CRISTO PARA DIRIGIR AL PUEBLO DE DIOS **** INSTITUYÓ SU IGLESIA JERÁRQUICA

"Cristo el Señor,para dirigir al Pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia diversos Ministerios que están ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto, los ministros que poseen la Sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros del Pueblo de Dios lleguen a la salvación" (LG:Lumem gentium 659)(Documento del Concilio Ecuménico Vaticano II). Ante lo ocurrido en el -Sínodo de la Sinodalidad-, especialmente en su última sesión, nos parece imprescindible, necesario, y doloroso, tener que recordar el tema de la Constitución Jerárquica de la Iglesia de Cristo...Lo haremos,como es lógico, apoyándonos en las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia escrito en orden a la aplicación del Concilio Ecuménico Vaticano II, del Papa San Juan Pablo II (Siervo de Dios para la perpetua memoria).

Como podemos leer en dicho Catecismo (nº880 y nº881):"Cristo,al instituir a los Doce,formó una especie de -Colegio estable- y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él" (LG 19)."Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un -Único- Colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles (LG 22)// El Señor hizo de Simón,al que dio el nombre de Pedro y solamente a él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella ( Mt 16, 18-19);lo instituyó Pastor de todo su rebaño (Jn 21, 15-17)."Está claro que también el -Colegio de los Apóstoles-, unido a su Cabeza,recibió la función de atar y desatar dada a Pedro (LG 22)" Este oficio pastoral de Pedro y de los demás Apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los Obispos bajo el Primado del Papa.

Igualmente, como seguimos leyendo en el Catecismo de la Iglesia Católica (nº.882):"El Papa, Obispos de Roma y sucesor de San Pedro, *es el principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad,tanto de los Obispos como de la muchedumbre de los fieles * (LG 23). *El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia,en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal,que puede ejercer siempre con entera libertad " (LG 22;CD 2;9)" Es evidente,que si un Pontífice de la Iglesia de Cristo, no quisiera ejercer esta potestad, dada por el Señor, quizas querría renunciar a su Episcopado y se convertiría en un simple moderador de lo que le propusieran los que jerarquicamente están por debajo de él...Ello supondría un grave problema para la Iglesia Católica, Apostólica y Romana... De ahí nuestra preocupación... Dios quiera que sólo sean rumores provenientes de los enemigos de la Iglesia, de aquellos que se dejan seducir por las ideas propagadas por el modernismo... Porque no podemos olvidar que Cristo instituyó su Iglesia Jerárquica y eso no lo puede cambiar estos hombres y mujeres de nuestro tiempo, porque sería contravenir la voluntad de Dios, un pecado gravísimo.

En este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda también que (nº883):"El Colegio o Cuerpo Episcopal no tiene ninguna autoridad si no se le considera junto con el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, como Cabeza del mismo.Como tal,este Colegio es *también sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la Iglesia* que *no se puede ejercer...a no ser con el consentimiento del Romano Pontífice * (LG 22; CIC can.336)"

Por último queremos recordar las palabras del Papa Pío XII al referirse a los fieles laicos (Discurso del 20 de febrero de 1946):"Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia;por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos,especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara,no sólo de pertenecer a la Iglesia,sino de ser la Iglesia;es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del jefe común, el Papa, y de los Obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia "

¿EL CONCILIO VATICANO II ABRIÓ LAS PUERTAS **** PARA QUE LOS HOMBRES PUDIERAN ENTRAR EN LA IGLESIA ?

¿El Concilio Vaticano II abrió las puertas para que los hombres pudieran entrar en la Iglesia?.Se trata de una pregunta que en cierta ocasión le realizaba un periodista muy conocido al Papa San Juan Pablo II, según el mismo le indicó, como consecuencia de las interpretaciones de algunos Padres conciliares,descontentos con los resultados finales del Concilio, que condujeron al llamado -Espíritu del Concilio-...La respuesta del Pontífice a dicha pregunta nos parece que fue excesivamente optimista, teniendo en cuenta que ha sido precisamente ese -espíritu del Concilio-, persistente hasta nuestros dias,el causante de la apertura no de una puerta en la Iglesia sino de una posible brecha en el Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo... De cualquier forma,la respuesta del Papa Juan Pablo II fue muy acertada para el tiempo y ocasión que fue realizada,porque él no podía adivinar como evolucionaria la sociedad, pasados algunos años.Él,con cierto gracejo respondía así al periodista (Cruzando el umbral de la esperanza;Círculo de Lectores por cortesía de Plaza & Janés Editores S.A.Milán;1995):

"Permitame volver a la pregunta,que también,como otras, pudieran ser intencionadamente provocadoras:¿El Concilio abrió las puertas para que los hombres pudieran entrar en la Iglesia? ¿O bien las puertas se abrieron para que los hombres,ambientes sociales y sociedades comenzaran a salir de Ella?... La opinión expresada en estas preguntas responden en cierta medida a la verdad,y parcialmente si nos referimos a la Iglesia en su dimensión occidental-europea, aunque seamos testigos de la manifestación,en la misma Europa occidental,de muchos sintomas de renovación religiosa...La situación de la Iglesia debe ser evaluada globalmente. Hay que tomar en consideración todo lo que sucede en Europa centro-oriental y fuera de Europa, en Norteamerica y en Sudamerica, lo que sucede en los países de misión, en particular en el Continente africano, en las vastas áreas del oceano Indico y Pacifíco,y en cierta medida en los países asiaticos,incluso China. En muchas de aquellas tierras la Iglesia está construida sobre el fundamento de los martires y sobre este fundamento crece con vigor renovado,como Iglesia minoritaria,pero muy viva"

Las cosas han cambiado mucho, desde el día en que este Pontífice pronunciara estas palabras verdaderamente consoladoras...El llamado -espíritu del Concilio- se ha extendido mucho,llegando incluso a algunas de las zonas del mundo que consideraba el Papa san Juan Pablo II inaccesibles...Pero eso no quiere decir que seamos pesimista respecto al futuro de la Iglesia Católica,no, porque como también nos recordaba este gran Papa,el ejemplo dado por los martires, todos los días, junto a los dados por ellos en tiempos anteriores, permanece, es algo tan fuerte que renueva la conciencia incluso de los hombres más alejados de la Iglesia de Cristo.

Los seguidores del maligno nunca podrán evitar el ardor de la fe cristiana presente en tantos miles y miles de hombres y mujeres que con una sola voluntad y una sola idea invocan el nombre de Dios y pregonan las alabanzas de Cristo desde un confin al otro de la tierra, porque como aseguraba el Papa León XIII en su Carta Enciclica -Tametsi Futura- (1900): "Es peligroso y malvado hacerse sordo a estos llamamientos, mucho más cuando son abundantes en número, y cuando desoyéndolos se desoyen y desprecian los medios que influyen en la renovación de esta piedad: Si conociensen el don de Dios, y si consideransen que nada puede haber más miserable que apartarse de las enseñanzas del Libertador del mundo y abandonasen las costubres e instituciones cristianas,indudablemente

resucitarían y procurarían huir de una muerte tan segura y horrible. Ahora bien,el defender y propagar en la tierra el Reino del Hijo de Dios y el esforzarse a que los hombres se salven con la comunicación de los divinos beneficios,es precisamente misión de la Iglesia, y tan grande y exclusiva de ella, que en esta obra consiste principalmente toda su autoridad y poder" Ciertamente la pregunta de este gran Papa: ¿Qué cosa más necesaria y más conveniente en estos días,que restablecer el espíritu cristiano y las antiguas virtudes? Es una pregunta acuciante también en nuestros días, cuando se quiere prescindir de un legado fundamental en la Iglesia Católica como es la Tradición y las buenas costumbres...No es necesario pensar demasiado para darse cuenta de que los que desean hacer ciertos cambios en la Iglesia instituida por el Hijo de Dios, están totalmente equivocados y se alejan del Mensaje de Cristo.El Papa San Juan Pablo II tenía las ideas muy claras en este sentido, aunque no podía sospechar ni por un instante que los enemigos de la Iglesia pudieran intentar socavarla a un nivel tan alto...Por eso se expresaba en los terminos siguiente (Ibid): "Si la Iglesia posconciliar tiene dificultades en el campo de la doctrina o de la disciplina,no son sin embargo tan graves que comporten una sería amenaza de nuevas divisiones...La Iglesia del Concilio Vaticano II,la Iglesia de intensa Colegialidad del Episcopado mundial,sirve verdaderamente y de muy diversos modos a este mundo,y se propone a sí misma como verdadero Cuerpo de Cristo,como ministra su misión salvifica y redentora,como veladora de la justicia y de la paz.

En un mundo dividido,la unidad supranacional de la Iglesia Católica debe permanecer como una fuerza,comprobada cuando es el caso,por sus enemigos...La Iglesia debe repetir en muchas direcciones su *Nom posumus apostólico*: No podemos callar lo que hemos visto y oído (Hch 4,70),permaneciendo fiel así misma y difundiendo a su alrededor aquel *Veritas Splendor* que el Espíritu Santo efunde en el rostro de su Esposa... Cristo nos previene,nos advirtió de que la vía de la salvación no es ancha y comoda,sino estrecha y angosta (Mt 7, 13-14).No tenemos derecho a abandonar esta perspectiva ni a cambiarla. Este es el aviso del Magisterio,este es también,el deber de los teologos,sobre todo de los moralistas,los cuales,como colaboradores de la Iglesia docente tienen en esto una parte esencial" ¡Dios protege a su Iglesia! ¡Viva Cristo Rey!