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viernes, 14 de julio de 2023

LA FIGURA DE MARÍA ***** NOS RECUERDA EL VALOR DE LA MATERNIDAD

La figura de María nos recuerda el valor de la maternidad,que en su caso fue una maternidad divina,tal como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (nº 495):"LLamada en los Evangelios -Madre de Jesús- (Jn 2,1; 19,25;cf Mt 13,55).María es aclamada bajo el impulso del Espíritu Santo como la -Madre del Señor- desde antes del nacimiento de su hijo (cf.Lc 1,43).En efecto,aquel que ella concibió como hombre,por obra del Espíritu Santo,y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne,no es otro que el Hijo eterno del Padre,la segunda Persona de la Santísima Trinidad.La Iglesia confiesa que María es verdaderamente -Madre de Dios- (Theokokos)"
Así lo reconoció su pariente santa Isabel,cuando María la visitó con idea de ayudarla en su estado de gestación antes de dar a luz a san Juan Bautista,el precursor del Mesías.El evangelista san Lucas narraba así los hechos historicos acaecidos (Lc 1,39-45):"Unos días después (del anuncio del Arcángel san Gabriel a la Virgen) María se dirigió presurosa a la montaña,a una ciudad de Judá/Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel/Cuando Isabel oyó el saludo de María,el niño saltó en su seno e Isabel quedó llena del Espíritu Santo/Y exclamó con fuerte voz y dijo:¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!/ ¿De dónde a mí este bien ,que venga la madre de mi Señor a visitarme?/ Pues tan pronto como tu saludo llegó a mis oídos,el niño saltó de gozo en mi seno/ Bienaventurada la que ha creído que se cumplirán las cosas que se le han dicho de parte del Señor"
La expresión ¡Bendita tú entre las mujeres! es un hebraísmo equivalente a -eres la más agraciada entre todas las mujeres-.Por otra parte, Santa Isabel bajo la inspiración del Espíritu Santo llega a llamar a María -Madre de mi Señor-, es decir,reconoce en ella a la -Madre de Dios-. Y esto quiere decir como se recuerda en el Catecismo de la Iglesia Católica (Ibid) que (Nº 2677):"Con Isabel,nos maravillamos y decimos también (todos los creyentes):¿De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a mí? Porque nos da a Jesús su Hijo,María es -Madre de Dios- y -Madre nuestra-;podemos confiarla todos nuestros cuidados y nuestras peticiones:Ora por nosotros como ella oró por sí misma:Hágase en mí según tu palabra (Lc 1,38).Confiandonos a su oración nos abandonamos a ella en la voluntad de Dios:-Hágase tu voluntad-"
Como aseguraba el Papa San Juan Pablo II:"El papel de María en la obra de la salvación depende totalmente de Cristo.Se trata de una función única,exigida por la realización del misterio de la Encarnación :La maternidad de María era necesaria para dar al mundo el Salvador,verdadero Hijo de Dios,pero también perfectamente hombre.La importancia de la cooperación de la mujer en la vida de Cristo se manifiesta en la iniciativa de Dios que mediante un ángel comunica a la Virgen de Nazaret su plan de salvación,para que pueda cooperar con Él de modo consciente y libre,dando su propio consentimiento generoso. Aquí se realiza el modo más alto de cooperación responsable de la mujer en la redención del hombre,de todo hombre,que constituye la referencia transcendente para toda afirmación sobre el papel y la función de la mujer en la historia" (Audiencia General 6/XII/1995)
Por todo esto,sin duda,la figura de María nos recuerda el -valor de la maternidad- y como seguía diciendo el Papa San Juan Pablo II (Ibid):"María,realizando esa forma de cooperación sublime,indica también el estilo mediante el cual la mujer debe cumplir concretamente su misión.Ante el anuncio del ángel,la Virgen no manifiesta una actitud de reivindicación orgullosa,ni busca satisfacer ambiciones personales.San Lucas nos la presenta como persona que sólo deseaba brindar su humilde servicio con total y confiada disponibilidad al plan divino de salvación.Esto es el sentido de la respuesta de la Virgen:-He aquí la esclava del Señor;hágase en mí según tu palabra- (Lc 1,38).En efecto,no se trata de una acogida puramente pasiva,pues da su consentimiento sólo después de haber manifestado la propia dificultad que nace de su propia virginidad,inspirado por su voluntad de pertenecer más totalmente al Señor. Y después de haber recibido la respuesta del ángel,María expresa inmediatamente su disponibilidad,conservando una actitud de humilde servicio.La figura de María recuerda a las mujeres de hoy el valor de la maternidad.En el mundo contemporaneo no siempre se da a este valor una justa y equilibrada importancia"
Por eso,como seguía diciendo el Papa san Juan Pablo II (Ibid):"A cuantos en nuestra época proponen modelos egoístas para la afirmación de la personalidad femenina,la figura luminosa y santa de la Madre del Señor les muestra que sólo através de la entrega y del olvido de sí por los demás se puede lograr la realidad auténtica del proyecto divino sobre la propia vida.Por tanto,la presencia de María estimula en las mujeres los sentimientos de misericordia y solidaridad con respecto a las situaciones humanas dolorosas,y suscita el deseo de aliviar las penas de quienes sufren :los pobres,los enfermos y cuantos necesitan ayuda"