La Virgen bajo la advocación del S.Rosario ha protegido a la Iglesia en muchas ocasiones por medio de la plegaria difundida en su día por
S.Domingo de Guzmán como encargo de la propia Madre de Dios y por ello se celebra su fiesta el 7 de octubre de todos los años.
Se hace fundamentalmente en recuerdo de la gran victoria que la armada cristiana bajo el mando de D.Juan de Austria, consiguió en la
famosa batalla de Lepanto (1571).Como aseguraba el Papa Pio XI refiriendose a esta hermosa advocación de la Virgen(1937:"Una innumerable
muchedumbre de hombres santos han estimado la oración del S.Rosario, lo han rezado con gran devoción,como arma poderosa
para ahuyentar a los demonios, para conservar integra la vida, para adquirir más facilmente virtud, en una palabra, para la
consecución de la verdadera paz entre los hombres". Precisamente uno de estos hombres devoto de la Virgen del Rosario que más
defendió y utilizó la oración del S. Rosario fue el Papa León XIII y así en el año 1898 se expresaba en estos términos:"Grandemente
admirable es esta corona tejida con la salutación angélica, y se une a la obligación de la meditación interior; es una manera
excelente de orar y utilisima para la consecución de la vida inmortal".El Papa S.Juan Pablo II también era un gran devoto de
Virgen del Rosario y de la oración que lleva su nombre. Resaltaba en esta oración,especialmente,su caracter eminentemente cristológico
y mariano, que nos lleva a contemplar y profundizar el misterio de la historia de la salvación,en el que la Virgen María está
íntimamente unida a su Hijo Jesús.Él decía también que al rezar el S.Rosario, penetramos en los misterios de la vida de Jesús
que son,a la vez,los misterios de su Madre (1981).
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