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miércoles, 17 de febrero de 2021

SAN JUAN PABLO II Y LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD PERDIDA (II)

El Papa san Juan Pablo II publicaba una Carta Apostólica con ocasión del cuarto centenerio de la -Unión de Brest-(12/11/1995),señalando la necesidad de la búsqueda de la unidad perdida y por otra parte,aprovechando la oportunidad del momento,aseguraba que:Las celebraciones de esta unión se han de situar en el contexto del milenio del bautismo de la -Rus de Kiev- (1988).Concretamente el santo Padre en esa ocasión publiquó dos documentos:La Carta Apostólica -Euntes in mundum- del 25 de enero,para toda la Iglesia,y el mensaje -Magnum baptismi donum- del 14 de febrero del mismo año,dirigido a los católicos ucranianos.Se trataba de celebrar un momento fundamental para la identidad cristiana y cultural de los pueblos,con un valor particular,que brotaba del hecho de que las Iglesias de tradición bizantina y la Iglesia de Roma vivían aún en comunión plena...Después de la unión,Ucrania vivió un periodo de florecimiento de las estructuras eclesiales,con repercusión beneficiosa sobre la vida religiosa,sobre la formación del clero y sobre el compromiso espiritual de los fieles...Por otra parte,el Papa san Juan Pablo II recordando a las víctimas de tantos sufrimientos de la Iglesia en Ucrania mandaba un conmovedor mensaje a sus comunidades católicas(12/11/1995): "La celebración de la -Unión de Brest- se ha de vivir e interpretar a la luz del Concilio Vaticano II.Situando las celebraciones en el marco de la reflexión de la Iglesia,promovida por el Concilio,deseo sobre todo invitar a profundizar la función propia que la Iglesia greco-católica ucraniana está llamada a desempeñar hoy en el movimiento ecuménico.Hay quien ve en la existencia de las Iglesias orientales católicas un obstáculo en el camino del ecumenisno.El Concilio Vaticano II no dejo de frontar este problema,indicando las perspectivas de solución,tanto en el decreto -Unitatis Redintegratio- sobre el ecumenismo,como en el decreto -Orientarium Ecclesiarium-,dedicado especificamente a ello.Ambos documentos se plantean en la perspectiva del diálogo ecuménico con las Iglesias orientales que no están en plena comunión con la Sede de Roma afín de valorizar las riquezas que las demás Iglesias tienen en común con la Iglesia católica y fundar en esa riqueza compartida la búsqueda de una comunión más plena y en caridad" Estas palabras del Papa san Juan Pablo II muestran su plena confianza en la final unión de los cristianos y esa confianza provenía sin duda, de su gran amor y confianza en la Virgen María y en que Ella estaría siempre presente en la obra de Cristo.Por eso,siempre que se presentaba la ocasión,hablaba a su grey del ecumenismo y celebraba con gran alegría las muestras de unión que se ibán produciendo a lo largo de su Pontíficado.En este sentido es interesante recordar algunas de las Cartas Apostólicas que escribó con ocasión de los eventos ecuménicos que se celebraban, pero también son muy interesantes sus Homilías al respecto.En particular,aquella que pronunció durante la Misa de beatificación celebrada en el transcurso de su viaje a Azerbayan y Bulgaria, de la que recordamos sus útimas palabras:"Con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés culminó el ciclo de los acontecimientos con los que Dios,en etapas históricas sucesivas,salió al encuentro del hombre y les ofreció el don de la salvación.La liturgia os invita hoy a remontarnos hasta la -Fuente suprema de Dios-:Dios Padre,Hijo y Espíritu Santo ,la Santísima Trinidad...Todo el Nuevo Testamento es un anuncio continuo y explicito de este misterio,que la Iglesia,fiel custodia de la Palabra de Dios ,ha proclamado,explicitado y defendido siempre,por eso,al Dios Altísimo y Omnipotente,Padre,Hijo y Espíritu Santo,le decimos también hoy:¡A ti gloria y alabanza por los siglos!"

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