Translate

Translate

viernes, 31 de julio de 2020

JESÚS DIJO (LII): TRABAJOS PUBLICADOS EN MRM.MARUS










-CON LA PASIÓN CON LA MUERTE Y CON LA RESURRECCIÓN DE CRISTO VINO LA SALUD PARA EL GENERO HUMANO (3/abril /2020)

 

-HE AQUÍ QUE EL MUNDO SE FUE TRAS EL (4/ de abril/2020)

 

-EL AUGUSTO SACRAMENTO DEL ALTAR: LA EUCARISTIA (3ª Parte) (9/ de abril/2020)

 

-LOS APOSTOLES CREYERON EN LA RESURRECCION DE CRISTO (11/de abril /2020)

 

-LA DINAMICA DE LA FE IMPLICA LA FIDELIDAD A JESUS Y A SU MENSAJE (15/de abril/2020)

 

-JESUS Y LA PARABOLA DEL ADMINISTRADOR INFIEL (18/de abril/2020)

 

  

 

 

 

La Santa Biblia (Traducida de los textos originales en equipo bajo la dirección del Dr. Evaristo Martín Nieto. Ed. San Pablo 1988)

 

 

PROPAGACION DEL EVANGELIO ENTRE LOS PAGANOS: SEGUNDO VIAJE DE PABLO (Hch 17, 1-9; 10-21; 22-34) (Hch 18, 1-23)

 

 

*En Tesalónica

Pasaron por Anfípolis y Apolonia, donde los judíos tenían una sinagoga / Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las escrituras, / explicando y probando que el Mesías debía padecer y resucitar de entre los muertos; y el Mesías, decía, es el Jesús que yo os anuncio / algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y a Silas, así como muchos prosélitos griegos y buen número de mujeres nobles / los judíos, llevados por la envidia echaron mano de unos malhechores, que provocaron tumultos y alborotaron a la ciudad. Se presentaron ante a la casa de Jasón para llevarlo ante la plebe; / al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y algunos hermanos ante los magistrados, gritando: éstos, que han revolucionado el mundo entero, se han presentado también aquí, / y Jasón los ha hospedado. Todos éstos actúan contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús / La plebe y los magistrados, al oír esto, se alarmaron; y exigieron una fianza a Jasón y a los restantes para ponerlos en libertad

 

 

*En Berea

 

Al llegar la noche, los hermanos hicieron partir en seguida a Pablo y a Silas hacia Berea. Así que llegaron, fueron a la sinagoga de los judíos. / Los judíos de Berea, eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así. / Muchos judíos abrazaron la fe, así como gran número de paganos, mujeres distinguidas y hombres. / Cuando los judíos de Tesalónica  supieron que Pablo anunciaba también en Berea la palabra de Dios, fueron allá para agitar y alborotar a la plebe. / Entonces los hermanos hicieron partir a Pablo hacia el mar, y Silas y Timoteo se quedaron allí. / Los que acompañaban a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron en seguida con el encargo para Silas y Timoteo de que se unieran con él lo más pronto posible.

 

*En Atenas

 

Mientras Pablo le esperaba en Atenas, se llenaba de indignación al contemplar la ciudad llena de ídolos. / Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en la plaza con los que se encontraba. / Algunos filósofos epicúreos y estoicos conversaban con él, unos decían: < ¿Qué querrá decir ese charlatán?> Y otros: <Parece ser un predicador de divinidades extranjeras> (Porque anunciaba a Jesús y la resurrección) / Lo llevaron al Areópago, y le preguntaron: < ¿Podemos saber qué doctrina nueva enseñas? / Nos tienes cansados los oídos con cosas extrañas, y queremos saber de qué se trata>. / Todos los atenienses y los extranjeros residentes sólo se entretenían en decir o en oír novedades.

 

 

*Pablo en el Areópago

 

Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: <Atenienses> por todo veo que sois muy religiosos. / Al recorrer vuestra ciudad y contemplar vuestros monumentos sagrados, me he encontrado incluso un altar con esta descripción: <Al Dios desconocido>. Pues bien, lo que veneráis sin conocerlo, eso es lo que yo os vengo a anunciar. / El Dios que ha hecho al mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre. / Ni es servido por manos humanas, como si necesitase algo él, que da a todos la vida, el alimento y todas las cosas; / de un solo hombre ha hecho todo el género humano para que habite sobre toda la superficie de la tierra, determinando los tiempos y los límites de su morada, / para que buscasen a Dios, y a ver si buscando a tientas lo podían encontrar; aunque no está lejos de cada uno de nosotros, / ya que en él vivimos, nos movemos y existimos, como alguno de vuestros poetas ha dicho también: <Porque somos de tu linaje>. / Pues si nosotros somos linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad es semejante a oro o plata o piedra, escultura hecha por el arte y el ingenio del hombre. / Dios, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, hace saber ahora a los hombres que todos, en todas partes, se arrepientan, / puesto que ha establecido un día en el que ha de juzgar al universo con justicia por medio de un hombre, a quien ha designado y acreditado ante todos al resucitarlo de entre los muertos, unos se burlaban y otros dijeron: <Te oiremos sobre esto otra vez>. / Así Pablo se separó de ellos. / Algunos, sin embargo, se unieron a él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada Dámaris  y algunos otros.

 

*En Corinto

 

Después de esto, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. / Allí encontró a un judío llamado Aquila, oriundo del Ponto, que acababa de llegar de Italia, con su mujer, Priscila, por haber decretado Claudio que salieran de Roma todos los judíos. Pablo se relacionó con ellos; y como eran del mismo oficio, se quedó trabajando en su casa; se dedicaban a fabricar tiendas de campaña. / Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos. / Cuando Silas y Timoteo llegaron a Macedonia, Pablo se entregó por completo a la predicación de la palabra, proclamando ante los judíos que Jesús era el Mesías. / Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: <Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos>. / Partió de allí, y fue a casa de un prosélito, que vivía junto a la sinagoga. / Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron. / Una noche el Señor dijo en visión a Pablo: <No tengas miedo, habla y no calles, / porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso>. / Y se detuvo allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.

 

*Pablo ante Galión

 

Siendo Galión procónsul en Acaya, los judíos se sublevaron a una contra Pablo y lo llevaron ante el tribunal / con esta acusación: <Éste incita a los hombres  a que den culto a Dios en contra de la ley>. / Pablo iba a hablar, cuando Galión dijo a los judíos: <Si se tratase de un crimen o de un delito grave, yo os escucharía pacientemente, como es de justicia; / pero si es cuestión de palabras y nombres y cosas de vuestra ley, allá vosotros; yo no quiero ser juez de estos asuntos>. / Y los echó del tribunal. / Entonces se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal, sin que nada de esto le importara a Galión.

 

*Vuelta a Antioquía de Siria

 

Pablo permaneció aún cierto tiempo en Corinto; después se despidió de los hermanos y se embarcó hacia Siria. Lo acompañaban Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza porque había hecho un voto. / Llegaron a Éfeso, donde se separó de ellos. Fue a la sinagoga y estuvo discutiendo con los judíos. / Ellos le pidieron que se quedase más tiempo; pero no accedió; / y se despidió con estas palabras: <Volveré de nuevo, si Dios quiere>. / Zarpó de Éfeso, desembarcó en Cesarea, fue a saludar a la Iglesia y bajó de Antioquía. / Allí estuvo algún tiempo y recorrió nuevamente la región de Galacia y Frigia, alentando a todos los discípulos.

 

 

 

jueves, 30 de julio de 2020

EL PRIMER MILAGRO DE JESÚS: LAS BODAS DE CANÁ


 
 
 
 
 
 

 
 “Y al día tercero se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la Madre de Jesús / Fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos / Y como faltaba el vino, la Madre de Jesús le dijo: <no tienen vino> / Y le dice Jesús: ¿Qué tenemos que ver tú y yo mujer? ¿Todavía no ha llegado mi hora? / dice su Madre a los que servían: todo cuanto Él os diga hacedlo / Había allí seis tinajas de piedra destinadas a la purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener de dos a tres metretas (38,88 litros) / Dice Jesús: llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba / Y les dice: sacad ahora y llevarlo al maestre sala. Y lo llevaron / más cuando gustó el maestre sala el agua hecha vino y no sabía de donde era, pero sabiéndolo los que servían, que habían sacado el agua, llama al esposo el maestre sala / y le dice: Todo hombre pone primero el buen vino, y cuando estén ya bebidos, pone el peor, tú has reservado el vino bueno hasta ahora”

 
 
 
El Papa san Juan Pablo II refiriéndose a este primer milagro del Señor en su Audiencia General del miércoles 26 de febrero de 1997 nos decía: “En el episodio de las bodas de Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de Jesús y, como para sugerir que esa presencia estaba en el origen de la invitación dirigida por los esposos al mismo Jesús y a sus discípulos, añade: <Fue invitado a la boda también Jesús con sus discípulos>. Con estas palabras. San Juan parece indicar que en Caná, como acontecimiento fundamental de la Encarnación, María es quien introduce al Salvador.

 
El significado y el papel que asume la presencia de la Virgen se manifiesta cuando llega a faltar el vino. Ella, como experta y solicita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer lugar, para ayudar a los esposos en dificultad. Dirigiéndose a Jesús con  las palabras: <No tienen vino>”



“En Caná, la Virgen muestra una vez más su total disponibilidad a Dios. Ella que, en la Anunciación, creyendo en Jesús antes de verlo, había contribuido al prodigio de la concepción virginal, aquí, confiando en el poder de Jesús, provoca su <primer signo>, la prodigiosa transformación del agua en vino.
De este modo, María precede en la fe a los discípulos que, como refiere san Juan, creerán después en el milagro…Más aún, al obtener el signo prodigioso, María brinda un apoyo a su fe”



La primera pregunta que nos podríamos hacer al leer este milagro es: ¿Qué sentido habría que darle a la considerable cantidad de vino que Jesús proporcionó a los invitados de aquellas bodas?
Nadie mejor que el Papa Benedicto XVI nos podría aclarar este misterio y desde luego lo  hizo, tal como podemos comprobar en el libro anteriormente mencionado:


 
 
 
 
 
“La sobreabundancia de Caná es el Signo que indica  que ha comenzado la fiesta de Dios con la humanidad, su entregarse así mismo por los hombres. El marco del episodio, las bodas, se convierte así en la imagen que, más allá de sí misma, señala la hora mesiánica: La hora de las nupcias de Dios con su pueblo ha comenzado con la venida de Jesús. La promesa escatológica irrumpe en el presente…


Jesús se presenta aquí como el (novio) de las nupcias prometidas de Dios con su pueblo, introduciendo así misteriosamente su existencia, Él mismo, en el misterio de Dios. En Jesús, de manera insospechada, Dios y el hombre se hacen uno, se celebran las <bodas>, las cuales, sin embargo, y esto es lo que Jesús subraya en su respuesta, pasan por la Cruz, por el momento en el que el novio <será arrebatado>”

 Se refiere el Papa Benedicto XVI en con esta frase a la respuesta que Jesús dio a su Madre María, cuando ésta le anunció que se había agotado el vino. Jesús dice a María que todavía no le había llegado su hora, por eso dice el Pontífice:

 
 
“Cuando Jesús, en aquel instante, habla a María de su hora, está relacionando precisamente este momento con el del misterio de la Cruz concebido como su glorificación. Esa hora no había llegado todavía… Y no obstante, Jesús, tiene el poder de anticipar esta <hora> misteriosamente con un <signo>. Por tanto, el milagro de Caná se caracteriza como una anticipación de la <hora> y está íntimamente relacionado con ella”.

 
Sí, Jesús le dice a su madre < Mujer no ha llegado mi hora> pero sin embargo se pliega a los deseos de María y ella sin vacilar ni por un momento, sabiendo que su hijo aceptará su ruego, dice a los encargados de servir el vino: < Haced lo que Él os diga>

Por eso asegura Benedicto XVI (Ibid):

 
 
 
“¿Cómo podríamos olvidar que este conmovedor misterio de la anticipación de la hora se sigue produciendo todavía? Así como Jesús, ante el ruego de su Madre, anticipa simbólicamente su hora y, al mismo tiempo, se remite a ella, lo mismo ocurre siempre de nuevo en el Sacramento de la Eucaristía: Ante la oración de la iglesia, el Señor anticipa en ella su segunda venida, viene ya, celebra ahora la boda con nosotros, nos hace salir de nuestro tiempo lanzándonos hacia aquella <hora>”

 
En efecto, como también decía el Papa san Juan Pablo II en la Audiencia anteriormente mencionada:

“Algunos estudiosos del texto sagrado, siguiendo la interpretación de san Agustín, identifican esa <hora> con el acontecimiento de la Pasión. Para otros, en cambio, se refiere al primer milagro en que se revelaría el poder mesiánico del profeta de Nazaret”


Como también aseguraba el Papa Benedicto XVI refiriéndose a la auto-revelación de Jesús y su gloria (Ibid):

“El agua, que sirve para la purificación virtual se convierte en vino, en signo y don de la alegría nupcial. Aquí aparece algo del cumplimiento de la ley, que llega a su culminación en el ser y actuar de Jesús… El agua se convierte en vino. El don de Dios, que se entrega así mismo viene ahora en ayuda de los esfuerzos del hombre, y con ello crea la fiesta de la alegría, una fiesta que solamente la presencia de Dios y de su don pueden instituir”

 
 
 
 
Por último es interesante señalar también que: “La exhortación de María: <Haced lo que Él os diga>, conserva un valor siempre actual para los cristianos de todos los tiempos, y está destinado a renovar su efecto maravilloso en la vida de cada uno. Invita a una confianza sin vacilaciones, sobre todo cuando no se entienden el sentido y la utilidad de lo que Cristo pide”