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miércoles, 19 de mayo de 2021

A PESAR DEL DEVENIR DE LA HISTORIA LA IGLESIA PREVALECERÁ SOBRE EL MAL (I)

Así iniciaba el Papa León XIII (1878-1903)su Carta Encíclica -Tametsi Futura-(1 noviembre de 1900),con motivo de la profunda piedad de los peregrinos a Roma en el año Santo y de los católicos del mundo:"Hasta cuando los fieles que,preocupándose principalmente de la vida futura,están atentos a su salvación,se ven rodeados de amenazas y zozobras,por ser muchos e inminentes los peligros que amenazan sus vidas,tanto en el orden público como en el privado no desmayan,sin embargo,teniendo todavía en estos calamitosos días del siglo XIX algunas esperanzas y algún consuelo" Estas palabras del Papa León XIII nos hacen recordar las enormes dificultades en que se encontraba la Iglesia durante el siglo XIX.En efecto, en 1864 el Papa Pio IX (1846-1878) emitió el -Syllabus-,donde condenaba los principales errores religiosos y filosóficos de la época, que eran muchos...Este Papa convocó también el primer Concilio Eclesiástico desde la Reforma católica,que en 1871, entre otros muchos temas importantes para la Iglesia,declaró -Dogma de Fe- la infalibilidad del Papa en temas de fe y de moral.Este Dogma fue acogido bien por los fieles católios,aunque hubo prostestas por parte de los no creyentes en varios países.A la muerte de Pio IX fue elegido nuevo Pontífice León XIII ,el cual aún reconociendo que la civilización moderna,después de todo,podría llegar a albergar más cosas buenas que malas,se tomó muy en serio la situación de la Iglesia católica en aquellos momentos de la historia,tal como puso en evidencia en las numerosas Cartas Encíclicas que escribió,entre las cuales se encuentra la que ahora estamos recordando,en la cual,también nos viene a decir (Ibid):"No se crea que nada importa a la salvación de las almas el pensamiento constante de la otra vida y de las cosas referentes a la fe y a la piedad cristiana.Hechos a los que no es posible negarle asentimiento,demuestran que estas virtudes se han de confirmar y corroborar,más que en otros,en los tiempos que corren,pudiendo servir de saludable ejemplo el que,a pesar de los mil halagos del siglo y de tantas ofensas a la piedad como se ven por todas partes,una inmensa multitud de peregrinos de todas las naciones acuden a la sola indicación del Pontífice a postergarse ante el sepulcro de los santos Apóstoles" Estaba ya proximo el fin del Pontificado de León XIII, el cual aunque agotado por el esfuerzo enorme que supuso llevar adelante la -Barca de Pedro-,sin embargo ello no fue obstaculo para que hasta el último instante de su vida recordara a su grey la necesidad imperiosa de pedir siempre ayuda a Jesucristo Redentor .En aquellos momentos criticos de la historia él se preguntaba y nos sigue preguntando:¿Qué cosa es más necesaria y más conveniente que restablecer en los pueblos,ampliamente,el espíritu cristiano y las antiguas virtudes? Como él mismo reconocía era arriesgado en aquella época ,donde a nivel mundial ya se palpaba la posibilidad del estallido de una confrontación armada,como así sucedió en 1914,hacer oídos sordos a las manifestaciones del verdadero pueblo de Dios,en favor de Cristo y su mensaje,por temor de incomodar a algunos hombres... Por eso,él seguia diciendo en la Carta Enciclica que estamos recordando:¡A quién no llaman la atención estos hechos,que están a la vista de todos! ¡A quién no fervorizan para con el Salvador del género humano,más que de costumbre!Digno es,en verdad,de los mejores tiempos cristianos,este sublime ardor de fe cristiana en tantos miles de hombres que,con una sola voluntad y una sola idea invocan el nombre de Dios y pregonan las alabanzas de Cristo desde un confín al otro de la tierra" Sí,como sucedía en aquella ocasión, la Iglesia siempre da a conocer al Salvador de la humanidad;es por eso que a pesar del devenir de la historia Ella prevalecerá.En nuestros día,donde una fuerte corriente laicista trata de apartar al hombre de Dios,es necesario tener en cuenta la gran verdad que encierra las palabras de éste y de otros Papas de los últimos siglos,que se plantearon preguntas como estas:"Qué vida será la de los mortales que arrojen de sí a Cristo,que es la sabiduría de Dios? ¿Cuáles serán las costumbres,cuáles los excesos de aquellos hombres,que estén privados de la luz del cristianismo?

domingo, 16 de mayo de 2021

CUARENTA DÍAS DESPUES DE LA RESURRECCIÓN

Decía el Papa Bendicto XVI un domingo 20 de mayo de 2012:"Cuarenta días después de la Resurrección,según el libro de -los Hechos de los apóstoles- Jesús sube al cielo,es decir,vuelve al Padre,que lo había enviado al mundo...La Ascension del Señor marca el cumplimiento de la salvación iniciada en la Encarnación.Después de haber instruido por última vez a sus discípulos,Jesús sube al cielo.Él entretanto -no se separó de nuestra condición-;de hecho,en su humanidad asumió consigo a los hombres en la intimidad del Padre y así reveló el destino final de nuestra peregrinación terrena.Del mismo modo que por nosotros bajó del cielo y por nosotros sufrió y murió en la cruz,así también por nosotros -Resucitó y Subió a Dios-,que por tanto ya no está lejano.San León Magno explica que con este misterio -no solamente se proclama la inmortalidad del alma,sino también de la carne.De hecho,hoy no solamente se nos confirma como poseedores del paraíso,sino que también penetramos en Cristo en las alturas del cielo- Por eso los discípulos cuando vieron al Maestro elevarse de la tierra y subir hacia lo alto, no experimentaron desconsuelo como se podría pensar;más aún,sino una gran alegría,y se sintieron impulsados a proclamar la victoria de Cristo sobre la muerte.Y el Señor resucitado obraba con ellos,distribuyendo a cada uno un carisma propio.Lo escribe también san Pablo:Ha dado dones a los hombres...Ha constituido a unos,apóstoles;a otros,profetas;a otros,evangelistas;a otros,pastores y doctores...para la edificación del Cuerpo de Cristo;hasta que lleguemos todos...a la medida de Cristo en su plenitud-(Ef 4,8.11-13)" Ciertamente, hoy ha llegado el día del completo triunfo de Cristo.Sí,le vemos partir pero no nos entristecemos,una alegría enorme sentimos en lo más profundo de nuestro ser porque el Señor penetra con su naturaleza humana en la gloria del Padre,para compartir con Él el imperio de los cielos...Y es que como sigue diciendo el Papa Benedicto XVI (Ibid):"La Ascensión nos dice que en Cristo nuestra humanidad es llevada a la altura de Dios;así cada vez que rezamos,la tierra se une al cielo.Y como el incienso,al quemarse,hace subir hacia lo alto su humo,así cuando elevamos al Señor nuestra oración confiada en Cristo,esta atraviesa los cielos y llega a Dios mismo,que la escucha y acoge.En la celebre obra de san Juan de la Cruz,-Subida del Monte Carmelo-,leemos que -para alcanzar las peticiones que tenemos en nuestro corazón,no hay mejor medio que poner la fuerza de nuestra oración en aquella cosa que es más gusto de Dios;porque entonces no sólo dará lo que le pedimos,que es la salvación,sino aun lo que Él ve que nos conviene y nos es bueno,aunque no se lo pidamos- (Libro III,cap 44,2,Roma 1991,335)" En efecto,porque desde su trono Cristo piensa en nosotros;tenemos ante el Padre un abogado como dice san Juan el discípulo amado "Nuestra causa es su causa,nuestras suplicas las suyas.-Si pecamos, tenemos ante el Padre un abogado:Jesucristo el Justo-Es nuestro Supremo Pontífice.Con sus llagas en los pies,en las manos y en el costado,recuerda constantemente al Padre el sacrificio universal del Calvario"(Rmo.Fr.Justo Perez de Urbel).