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domingo, 15 de junio de 2025

EL MUNDO DE HOY **** Y LA NOVEDAD DEL EVANGELIO

El Papa san Juan Pablo II aseguraba, en su día (Discurso en el Santuario de la Virgen de las Gracias en Benevento;2 de julio de 1990):" Hoy en el mundo, especialmente en nuestro Occidente,es necesario reconstruir en sus componentes esenciales una civilización verdaderamente digna del hombre.Las desigualdades económicas,que todavía subsisten y a veces empeoran,son un síntoma de deficiencias más profundas que afectan al reino espiritual.Las ideologías materialistas,por un lado, y el permisivismo moral,por otro,han llevado a muchos a creer en la posibilidad de construir una sociedad nueva y mejor excluyendo a Dios y eliminando cualquier referencia a los valores trascendentes.La experiencia sin embargo,nos hace pensar,que sin Dios,la socidad está deshumanizada y el hombre está privado de su mayor riqueza.Cuanto más humano sea el futuro del mundo,más cerca estarán los hombres de su Creador y Redentor"
Por eso, el Papa san Juan Pablo II seguía recomendandoles a los allí presentes en la plaza del santuario de la Virgen de las Gracias, algo que es igualmente recomendable en estos momentos para las sociedades actuales, que no habiendo escuchando sus palabras, ni la de otros santos hombres que en el mundo han sido, se encuentran inmersas en un mundo sin esperanza y sin futuro (Ibid): "Por eso, queridos, os recomiendo que mantengais intacta la fe en el Salvador Jesús,que murió y resucitó por nosotros. Escucha su Evangelio, que la Iglesia sigue ofreciendo con fidelidad inalterada a la tradición de sus origenes. Educaz a vuestros hijos en la práctica de los mandamientos,enseñándoles a pedir a Dios el valor necesario para desafiar la opinión dominante,cuando está reñida con el Evangelio.No tengais miedo de ir contra la corriente,testificando la originalidad de una fe que ha hecho grande a vuestra ciudad a lo largo de los siglos.El mundo de hoy necesita como nunca antes,de -la novedad del Evangelio-, para no ahogarse en la desenfrenada conformidad de la civilización de las masas..."
El problema venia de lejos, sin embargo, ya con anterioridad este Pontífice y otros anteriores habían tratado de atajarlo,pero las fuerzas del mal habían operado como siempre en contra del hombre, logrando cada vez exitos más dolorosos...Así, diez años antes de este discurso el mismo Papa san Juan Pablo II se expresaba en los términos siguientes durante un encuentro con jóvenes, en París el 1 de junio de 1980:"Algunos hombres dicen que están buscando algo y otros directamente se consideran no creyentes, o tal vez incapaces de creer...Hay quien llega a rechazar a un Dios cuyo rostro se les presenta mal.En fin, hay otros, que obcecados por los reflejos de la filosofía de la sospecha presentan la religión como ilusión o alienación y quizas sienten la tentación de construir un humanismo sin Dios...Deseo a todos éstos, sin embargo,que por lo menos dejen por honradez abiertas sus ventanas a Dios.De lo contrario,corren el riesgo de pasar a la orilla del camino del hombre, que es Cristo,de cerrarse en actitudes de rebelión y de violencia,de contentarse con suspiros,impotencia y resignación. En definitiva,un mundo sin Dios,termina construyéndose,antes ó después, contra el hombre..."
Son palabras profeticas de este Papa santo,que ahora estamos comprendiendo, ante un mundo de enfrentamiento total entre los hombres, un mundo en guerra total...De aquí surge la idea de que hay que volver a leer detenidamente los Evangelios, hay que volver a las costumbres de nuestros antepasados, especialmente en temas de moralidad y buenas costumbres. Con la frecuente lectura de los Evangelios, nos sería más facil de poner en práctica las virtudes que son tan necesarias.Hay que recordar también de nuevo las palabras de este santo Papa cuando nos decía (Primera Carta Encíclica del 2 de marzo de 1975):"El cristianismo no mortifica al hombre,sino que ensalza sus capacidades más nobles y las pone al servicio de cada uno y de la comunidad.En Cristo verdadero hombre y verdadero Dios,podemos descubrir la verdad plena sobre nosotros mismos y sobre nuestro destino"