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lunes, 2 de mayo de 2022

ES NECESARIO REZAR **** POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (II)

La semana de oración se celebra desde el año 1908 gracias al padre Paul Wattson,fundador de una comunidad religiosa anglicana que más tarde entró en la Iglesia católica. Posterirmente el Papa san Pio X le dió su bendición y unos años más tarde el Papa Benedicto XV la promovió,impulsando su celebración en toda la Iglesia católica con el -Breve Romanorum Pontifificum,del 25 de febrero de 1916- El octavario de la oración fue desarrollado en la decada de 1930 por el Abad Couturier de Lyon según comenta el Papa Benedicto XVI en su Audiencia General de 18 de enero de 2012:"En sus últimos escritos,el Abad Couturier ve esta Semana como un medio que permite a la oración universal de Cristo -entrar y penetrar en todo el Cuerpo cristiano-;esta oración debe crecer hasta convertirse en -un grito inmenso,unánime,de todo,de todo el pueblo de Dios,que pide a Dios este gran don.Y precisamente en la Semana de oración por la unidad de los cristianos encuentra cada año una de sus manifestaciones más eficaces el impulso dado por el Concilio Vaticano II a la búsqueda de la comunión plena entre todos los discípulos de Cristo.Esta cita espiritual,que une a los cristianos de todas las tradiciones,nos hace más conscientes del hecho de que la unidad hacia la que tendemos no podrá ser sólo resultado de nuestros esfuerzos,sino que será más bien un don recibido de lo alto,que es preciso invocar siempre(...)Cada año se encarga de preparar los materiales para la Semana de oración un grupo ecuménico de una región diversa del mundo" Es muy interesante la información histórica que da el Papa Benedicto XVI en esta Audiencia porque demuestra la gran acogida que ha tenido esta iniciativa entre todo el pueblo de Cristo,porque a pesar de todas las dificultades para restablecer una auténtica fusión unitaria entre las diversas denominaciones cristianas existe una gran esperanza a todos los niveles de que al final se llegará a buen puerto tal como era el deseo de nuestro Señor.Sí,nunca debemos olvidar esta premisa.De cualquier manera,como también nos recordaba el Papa Benedicto XVI(Ibid):"Desde que nació el movimiento ecuménico moderno,hace más de un siglo,siempre ha habido una clara consciencia de que la falta de unidad entre los cristianos impide un anuncio más eficaz del Evangelio,porque pone en peligro nuestra credibilidad.¿Cómo podemos dar un testimonio convincente si estamos divididos?Ciertamente,por lo que se refiere a las verdades fundamentales de la fe,nos une mucho más de lo que nos divide.Pero las divisiones existen,y atañen también a cuestiones prácticas y éticas,suscitando(cada vez menos)confusión y desconfianza...Este es un gran desafio para la nueva evangelización,que puede ser más fructuosa si todos los cristianos anuncian juntos la verdad del Evangelio de Jesucristo y dan una respuesta común a la sed espíritual de nuestros tiempos.En este sentido,es hermoso recordar las palabras de nuestro Papa Francisco en la solemnidad de la conversión de san Pablo apóstol durante la celebración de la Segundas Vísperas LV Semana Semana de Oración por la unidad de los cristianos,este mismo año(25 de enero de 2022) :"Acojamos el apremiante deseo de Jesús,que quiere que todos seamos uno(Jn 17,21) y,con su gracia,caminemos hacia la unidad plena...Que nuestra mirada está fija en Cristo, en el cielo,en la estrella de Jesús.Sigámoslo a Él,a su Evangelio y a su invitación a la unidad,sin preocuparnos de los largo y difícil que será el camino para alcanzarla plenamente.No olvidemos que la Iglesia,nuestra Iglesia,en el camino hacia la unidad,contemplando la luz,continúa siendo el -mysteriun lunae- Anhelemos y caminemos juntos, apoyándonos recíprocamente,como lo hicieron los Magos...En la ciudad santa los Magos,en vez de ver reflejada la luz de la estrella,experimentan la resistencia de las fuerzas oscuras del mundo.No es sólo Herodes el que se siente amenazado por la novedad de una realeza distinta de la corrompida por el poder del mundo,es toda Jerusalén la que se turba por el anuncio de los Magos.Incluso en nuestro camino hacia la unidad podemos estancarnos por la misma razón que paralizó a aquella gente:la conmocíón, el miedo.Es el temor a la novedad,que sacude los hábitos y las seguridades adquiridas;el el miedo a que el otro desestabilice mis tradiciones y mis esquemas consolidados ;pero en el fondo,es el miedo que vive en el corazón del hombre y del que el Señor Resucitado quiere liberarnos.Dejemos,pues,resonar en nuestro camino de comunión su exhortación Pascual :<<<¡No teman!>>> .<>porque el Señor quiere que confiemos los unos en los otros y caminemos juntos,a pesar de nuestras debilidades y nuestros pecados,a pesar de los errores pasados y las heridas recíprocas"

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