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lunes, 9 de agosto de 2021

EL SACRAMENTO QUE HA RECIBIDO HASTA CINCO NOMBRES DISTINTOS

El Sacramento instituido por Jesús que ha recibido hasta cinco nombres distintos pertenece al grupo de los denominados de -curación- porque nuestro Señor es el médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos y quiso que su Iglesia continuase con la ayuda del Epíritu Santo,su obra de curación y de salvación.En efecto,tal como podemos leer en el Catecismo de la Iglesia católica escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II (nº1423-1424)refiriéndose a este Sacramento:"Se le denomina -Sacramento de Conversión-porque realiza sacramentalmente la llamada de Jesús a la conversión(Mc 1,15),la vuelta al Padre (Lc 15,18)del que el hombre se había alejado por el pecado.Por otra parte, se denomina también -Sacramento de la Penitencia- porque consagra un proceso personal y eclesial de conversión,de arrepentimiento y de reparación por parte del cristiano pecador/Es llamado -Sacramento de la Confesión- porque la declaración o manifestación,la confesión de los pecados ante el sacerdote,es un elemento esencial de este Sacramento.En un sentido profundo este Sacramento es también una confesión ,reconocimiento y alabanza de la santidad de Dios y de su misericordia para con el hombre pecador;también se llama -Sacramento del Perdón- porque por la absolución sacramental del sacerdote,Dios concede al penitente el -perdón y la paz- y asimismo se denomina -Sacramento de la Reconciliación-porque otorga al pecador el amor de Dios que reconcilia:Dejandose reconciliar con Dios está pronto a responder a la llamda del Señor,va primero a reconciliarse con su hermano" El Papa Francisco en su Audiencia General del 3 de enero del año 2018,recordando este Sacramento del Señor llegaba a expresarse en los término siguientes:"La Sagrada Escritura nos ofrece luminosos ejemplos de figuras -penitentes- que volviendo a sí mismos depués de haber cometido pecado,encuentran la valentía de quitar la mascara y abrirse a la gracia que renueva el corazón.Pensemos en el rey David y en las palabras que se le atribuyen en el Salmo (51,3):"Tenme piedad,oh Dios mio,según tu temor,por tu inmensa ternura borra mi delito".Pensemos en el hijo pródigo que vuelve donde su padre;pensemos en la invocación del públicano:-¡Oh Dios!¡Ten compasión de mí,que soy pecador!- Pensemos también en san Pedro,en Zaqueo,en la mujer samaritana...Medirse con la fragilidad de la arcilla de la que estamos hechos es una experiencia que nos fortalece :mientras que nos hace hacer cuentas con nuestra debilidad,nos abre el corazón a invocar la misericordia divina que transforma y convierte..." Por su parte,algunos años antes,el Papa san Juan Pablo II,aseguraba al respecto (Exhortación Apostólica Postsinodal,-Reconciliatio et Paenitentia-):"La Reconciliación,para que sea plena,exige necesariamente la liberación del pecado,que ha de ser rechazado en sus raíces más profundas.Por lo cual una estrecha conexión interna viene a reunir -Conversión y Reconciliación-;es impensable disociar las dos realidades o hablar de una,silenciando la otra" Es lógico por tanto,que el -Sacramento de la Conversión o Confesión-,haya recibido también el apelativo de -Sacramento de la Reconciliación-, porque nos otorga el amor de Dios que reconcilia. Así lo hacia ver el apostol san Pablo en su segunda Carta al pueblo de la ciudad de Corinto(capital senatorial de Acaya)en la que Roma había establecido una colonia en el año 44 a.C (II Co,5,18-20):"Todo procede de Dios,quién nos reconcilió consigo por medio de Cristo,y a nosotros nos dio el ministerio de la reconciliación/como que Dios en Cristo estaba reconciliando el mundo consigo,no tomándole en cuenta sus delitos,y puso en nosotros el mensaje de la reconciliación/En nombre,pues,de Cristo somos embajadores,como que os exhorta Dios por medio de nosotros.Os rogamos en nombre de Cristo:-Reconciliaos con Dios-".(Es Dios mismo el que ha establecido este ministerio.La iniciativa en esta obra de reconciliación,como una nueva creación que es,tiene que partir del Padre.Precisamente por eso,la grandeza del ministerio apostólico está en haber sido asociado a esta obra o,más directamente,a su aplicación) (Nota a pie de pagina en la Santa Biblia;Ed.San Pablo;con la probación de la Conferencia Episcopal Españoña; 11 de febrero de 1988).

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