sujetos, por el Señor, a toda institución humana: lo mismo al emperador, como soberano, / que a los gobernadores, como enviados por él para castigar a los malhechores y honrar a los que obran el bien. / Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo el bien hagáis enmudecer la ignorancia de los insensatos: / como hombres libres y no como quienes convierten la libertad en pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios. / Tened consideración con todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al emperador.

 

 
OBLIGACIONES DE LOS CRIADOS. EJEMPLO DE CRISTO (2, 18-25)

Criados: estad sujetos con todo respeto a vuestros amos, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los déspotas. / Porque es buena cosa que uno, por consideración a Dios, soporte penas, sufriendo injustamente. / En efecto, ¿qué mérito tenéis, si por vuestras faltas sois castigados y lo sufrís? En cambio, si obrando el bien soportáis el sufrimiento, eso es agradable a los ojos de Dios. / Pues para esto fuisteis llamados, ya que también Cristo padeció por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas: / él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño; / al ser insultado, no respondía con insultos; al ser maltratado, no amenazaba, sino que ponía su causa en manos del que juzga con justicia. / Subiendo al madero, él mismo llevó nuestros pecados, vivamos para la justicia: y por sus llagas fuisteis sanados. / Porque erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.

 

EJEMPLARES EN LA VIDA FAMILIAR (3, 1-7)

De igual modo, vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos para que, aun cuando algunos no crean en la palabra, sean ganados sin palabras por el comportamiento de sus mujeres, / al observar vuestra conducta casta, llena de respeto. / Que vuestro adorno no sea el de fuera, peinados, joyas de oro, vestidos llamativos, / sino lo más íntimo vuestro, lo oculto en el corazón, ataviado con la incorruptibilidad de un alma apacible y serena. Esto es de inmenso valor a los ojos de Dios. / Porque también así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios y estaban sujetas a sus maridos: / así Sara obedeció a Abrahán, llamándole <señor>. De ella sois hijas, cuando obráis el bien sin inquietaros por ningún temor. / Lo mismo vosotros, maridos, en la convivencia con vuestra mujer, tened en cuenta que es un ser más frágil, y tributadles el honor debido – ya que son también coherederas del don de la Vida – para que nada impida vuestras oraciones.

 

 
AMARSE COMO HERMANOS (3, 8-12)

Por último, tened todos el mismo pensar y el mismo sentir, amaos como hermanos, sed misericordiosos y humildes, / no devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino – al contrario – bendecid, porque para esto habéis sido llamados, para ser herederos de la bendición / Pues el que quiera amar la vida y ver días dichosos, refrene su lengua del mal y sus labios de palabras engañosas; / apártese del mal y practique el bien, busque la paz y vaya tras ella. / Porque los ojos del Señor miran a los justos, y sus oídos están atentos a sus plegarias, pero el rostro del Señor se vuelve contra los que obran mal.