EL VALOR PASTORAL DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA

El Papa Pablo VI en su Exhortación Apostólica *Marialis Cultus* (1974)nos recordaba este importante tema,tomando como ejemplo las *Bodas de Caná*(Jn 2, 1-11):Una prueba del valor pastoral de la devoción a la Virgen para conducir a los hombres a Cristo son las palabras que Ella dirigió a los siervos de las Bodas de Caná(Jn 2,5):"Haced lo que Él os diga"; palabras que en apariencia se limitan a un deseo de poner remedio a la incómoda situación de un banquete, pero que en la perspectiva del Cuarto Evangelio, son una voz que aparece como una resonancia de la formula usada por el pueblo de Israel para ratificar la Alianza del Sinaí (Ex 19,8):Nosotros haremos todo lo que el Señor ha dicho",o para renovar los compromisos (Esd 10,12):"Y toda la comunidad respondió en alta voz: Haremos lo que nos dices" y son una voz que concuerda con la del Padre en la Teofanía de Tabor(Mt 17,5):"Aún estaba san Pedro hablando,cuando una nube luminosa los cubrió,y una voz desde la nube dijo:Éste es mi Hijo amado,mi predilecto,escuchadlo" La Virgen María es en este sentido un modelo de confianza en la voluntad del Padre y como nos decía el Papa Francisco en su Audiencia General del miercoles 10 de mayo de 2017, refiriéndose al *Sí* de María a la invitación del Arcángel san Gabriel:"Ese sí es el primer paso de una-¡larga lista de obediencias!-que acompañarán su itinerario de madre...En esta disposición hay un rasgo bellísimo de la psicología de María:No es una mujer que se deprime ante las incertidumbres de la vida,especialmente cuando nada parece ir en dirección correcta .No es ni siquiera una mujer que protesta con violencia, que se queja del destino de la vida que revela a menudo un rostro hostil .En cambio es una mujer que escucha:No olvidéis que siempre hay una gran relación entre la esperanza y la escucha, y María es un mujer que escucha. María acoje la existencia tal y como se nos entrega, con sus días felices, pero también con sus tragedias con las que nunca querríamos habernos cruzado. Hasta la noche suprema de María, cuando su Hijo está clavado en el madero de la cruz, hasta es día,María casi habia desaparecido de la trama de los Evangelios:Los escritores sagrados dan a entender este lento eclipsarse de su presencia ,su permanecer muda ante el misterio de un Hijo que obedece al Padre.Pero María reaparece precisamente en el momento crucial... Las madres no traicionan,y en ese instante al pie de la Cruz, Ella estaba allí...Ella estaba allí, en el peor momento, en el momento más cruel,y sufría con su Hijo" Ella estaba allí, llena de dolor, pero con esperanza.Sí, María es la mujer de la esperanza, nos enseña la virtud de la esperanza, incluso cuando todo parece sin sentido, como ocurre en estos trites momentos por los que pasa la humanidad toda. Ella siempre confiaba en Dios, incluso cuando parece que no escucha nuestros ruegos. Por eso es tan importante la devoción a la Virgen María porque como nos recuerda también el Papa Francisco en los momentos de dificultad puede sostener nuestros pasos y decir a nuestro corazón:¡Levantate, mira adelante, mira al horizonte! ¡Espera en el Padre!