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miércoles, 10 de junio de 2020

FIESTA DEL SANTÍSIMO CORPUS CHRISTI: HOMENAJE A LA SAGRADA EUCARISTÍA





Recordemos que Jesús anunció la presencia real de su carne y su sangre en la Eucaristía en Cafarnaúm, según el evangelio de San Juan, después de haber realizado su quinto signo, concretamente el milagro de su marcha sobre las aguas (Jn 6, 51-52): <Yo soy el pan viviente, el que del cielo ha bajado; quién comiere de este pan vivirá para siempre>.

Por entonces, las gentes le buscaban sin cesar, porque habían quedado impresionadas desde que hiciera el cuarto signo, esto es, la multiplicación de los panes y de los peces, lo que hizo que el Señor exclamara al recibirlas (Jn 6, 26): <Os aseguro que no me buscáis por los signos que habéis visto, sino porque comisteis pan hasta saciaros>

Aquella muchedumbre asombrada por sus palabras, le preguntaban entonces a Jesús, que tenían que hacer para actuar según el deseo de Dios. Y el Señor, entre otros mensajes, les aseveró que Él era el <pan de vida>, aquel que al comerlo el hombre no volvería a tener hambre, ni sed, en una clara alusión al <Sacramento de la Eucaristía>, que más tarde instituiría.

 
 
Estas palabras de Jesús causaron gran escándalo entre muchos de los presentes, incluso dentro del grupo de sus discípulos, especialmente cuando además de reconocerse el <pan de vida>, aseguraba también  (Jn 6, 52): <Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo>. Aquellos que no entendían sus palabras, se alborotaban y murmuraban a sus espaldas  diciendo (Jn 6, 60): ¿Quién puede aceptarlas? Incluso algunos se alejaban de él, sin reparar en que estas misteriosas palabras, quizás más tarde tendrían un significado cierto, como así fue, tras la Pasión y Muerte de Cristo, viniendo a ser el  <compendio y suma de la fe cristiana>.



En efecto, tal como se nos recuerda en el Catecismo de la Iglesia católica (nº 1323):

“Durante la <Última Cena>, la misma noche en que fue entregado, Jesús, instituyó el Sacramento Eucarístico de su Cuerpo y su Sangre, para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el Sacrificio de la Cruz y confiar a su esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección. Sacramento de piedad, Signo de unidad, Vinculo de amor, Banquete Pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura”  

 Por todo esto, la fiesta del <Corpus Christi> es una ayuda muy grande para la cristiandad, porque  nos permite aprovechar  mejor los frutos del misterio de la Redención de los hombres gracias al <Sacrificio> del Hijo de Dios. El <Altar> es la prolongación del Calvario y la Misa del <Corpus Christi> que anuncia la muerte del Señor, es donde rendimos homenaje al <Sacramento> instituido por Jesús en la Ultima Cena.

 
 
 
Precisamente el Papa Benedicto XVI, siempre preocupado por la correcta interpretación del mensaje de Cristo, refiriéndose al Sacramento de la Eucaristía se expresaba en los siguientes términos en su Exhortación Apostólica <Sacramentum Caritatis> (Ed. San Pablo 2007): “En la Eucaristía, Jesús no da <algo>, sino a sí mismo,  ofrece su cuerpo y derrama su sangre. Entrega así toda su vida, manifestando la fuente originaria de este amor divino. Él es el Hijo eterno que el Padre ha entregado por nosotros. En el Evangelio escuchamos también a Jesús que, después de haber dado de comer a la multitud con la multiplicación de los panes y de los peces, dice a sus interlocutores que lo habían seguido hasta la sinagoga de Cafarnaúm: <Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo> (Jn 6, 32-33)”

 
Ante estas palabras del Papa Benedicto XVI, todos deberíamos reflexionar sobre el significado real de este gran Misterio que es Sacramento de la Eucaristía, instituido por Cristo poco antes de su Pasión, Muerte y Resurrección.

Es realmente el <Cuerpo de Cristo>, tal como nos recuerda el sacerdote al entregarnos la Santa Hostia, son la <carne y la sangre de Cristo>, los que recibimos y comemos durante la celebración del Banquete  Pascual, rememorado en la Santa Misa.  Como dice también Benedicto XVI refiriéndose a la liturgia del Santísimo Sacramento del Altar (Ibid): “Puesto que la liturgia de la Eucaristía es esencialmente <actio Dei> que nos une a Jesús a través del espíritu, su fundamento no está sometido a nuestro arbitrio, ni puede ceder a la presión de la moda del momento”


En efecto, quizás hacia el año 56 o 57, durante la estancia de San Pablo en Éfeso,  éste recibió noticias alarmantes sobre algunos abusos llevados a cabo durante la celebración de las <Cenas Eucarísticas>, y ello motivó la carta, en la que el apóstol afeaba el mal comportamiento de algunos corintios durante la celebración de aquellos <ágapes>.

Los ágapes eran, desde el primer momento, cenas fraternales y sobrias de gran tradición entre el pueblo judío, pero que a partir de la <Pasión, Muerte y Resurrección> del Señor se celebraban en las comunidades cristianas,  en memoria de su <Última Cena>, y precedía  a la celebración de los Sagrados Misterios.

Todos los fieles participaban, suministrando los alimentos necesarios, y ayudando los más desahogados económicamente a aquellos que menos poseían. Pero las costumbres se fueron deteriorando y a oídos del apóstol llegaron noticias verdaderamente alarmantes que indicaban  cierta corrupción en algunos casos, por eso él se expresaba en los fuertes términos siguientes (I Cor 11-22):

 
 
 
 
“Al recomendaros esto, no os alabo, porque no os reunís para vuestro bien espiritual, sino para vuestro daño / En primer lugar oigo que, cuando os reunís en asamblea litúrgica, hay divisiones entre vosotros, y en parte lo creo / pues conviene que haya entre vosotros disensiones, para que se descubra entre vosotros los de virtud probada / Pues, cuando os reunís, no es ya para tomar la cena del Señor / porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena, y mientras unos pasan hambre, otros se embriagan /¿Pues qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O es que menospreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”

 
Y es que Jesús en la <Última Cena> dio un sentido nuevo a aquellas celebraciones, instituyendo el Sacramento de la Eucaristía, y dando una nueva dimensión a la bendición del pan y del vino. Ya no era aquel un ágape cualquiera, sino el recordatorio de lo que sería su Pasión, y Muerte. No es de extrañar, por tanto, el disgusto del apóstol San Pablo cuando recriminaba a los corintios por haber olvidado los principios fundamentales sobre los que la Iglesia  celebra esta liturgia.


 
Una hermosa oración de este  santo del siglo XIII que fue proclamado por la Iglesia <Angelicus Doctor>. En aquel tiempo, el Papa Urbano IV (1195-1264) instituyó la fiesta del Santísimo <Corpus Christi>, para rendir homenaje al <Sacramento> y <Sacrificio> de la Sagrada Eucaristía y encargó la liturgia de esta celebración precisamente  a este santo varón, liturgia que según el Rmo. P. Fr. Justo Pérez de Urbel: “Es un modelo de oración y una de las más perfectas composiciones en todo el breviario y en todo el misal”  

 
 
 
 
 
Desde siempre los Papas nos han hablado con amor y respeto de este Sacramento que implica el Sacrificio de la Cruz y la victoria de la Resurrección de Jesús, así por ejemplo,  Benedicto XVI nos recordaba que (Ibid):



“La misión para la que Jesús ha venido entre nosotros llega a su cumplimiento en el Misterio Pascual. Desde lo alto de la Cruz, donde atrae todo hacia sí (Jn 12, 32), antes de entregar el espíritu de su obediencia hasta la muerte, y una muerte en Cruz (Flp 2, 8), se ha cumplido la nueva y eterna Alianza…


 

 

 

domingo, 7 de junio de 2020

JESÚS DIJO (XLIX): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS










-EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO NO ES UNA UNION CUALQUIERA ENTRE PERSONAS HUMANAS (1/12/2019)

 

-LA INMACULADA CONCEPCION: MAS JOVEN QUE EL PECADO (8/12/2019)

 

 

-ES NAVIDAD: DIOS SE HA MANIFESTADO (16/12/2019)

 

 

-EL RETO DE LA EVANGELIZACION: SIGLO XVIII – EL SIGLO DE LAS LUCES – (3ª PARTE) (1/1/2020)

 

 

-LOS REYES MAGOS SIGUIENDO UNA LUZ BUSCABAN LA LUZ (4/1/2020)

 

 

-JESUS DIJO (XLII): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS (7/1/2020)

 

 

 

La Santa Biblia. Traducida de los textos originales en equipo bajo la dirección de Dr. Evaristo Nieto. Ed. San Pablo (Madrid)

 

 

 

DIOS TRIUNFADOR SOBRE LOS MALVADOS (SALMO 9/10)

 

“Al maestro de coro. Para oboe y arpa. Salmo de David / Te doy gracias, Señor, de todo corazón, quiero cantar tus maravillas / quiero alegrarme y recrearme en ti, ensalza tu nombre, oh Dios altísimo / Mientras mis enemigos retroceden, flaquean y caen ante ti / tú has defendido mi derecho y me has hecho justicia, sentado en el tribunal, cómo juez justo / Has vencido a las gentes, destruido al malvado, has borrado sus nombres para siempre / acabó el enemigo en ruina eterna, has destruido sus ciudades, se perdió su recuerdo / Pero el Señor reina eternamente y tiene preparado su trono para el juicio / juzga al mundo con justicia, Dicta sentencia a las naciones / El Señor es refugio para los oprimidos su refugio en los tiempos de la angustia / En ti esperan los que saben tu nombre. Pues no abandonas, Señor, a quién te busca / Cantad al Señor, que mora en Sión, publicad por los pueblos sus hazañas: / Él, vengador de la sangre, se acuerda de ellos no olvida el grito de los oprimidos / Piedad, Señor, mira cómo me aplasta mi enemigo, sácame de las puertas de la muerte / para que pueda cantar tus alabanzas, a las puertas de Sión, gozoso porque me has salvado / Los paganos cayeron en su propia trampa, su pie quedó prendido en la red que tramaron / El Señor se ha dado a conocer, ha hecho justicia, ha enredado al malvado en la obra de sus manos / Retornen los malvados al abismo, y todas las naciones que se olvidan de Dios / Que no por siempre estará el pobre en el olvido, no se pierde por siempre la esperanza del mísero / Levántate, Señor, que el hombre no se engría, sean las gentes juzgadas ante ti / Señor, infúndeles terror, y aprendan los hombres que son seres mortales”

 

 

“¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en los tiempos de la angustia? / Con su orgullo el criminal al infeliz oprime; ¡quede preso en la redada que le ha urdido! / El malvado se jacta de sus propios planes, el avaro blasfema, desprecia al Señor / El malvado dice  con arrogancia: ¡No hay Dios!, es todo lo que piensa / Su proceder prospera en todo tiempo, tus sentencias quedan muy lejos para él, se burla de todos sus rivales /dice en su corazón: <Yo no vacilo, seré siempre feliz, nunca en desgracias> / Su boca está siempre llena de violencia y fraude, bajo su lengua sólo hay vejación y mentira / se aposta al acecho junto a los poblados, a escondidas mata al inocente / con sus ojos espía al desdichado; escondido como un león en su guarida, al acecho para atrapar al miserable, lo atrapa enredándole en sus redes / se agazapa y se esconde, el desvalido cae en sus garras / Dice en sus corazón: <Dios se ha olvidado, ha escondido  su rostro, nada verá jamás> / Levántate, Señor, alza tu mano; oh Dios, no te olvides del pobre / ¿Por qué el malvado desprecia a Dios pensando que no le pedirá cuentas? / Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano / Quiebra el bazo del criminal y del malvado, castiga su crueldad, no quede rastro / El Señor es rey por siempre, por los siglos; los paganos serán barridos de su tierra / Tu escuchas, Señor, el deseo de los pobres; su corazón confortas, les tiendes tus oídos / para hacer justicia al huérfano, al vejado; que el hombre, nacido de la tierra, no infunda más terror”